Chiaradía-Iglesia: a 25 años de un doble crimen que no cicatriza
Se cumple un cuarto de siglo del asesinato de la joven pareja de novios bahiense, pero insólitamente sus familias todavía no pudieron cerrar una de las etapas judiciales.
Sin chances de error, se puede asegurar que el doble homicidio Chiaradía-Iglesia fue uno de los crímenes más emblemáticos de la historia de Bahía Blanca.
El impactante asesinato de la pareja de novios, con apenas 19 años de edad, generó una conmoción social como pocas veces se vio en la ciudad, con el aditamento que Horacio Iglesia Braun era hijo del extinto comisario mayor Héctor Iglesia, quien llegó a ser nada menos que jefe de la Bonaerense.
La Justicia logró probar que a "Hori" y a su novia, María Victoria Chiaradía, los interceptaron en las afueras de Bahía para robarles el Chevrolet Corsa que era del uniformado y con el cual la pareja había salido aquella noche del sábado 26 de agosto de 2000.
El robo de vehículos, para desarme de piezas o adulteración de otra unidad (lo que se conocía como "ponchado") era uno de los delitos más "fuertes" por aquel entonces en la provincia de Buenos Aires.
Y se cree -aunque nunca se pudo probar- que los ejecutaron porque Horacio identificó entre los delincuentes a un policía, posiblemente allegado o conocido de su padre.
Tras la paciente investigación encabezada por el entonces fiscal (hoy juez) Eduardo d'Empaire, fueron condenados los instigadores al robo del coche, el tallerista suarense Martín Goyeneche; el autopartista de 9 de Julio, Juan Antonio Corona y el vendedor de autos de Laferrere, Rubén Oscar Martín. Los dos últimos ya fallecieron.
Y también murió, en 2019, el único condenado a prisión perpetua como autor material del doble crimen: Gustavo Javier Ravainera, conocido como "Lagarto".
La Justicia Penal cerró su etapa sin poder avanzar hacia otros posibles ejecutores del hecho (dos acusados fueron absueltos por el beneficio de la duda) ni tampoco sobre el "brazo" policial.
Vía civil abierta
Pero insólitamente, a 25 años del hecho, sigue abierta la demanda por daños y perjuicios a los acusados.
"El tiempo para mi pasó volando, pero son 25 años, es muchísimo tiempo. Y siento que nada cambió respecto de los tiempos de la Justicia, diferentes a los tiempos de la gente", aseguró Martín Iglesia Braun, hermano de Horacio.
El abogado de la familia, Matías Bertoncello -tomó la posta de su padre Héctor en el caso- continúa al día de hoy con la tramitación en el fuero civil.
"Fallecieron tres de los imputados y se tienen que producir sucesiones y en uno de esos casos un sucesor fue declarado en rebeldía y se desvirtuó todo. Te ponés a ver y al sistema judicial no le importa nada. Es una locura. No entiendo mucho, pero mi sentido común aplicaría a que primero se respondan a los daños y perjuicios por un doble homicidio y que después, con lo que queda, se atienda a los sucesores", opinó Martín.
"La sufrimos por el lado penal, primero, porque se demoró un montón y ahora con lo civil: ¡Llevamos un cuarto de siglo! y todavía no está resuelto. No podemos decir 'ya está, se terminó', siempre seguís arriba de la calesita", agregó.
Martín recordó que su padre, el comisario, falleció en medio de la causa penal y no alcanzó a ver las condenas y que su madre, Silvia Braun, enfrenta desde hace muchos años una enfermedad y "no sé si va a poder ver el resultado civil".
Silvia Braun, abanderada de la lucha para esclarecer el caso junto con los padres de María Victoria, Roberto y Mirta, vivió algunos años en Monte Hermoso y también en La Plata, donde residen dos de sus hijas, pero en la actualidad regresó a Bahía.