Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Pablo Matus, la voz bahiense que brilla en la Rock&Pop

Arrancó a los 16 años y hoy, con 42, ya ganó más de 12 premios de locución. Sus comienzos y su vida en Santiago del Estero, donde tiene su propio estudio de grabación.

Laura Gregorietti

lgregorietti@lanueva.com

 

   Nacido en Villa Libre, el 27 de octubre de 1977 -"muy cerca de Villa Mitre"-, Pablo Matus arrancó desde muy joven a desandar los caminos de la locución.

   Siempre recuerda que no le resultó fácil y que en una agencia de publicidad hasta le dijeron "que se dedicara a otra cosa".

   "Arranqué a los 16 años, me acuerdo que estaba en FM De las Américas, hoy 98.7. Iba en una bici toda rota con unos cds con mis propagandas grabadas en un bolsito, a dejarlas en algunas agencias".

   Lejos de abandonar sus sueños, comenzó a practicar y a perfeccionarse.

   "Me puse a leer tutoriales, a ensayar y metiéndole pata salió lo que estamos haciendo ahora. Pude a mis 42 años cumplir todos mis sueños".

   Hoy, Pablo Matus es la voz artística de más de 400 radios del interior del país, de los municipios de Concordia, Sumampa, Frías y del gobierno de Entre Ríos.

   Además, grabó comerciales en Bolivia, pautas de promoción para Alejandro Fernández y Marc Anthony para 20 ciudades de Estados Unidos, la promo de Spiderman para el Disney Channel en Colombia y trabajó para los gobiernos de Ecuador y Uruguay.

La voz de Pablo en la Rock&Pop y un institucional de la Municipalidad de Bahía Blanca.

   En nuestra ciudad es la voz institucional del Municipio de Bahía Blanca, de los videos operativos de la planta Profertil  y graba comerciales para las radios Norte, Palihue y La Brújula.

   También, gracias a su trabajo, pudo comprarse un micrófono Neumann TLM 102, que usan en los estudios de doblaje en Buenos Aires.

   En marzo, se convirtió en el primer bahiense en ser la voz institucional de la Rock&Pop.

   Desde hace 6 años que su vida transcurre en la tranquila Santiago del Estero. Allí, junto a su pareja, Pablo armó su estudio de grabación.

   "Trabajo como locutor freelance para varias agencias y medios del país y gracias al esfuerzo pude ganar con la gente de FM de las Américas 2 Martín Fierro Federal y también 12 premios nacionales Faro de Oro, en el rubro Locución Masculina en Radio. Y claro que me encantaría ser 'profeta en mi tierra' y poder trabajar en LU2, donde tengo grandes amigos".

   En su bahía natal quedaron quedaron los afectos: su hija Antonella, de 9 años, tía y primos.

   "De niño después de vivir en Bahía mis padres me llevaron al sur de Chile. Pero mi hija nació en Bahía y trato de volver por lo menos una vez por año para pasar tiempo con mi gente, más que nada con Antonella, para recuperar tanto tiempo de no vernos".

   Si bien admite que "vivir en Bahía es caro", extraña su ciudad y su gente.

   "Creo que Bahía es una gran ciudad, que lo tiene todo para ser una de las ciudades más importantes del país, pero veo que faltan voluntades, oportunidades y políticas de Estado.  Y fundamentalmente, sensibilidad y empatía. Ponerse en el lugar del otro y no vivir encerrados en una burbuja. Creo que muchas personas no se hacen cargo de sus frustraciones y cuando te ponés en víctima, te estancás, y eso te impide despegar y crecer".

   Santiago del Estero, a raíz del Coronavirus, está blindada. Nadie entra o sale, sin razones específicas. Las juntadas con amigos, que permite la Fase 5 en la que se encuentra, son de hasta 10 personas, se puede circular hasta la medianoche, salir a correr y andar en bicicleta de 8 a 0 y los bares y restaurantes, se encuentran habilitados, bajo un estricto protocolo.

   "Creo que necesitamos tener una responsabilidad social, tenemos que entender que este virus mata gente y tiene un alto nivel de contagio. ¿A qué bahiense no le gusta salir a tomar una birra artesanal con amigos? ¿A quién no le gusta ir al Shopping con la familia? Pero son tiempos complicados y uno debe entender que es momento de quedarse adentro, de entender que las cosas cambiaron y que necesitamos por lo menos hasta que esto pase, poner los pies sobre la tierra y guardarnos un poco".

   Más allá de los gobiernos de turno, Pablo asegura que la responsabilidad va en cada uno.

   "Viste que los bahienses, somos muy polvoritas. Cuando se ven vulneradas nuestras libertades, explotamos enseguida, Yo viajé a ver a mi hija que cumplía 9 años al 22 de marzo. Llegué el 14 a Espora y el 19, me tuve que volver porque el 20 el presidente suspendió los vuelos. Salí a las 10 de Espora y llegué a las 12 a Aeroparque, me tuvieron hasta 18.25 esperando a que salga el vuelo a Santiago. Llegué a las 20.30 a Santiago del Estero. Me fue a buscar mi esposa, a casa y adentro. Solo nos queda esperar que esto pase y seguir siendo responsables", cerró.