Atrás del canal sigue mandando La Armonía: 8 años sin perder ante Pacífico
Con un trabajado 2-0, el velezano estiró su paternidad ante el verde y con tres jugados y tres ganados comanda, junto a Comercial, las posiciones del certamen Clausura de la B liguista.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
Antes que nada, el estado del piso de la cancha de Pacífico atenta contra el espectáculo. Así y todo, con esfuerzo, se puede jugar.
Entre los manchones de arena y tierra negra donde el césped nunca creció, intentar dar dos pases seguidos es una misión compleja, aunque la superficie dentro de todo se encuentra nivelada y la pelota logra el cometido de rodar. Caprichosa y a los saltos, pero va…
El juego al ras del suelo no luce y es imposible que el jugador piense en lo que va a hacer antes de recibir y dominar la de cuero N° 5, por eso hay que partir de una base encriptada a la hora del análisis: el partido tuvo ritmo, pero no fue bueno.
Justamente el ritmo es lo que diferenció a La Armonía para ganarle 2-0 a Pacífico, lo que le permitió a los dirigidos por Fito Cuello continuar con puntaje ideal (3 de 3) y permanecer en la cima de las posiciones del Clausura de la B liguista junto a Comercial.
Como era de esperar, el velezano evitó el tránsito por abajo, agrupó parte de su artillería principal en la zona media y optimizó el tiempo con el balón en los pies: no lo tuvo ni un minuto de reloj, lo lanzó rápido para los dos de adelante (Di Santoro y Stautiner) con la única intención de que se impongan en el mano o mano o que un mal pique provoque cualquier tipo de yerro o desinteligencia en la retaguardia del verde.
Ser tan ofensivo, haber elegido un 3-4-1-2 no tan estirado en el campo, a “Larmo” le hizo morder la lengua varias veces en la etapa inicial, porque el dueño de casa, más allá de sus limitaciones futbolísticas, nunca renunció a atacar.
En algunos posicionamientos tácticos y en las acciones preparadas a partir de las pelotas paradas (dicho sea de paso, las desaprovechó a todas) ya se vio la mano de la dupla técnica debutante en el verdolaga: Plácido Sangronis y Sergio Hernández.
El gol de Stautiner, de tiro libre, llegó en complicidad del arquero Mastandrea, que dejó que el esférico pique, lo sobre y se le meta contra un palo.
En el segundo tiempo, Cuello modificó el dibujo, pasó a un 4-4-2 y sus discípulos dejaron de sufrir por las bandas. Más armadito, se aprovechó del desequilibrado retroceso del local y en un cuarto de hora le peló la frente con balas que picaron cerca.
Mientras a Pacífico le dio el cuerpo y el tanque de nafta, desafío a la jerarquía del adversario con coraje y tres delanteros en cancha. Fueron flashes de voluntades sueltas, pero este equipo está potenciado y mejorado si lo comparamos con el que inicio el año.
A los 38, a mi entender, llegó el único error del árbitro Leopoldo Gorosito, hasta ese momento perfecto en la conducción y en el manejo de las tarjetas. Tobías Sarmiento fue a despejar un centro de Alex Muzi, la pelota salió disparada del botín zurdo y dio en la mano del mismo jugador, que tenía los brazos extendidos pero en posición natural (típico movimiento de despeje, cuando tomás impulso con los brazos abiertos). Para el asistente N° 2 (Santiago Altamirano) la posición de la mano infractora estaba alta, lejos del cuerpo y fuera de su espacio natural, por eso por el intercomunicador le avisó al juez principal la decisión de tener que sancionar la pena máxima.
Para mi era jugada sancionable de Gorosito (no contradijo a su asistente), que dejó seguir el juego pese a que estaba cerca y desde su ángulo debió ver que la mano fue casual y que el brazo no se lo podía cortar ni mantenerlo bajo o por detrás de la cintura. Error que no incidió en el resultado, pero error al fin. Y más del principal que de su colaborador.
Edgar Scalco definió a un costado desde los 12 pasos y el cotejo se cerró con una ventaja donde solo lo futbolístico tuvo más preponderancia que lo físico y lo emocional.
Antes de olvidarme: el 19 de agosto de agosto de 2017 fue la última vez que Pacífico le ganó (1-0) el clásico de barrio de atrás del canal a La Armonía. Desde ahí hasta hoy pasaron 14 enfrentamientos, con 9 éxitos de la V y 5 empates. ¿Y saben qué? En 9 de esos compromisos, el DT del albiazul fue Rodolfo “Fito” Cuello.
La síntesis
Pacífico 0 (4-1-3-2)
Mastandrea 3
T. Guzmán 5
M. Vallejos 5
E. Rodríguez 4
Jara 4
F. Ménendez (c) 6
Murano 6
Iñón 4
Zalazar 5
T. Peralta 5
Navarrete 6
DT: Sangronis-Hernández
La Armonía 2 (3-4-1-2)
Torres 6
J. Blanco 5
Carta x
Marino (c) 6
Herrera 5
M. Gil 6
F. CUELLO 7
Ruiz 4
Vega 6
Stautiner 6
Di Santoro 5
DT: Rodolfo Cuello
PT. Gol de Stautiner (LA), a los 8m.
ST. Gol de E. Scalco (LA), de penal, a los 41m.
Cambios. 45m. Sarmiento (4) por E. Rodríguez, 64m. Ruppel (5) por Zalazar y De Angelis (5) por Murano y 66m. M. Vázquez (4) por Jara, en Pacífico; 17m. Mendoza (5) por Carta, 45m. A. Muzi (6) por Di Santoro, 60m. R. Fernández (6) por Stautiner y 73m. J.M González por Herrera y E. Scalco por Ruiz, en La Armonía.
Amonestados. E. Rodríguez (45m.), Ruppel (66m.), Jara (86m.) y De Angelis (89m.), en Pacífico; Carta (11m.) y Stautiner (57m.), en La Armonía.
Arbitro. Leopoldo Gorosito (6,5).
Cancha. Pacífico (3,5).