Primavera y estado de ánimo
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Si bien hoy empieza la primavera, el comienzo formal será cuando se produzca el equinoccio de primavera, es decir el 22 de septiembre a las 15:19 horas (Hora Oficial Argentina), según el Servicio de Hidrografía Naval. Más allá de este dato “técnico” creo que no hay persona que no se alegre con la llegada de esta estación.
Pero no todas son flores, porque durante esta temporada el ánimo puede verse afectado, por ende: ¿hay una relación entre el bienestar y la primavera?
Si bien, la primavera se asocia con optimismo, nuevos bríos y energía positiva, durante este período, especialmente cuando las temperaturas ya no son invernales es habitual sentir una tristeza inexplicable, cansancio, irritabilidad y mal humor.
No es sugestión, este fenómeno se denomina astenia primaveral y tiene una base tanto psicológica como fisiológica, ya que es un trastorno adaptativo leve que se pone manifiesto cuando el cuerpo intenta ajustarse a los cambios ambientales propios de esta estación.
Está comprobado que el aumento de la luz solar, las variaciones de temperatura y las alteraciones en las rutinas diarias, inciden en la mente y en el cuerpo. Si bien la astenia primaveral no es entendida ni catalogada como patología, los síntomas pueden afectar significativamente la calidad de vida.
Si bien muchos se preparan para disfrutar las jornadas a full, es habitual experimentar: dolores de cabeza y musculares; fatiga persistente y falta de energía, disminución de la concentración y la motivación; pérdida o aumento del apetito; somnolencia diurna o dificultades para conciliar el sueño; Irritabilidad y cambios de humor y hasta disminución del deseo sexual.
Esto síntomas no duran para siempre, sino que son como un “jet lag” temporal. El desajuste en los ritmos circadianos ocasionado por el aumento de horas de luz y los cambios en la temperatura suelen alterar la producción de melatonina y serotonina, hormonas responsables de regular el sueño y el estado de ánimo. Entonces, a medida que el cuerpo se adapta a la nueva estación, los síntomas desaparecen.
Por lo tanto, más allá de preparase para disfrutar de la llegada de la primavera es recomendable cuidar la alimentación priorizando alimentos frescos y saludables, mantener o iniciar una rutina regular considerando los horarios alimentación y descanso; exponerse a la luz natural durante las primeras horas del día, hacer actividad física y aumentar la intensidad paulatinamente y practicar técnicas de relajación y meditación.
Si bien la “astenia primaveral” se soluciona de espontáneamente también puede ser la expresión de un trastorno afectivo estacional o de otros problemas emocionales más profundos. Lo importante es estar atentos y como para determinar si los síntomas permanecen luego de tres semanas, si alteran en demasía el bienestar y en ese caso solicitar ayuda profesional, de forma tal de poder disfrutar tan hermosa estación.