Bahía Blanca | Martes, 09 de septiembre

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Ganado bovino: desde el alto nivel de actividad hasta las dudas en la recuperación del stock

“Por ahora no hay signos de recomposición del rodeo, pese al entusiasmo que muestran muchos productores por el alto precio de la hacienda en dólares”, dijo el consultor Ignacio Iriarte.

La tasa de extracción está en niveles históricos. / Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

Interesante dinamismo en la actividad y altos niveles de faena y consumo, pero con señales de alerta sobre la sostenibilidad de los rodeos y la rentabilidad de la industria frigorífica. De esta manera puede describirse la actualidad de la ganadería bovina argentina en un contraste que, en más de un ocasión, describe al sector como una suerte de electrocardiograma.

“En los primeros siete meses del año la faena de ganado vacuno acumula un registro de 7,9 millones de cabezas, prácticamente el mismo nivel (+ 0,3 %) que el año pasado”, sostuvo el Lic. Ignacio Iriarte, consultor de mercados ganaderos.

En paralelo, se registra una producción de carne de 1,8 millones de toneladas por encima (+ 1,7 %) respecto de 2024.

“De acuerdo con esta tendencia, la faena en el año en curso cerraría con unas 13,9 millones de cabezas. Y aquí hay que recordar que el año pasado, con una faena similar, el stock ganadero al 31 de diciembre cayó en 1,15 millones de cabezas”, recordó.

“La cantidad de terneros encontrada en el otoño último, que resultó de unas 14,6 millones de crías, sugeriría que, ante un número estable de estos animales entrando al rodeo nacional este año, no podemos repetir los niveles de extracción de 2024 sin el riesgo de que caiga nuevamente el stock”, aseguró.

“El número de terneros al 31 de diciembre próximo al pie de la madre, y que configurarán el destete 2026, probablemente sea el mismo o algo superior al de los dos años anteriores: esto es, menos vacas, menos vaquillonas y una mejora marginal en el porcentaje de destete”, explicó.

Iriarte también dijo —en fifra.org.ar— que por ahora no hay signos de recomposición del rodeo, pese al entusiasmo que muestran muchos productores por el alto precio de la hacienda en dólares.

Ignacio Iriarte, analista de mercados ganaderos.

“En cuanto al perfil de la faena —en base a los Documentos de Tránsito Electrónico, DTE, y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, Senasa— debe decirse que en enero y en julio cayeron el 7 % en los envíos de vacas, desacelerándose en los últimos meses la disminución interanual de faena de vacas registrada en los primeros meses de este año”, comentó.

Con una faena prevista para 2025 en 2,6 millones de cabezas, y un stock al inicio del año de 22 millones de vacas, la tasa de extracción de esta categoría se ubicaría en un 11,8 %, bastante por debajo del 13,6 % de 2023 (un año de liquidación), pero todavía superando el nivel considerado de equilibrio, que sería del 10,9 %.

“La faena de vaquillonas, por su parte, aumenta un 5,9 % en los siete primeros meses del año, debiéndose destacar que, durante el año pasado, las existencias de vaquillonas cayeron unas 227.000 cabezas”, dijo el analista.

“El número de terneros que encontraremos al 31 de diciembre próximo probablemente sea el mismo, o apenas superior, a los dos años previos”, sostuvo Iriarte.

“Llama la atención el actual nivel de envíos a faena de esta categoría y todo indica que, a diciembre próximo, este stock caería nuevamente”, aseguró.

La tasa de extracción de la categoría faena - stock podría alcanzar, durante este año, un récord histórico. “También en enero-julio aumentaron los envíos de novillos a faena (+ 3,2 %), siendo esta categoría la que ha salido de la seca con la menor caída en sus existencias”, contó.

“El número de novillitos enviados a faena, de + 4,7 %, también ha resultado alto”, indicó Iriarte.

Entre el consumo y la faena

Desde otro lado considerado crucial en la cadena, el presidente de la Federación de Industrias Regionales Frigoríficas de la República Argentina (Fifra), Méd. Vet. Daniel Urcía, destacó que el panorama de la ganadería argentina en este 2025 muestra un sector con altos niveles de actividad y consumo, pero también con riesgos sobre la sustentabilidad del stock y la rentabilidad industrial.

“El desafío de competitividad es un reto que afecta a toda la cadena de valor. Por eso es fundamental mantener la transparencia y explicar claramente las razones detrás de los aumentos, para que cada eslabón pueda planificar mejor sus actividades”, aseguró.

El directivo también resaltó que, en este mes de julio, se observó un repunte exportador.

“El mes pasado hubo 22 días hábiles de faena y, al comparar con junio, que tuvo sólo 19 días, observamos una particularidad: la faena bovina aumentó un 10 % en términos mensuales, pero en el comparativo diario fue un 5 % inferior: 1.244.608 versus 1.133.518”, detalló.

Méd. Vet. Daniel Urcía, titular de Fifra.

Más allá del buen nivel de actividad, Urcía admitió que la industria frigorífica enfrenta no pocas dificultades. “Hemos observado un incremento en el costo del servicio de faena y, en tal sentido, es importante señalar que no responde a una decisión aislada de las plantas frigoríficas, sino que es el resultado de factores complejos”, explicó.

Uno de ellos, consideró el titular de Fifra y consejero del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), es el derrumbe del mercado del cuero. “El precio internacional de este subproducto ha caído a niveles casi insignificantes”, dijo.

“De hecho, algunos establecimientos han tenido que invertir en la disposición definitiva del cuero en razón de su escaso valor actual”, señaló.

A esto se suman los mayores costos salariales, energéticos y de combustibles, que afectan a una actividad intensiva en mano de obra y energía. “El costo del servicio de faena aumentó”, insistió.

“Hay que mantener la transparencia y explicar las razones detrás de los aumentos, para que cada eslabón planifique mejor sus actividades”, dijo Urcía.

“No se trata de un beneficio adicional para la industria, sino de la necesidad inevitable para poder mantener el servicio en un contexto económico más frágil”, remarcó.

Para Urcía, el desafío que se viene por delante es estructural. “El estatus sanitario de las plantas no sólo es fundamental para garantizar la inocuidad de los productos que consumimos, sino que también es clave para competir en igualdad de condiciones”, afirmó.

“En provincias como Corrientes, donde 27 establecimientos reportaron una faena total de 68.495 animales en siete meses, resulta imposible que la industria frigorífica pueda desarrollarse adecuadamente ni alcanzar estándares aceptables”, describió.

Urcía también se refirió al alza de la faena de bovinos. “En los primeros siete meses del año se faenaron 7.855.074 vacunos y 4.815.483 porcinos. Eso significa que se mantuvo alto el nivel de consumo de proteínas de origen animal, lo que coloca a nuestro país entre los tres principales del mundo”, comentó.

En particular, el consumo de carne vacuna supera los 50 kilos por habitante al año, manteniendo a la Argentina como el país con mayor ingesta per cápita del planeta.

“El consumo interno viene demostrando su interés por la ingesta de este tipo de alimentos —dijo Urcía—, ya que en las tres carnes se registran subas interanuales que superan a la inflación y que, en el caso de la vacuna, fueron trasladadas al precio de la hacienda”.