Preocupación en el barrio Palihue por los violentos robos con armas

Redacción de La Nueva.

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El barrio Palihue se transformó en los últimos meses en el blanco elegido por delincuentes que durante los festejos de Navidad y Año Nuevo perpetraron una serie de robos violentos que tienen preocupados a los vecinos.

Uno de los damnificados resultó Néstor Delgado (62), a quien días atrás tres delincuentes --a punta de pistola-- golpearon salvajemente para robarle una suma de dinero en efectivo, teléfonos celulares y joyas mientras se hallaba con su familia en la vivienda de Las Lomas 406.

El hombre aclaró a un cronista de La Nueva. que no tiene ganas de revivir la situación por el alto grado de dramatismo y violencia que se vivió esa noche. Aunque dejó sus impresiones sobre el momento que se vive prácticamente en toda la ciudad.

“Creo que (los asaltantes) no se llevaron todo lo que venían a buscar. Estaban preparados para vaciarnos la casa, pero algo los alertó para que se fueran y lo hicieron antes de tiempo”, comentó.

Y reconoció que “fueron más los daños psíquicos que físicos” los que padecieron.

Delgado recibió varios golpes por parte de los malhechores y perdió mucha sangre, por lo que debió ser trasladado a un hospital privado, donde se le realizaron las correspondientes curaciones.

“Gracias a Dios el barrio ya está alertado de estos incidentes. Lamentablemente la ola delictiva no tiene contención desde ningún aspecto; creemos que esto está desbordado. Uno no se acostumbra a que le roben. En nuestro caso sólo habíamos sido víctimas de rateros, nada de importancia”, expresó la víctima.

“Estábamos alertados, pero no en la medida para soportar un caso de esta naturalez. Se nota que la ciudad y el país es víctima de la inseguridad”, mencionó y aclaró que “la policía está investigando y trabajando con mucho esmero para dar con los delincuentes que cometieron este hecho en perjuicio de mi familia, pero no es fácil dar con ellos”.

Delgado destacó el apoyo recibido por los efectivos del destacamento policial de Palihue --que alertados del robo--, “vinieron rápido y nos atendieron muy bien”.

Y sobre la ola de inseguridad que azota a la ciudad, se mostró optimista y consideró que “creo que esto va a cambiar en algún momento, porque durante años no pasaba nada, pero, imagino, se dará un cambio estructural en la policía y se le brindarán desde arriba mejores herramientas para combatir la inseguridad”.

Por su parte, el hijo del damnificado, Emiliano Delgado (29), quien durante el asalto se trenzó en lucha con los delincuentes cuando ingresaron en su casa, también se refirió al hecho de inseguridad que sufrieron.

“Por la cantidad de delitos que hubo en tan poco tiempo se nota que la estructura policial cambió y esto permitió que los delincuentes hagan de las suyas. La modalidad de entradera es prácticamente imparable, no hay sistema de alarma, reja o perros que lo pueda detener”, acotó el joven consultado.

Según una fuente oficial, el muchacho enfrentó a los individuos aunque éstos lograron reducirlo, cuando en la casa también se encontraba su madre.

La policía trabaja para dar con el paradero de los malvivientes, por el homento con resultado negativo.Por segunda ocasión en tres años, la Nochebuena no fue tal para el abogado Néstor Fernández Lorenzo y su mujer Stella Maris Iriberry, en su domicilio de la calle Trebolares 77, del barrio Palihue.

Como en 2013, al menos un delincuente aprovechó que la familia se encontraba celebrando las fiestas en el quincho para ingresar en la vivienda y apoderarse de dinero y un equipo de música.

“El ladrón tuvo que treparse a la planta alta y como no pudo o no quiso ingresar por el frente, suponemos nosotros que terminó ingresando por el sector lateral de la casa. Allí me rompió una ventana de madera y un vidrio de los gruesos y me revolvió todo”, explicó la damnificada.

“En la zona anda dando vueltas un hombre, exfutbolista, que se mete en todas las casas. Incluso enfrente de nuestra vivienda estuvo ocupando una deshabitada. El personal del destacamento policial ya sabe quién es este hombre”, agregó la mujer, que es docente jubilada.

Tras confirmar que el intruso “se llevó mil pesos que había en una lata y un Ipad que ya tenía sus años" aclaró que "igualmente no tengo cosas de valor acá".

Sostuvo además que como en esa zona "los hechos delictivos son moneda corriente", decidieron reforzar las medidas de seguridad y "pusimos un alambrado de púas, cerramos la puerta con llave, sensores de movimientos y hay trabas por toda la casa”.

“No hicimos la denuncia porque --admitió-- sabemos que no sirve de nada. La inseguridad es generalizada y va en aumento”, mencionó Iriberry a La Nueva.