Bahía Blanca | Lunes, 22 de septiembre

Bahía Blanca | Lunes, 22 de septiembre

Bahía Blanca | Lunes, 22 de septiembre

Juega al fútbol, sigue ayudando a los damnificados por la inundación y en Cerri es el “héroe sin capa”

“Los miércoles salimos a repartir, pero existe un lugar fijo donde se entregan donaciones todos los días”, contó Maxi Bowen, quien continúa colaborando con los vecinos de su “pueblo” que, a seis meses de la catástrofe, todavía no pudieron rehacer su vida.

 

Fotos: familia Bowen

Como voy bastante seguido a General Daniel Cerri, en algún momento me lo tenía que cruzar. Cuando lo vi, bajé del auto a saludarlo y una señora que barría la vereda, después de afirmarse en el escobillón, lanzó con orgullo: “Este chico es nuestro héroe sin capa”.

Maximiliano Ezequiel Bowen, de baja contextura física pero escurridizo delantero surgido en Sansinena, sonrío con vergüenza y contó lo que yo, al menos, no esperaba: “Después de la inundación (del 7 de marzo) nunca abandonamos a los que fueron afectados en el pueblo y que todavía hoy no se pudieron acomodar”.

Pasaron seis meses y 15 días de la catástrofe y el “Chuki”, actual futbolista de Villa Rosa de Coronel Dorrego (desde hace dos temporadas), comentó que continúa repartiendo alimentos no perecederos, lavandina, artículos de limpieza, ropa, agua y calzado.

“Casi todo eso es lo que sobró de las donaciones que recibimos, de los tres camiones que llegaron a Cerri desde Azul y de los que arribaron de Capital Federal, Arrecifes y Bolívar. Fueron seis en total”, detalló el actual empleado municipal (“Hago de todo, albañilería, plomería, lo que me pidan”, destacó) de la delegación cerrense.

“Salgo de mi trabajo a las 14 y, si no tengo que pasara a buscar donaciones a direcciones que llegaron a mi WhatsApp, voy a la obra (está construyendo dos departamentos) y ahí recibo y acopió todo lo que me traen”, señaló el extrañable pelilargo (ahora tiene el pelo cortito) de 33 años.

Esa dirección es Pernissi 150 (entre 28 de septiembre y Sarmiento) de la vecina localidad y, si Maxi no está, las recepcionistas son su mamá Verónica Cornejo y su señora Celeste Levín.

“Sin ellas (foto) esto no sería posible, porque hay muchos vecinos que por ahí piden lo que no tenemos pero podemos llegar a conseguir, y eso genera que yo tenga que salir a buscar televisores, ropa de cama, colchones, camas y algún que otro artículo del hogar”, detalló quien vistiendo la casaca del “tripero” superó los 200 partidos a nivel local, regional y nacional.

“El reparto lo hacemos solo los miércoles después de las dos de la tarde, cuando salgo de laburar, pero el que quiera algo o necesite se puede dirigir a donde tenemos la mercadería y se la entregaremos sin problemas. Además de los cerrenses, viene gente de Bahía, de Ingeniero White y hasta de Punta Alta. El que se acerca es porque realmente lo necesita”, admitió sin el más mínimo dejo de confianza.

“Hay que tener en cuenta que muchas personas ya salieron adelante, que pudieron poner su vivienda en condiciones, pero otras no, y lamentablemente esa es gente grande, por lo general jubilados que no tienen familia que los ampare o los ayude; y son los que más atención necesitan”, remarcó.

Es más, en las últimas inundaciones que sufrieron varias ciudades del centro de la provincia de Buenos Aires, en mayo de este año, Maxi se erigió en el estratega para organizar una “movida” y poder colaborar con los lugareños de esas zonas afectadas.

“Los corazones solidarios de mucha gente se manifestaron en su máxima expresión y en una semana llenamos 5 camiones con mercadería, camas, colchones, elementos de limpieza y televisores. Dos semis completos viajaron a Campana, uno a Arrecife y el último más lejos, al sur de Santa Fe”, manifestó Bowen, el héroe sin capa, como lo definió la señora que seguía barriendo la vereda.

Sin palabras, me volví a Bahía con un nudo en la garganta.