"Fue terrible ver los mensajes, el teléfono me quemaba", confesó Mónica Cid

Redacción de La Nueva.

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La Justicia dispuso una medida cautelar y requisó el calabozo de Jonathan Luna, el femicida de Micaela Ortega (12) -quien en 2016 se convirtió en la primera víctima de grooming seguido de muerte del país- luego de que el condenado le mandara un mensaje por las redes sociales a Mónica Cid, la madre de la víctima, buscando que lo perdone.

La información fue confirmada hoy por Mónica Cid, quien está angustiada por la situación y por el nivel de perversión del hombre que cumple una condena a prisión perpetua en una cárcel de Florencia Varela.

"Espero que algún día usted me pueda perdonar", "hoy estoy pagando mi error" , le escribió Luna a través de Messenger desde el perfil de Facebook Jon Jony.

"Cuando recibí los mensajes sentí miedo, pero no por mi, sino porque con todo esto de la prevención, quizás, podemos estar llegando tarde. Cuando doy charlas digo que Jonathan Luna está preso, pero hay otros Jonathan Luna, aunque parece que no, que el verdadero Jonathan Luna está más presente que nunca y sigue haciendo exactamente lo mismo que con Mica...no las va a matar, pero las pueden engañar, someter, abusar", relató Mónica.

En declaraciones a LU2, la mujer, ferviente luchadora para lograr una ley contra el grooming, reconoció que "fue terrible ver en la pantalla lo que estaba sucediendo. Tenía ganas de tirar el teléfono, me quemaba".

Los teléfonos en la cárcel

Mónica dijo que no está en desacuerdo que la mayoría de los presos puedan tener acceso a teléfonos, porque muchas veces es la única vía que tienen para comunicarse con su familia, pero deberían existir excepciones.

"Los que han tenido penas, que han utilizado medios tecnológicos para cometer los delitos y, sobre todo, el que tiene una pena de grooming, un femicidio, como Jonathan Luna, no pueden tener teléfonos. Cuando una persona te choca con un auto, le inhabilitan el carnet para conducir, cómo no pueden sacarle el teléfono a una persona que mata a través de las redes sociales", se preguntó, con una atinada comparación.

También cuestionó el rol de algunos legisladores, que le dicen "bueno, Mónica, pensemos juntos qué podemos hacer"  y ella dijo que no tiene que pensar nada. 

"Son ellos los que se tienen que ponerse a laburar para proteger a niños y niñas", afirmó.

Mónica dijo que es la primera vez que Luna intenta comunicarse con ella, pero que desde la prisión ha tenido contacto con otras chicas, porque se lo hicieron saber. 

Y se mostró indignada porque el condenado "habla del femicidio de mi hija como un error. El tipo está tan vivo, con tanta vida ahí adentro, y mi hija está muerta. Él puede elegir todo y yo no", declaró.

Respecto de la medida cautelar dispuesta, dijo que desde ahora Luna tiene prohibido comunicarse con ella y su familia por cualquier vía.

"Ya se lo dije en el juicio, yo voy a ser su sombra toda la vida, pero hay momentos que no doy más", confesó la madre de Micaela.

Por último, al referirse al pedido de perdón de parte del acusado, consideró que "se tiró un lance".

"Intentó que lo perdone, pero no lo voy a perdonar jamás. Es un psicópata, un engañador serial que ahora intentó engañarme a mi también", cerró.