Bahía Blanca | Miércoles, 30 de julio

Bahía Blanca | Miércoles, 30 de julio

Bahía Blanca | Miércoles, 30 de julio

Los surgentes, una realidad ya verificada

Está documentado y probado desde hace más de un siglo que la ciudad dispone de una inagotable fuente de agua subterránea

Profesionales del Centro de Geología Aplicada, Agua y Medio Ambiente de la Universidad Nacional del Sur ensayan por estos días la extracción de agua de los acuíferos del subsuelo, en un área de 2.200 kilómetros con extremos en Tornquist, Bahía Blanca, Cabildo y Nueva Roma.

El trabajo, según informó este diario, cuenta con el apoyo financiero de la Provincia y busca resolver el suministro de agua para consumo humano y el abastecimiento para uso industrial.

“En Bahía Blanca y alrededores el agua se puede hallar a 800 metros de profundidad. Incluso hay lugares donde hay que excavar poco para encontrarla. Dependiendo a la profundidad, puede ser termal, potable y apta para consumo”, indican.

Se menciona además que extraer agua subterránea “es más rápido y económico que construir un embalse nuevo o desalinizar agua de mar”.

“Apuntamos a garantizar una explotación racional y la sostenibilidad ambiental de la extracción; procurando que lo puedan aprovechar las próximas generaciones”, consideró.

La realidad es que el recurso subterráneo es una alternativa viable, posible y real conocida desde hace más de un siglo, cuando en 1911 en Argerich entró en surgencia el primer pozo de la cuenca termal.

En la década del 40 la provincia realizó decenas de surgentes, con una adecuada infraestructura de apoyo, desde piletas de enfriamiento hasta tanques de reserva.

Muchos de esos surgentes siguen hasta hoy teniendo rendimiento, algunos de ellos con canillas que permiten tomar un líquido considerado potable.

Lamentablemente, en la década del 70, con la puesta en marcha del embalse de Paso de las Piedras, todos y cada uno de los pozos fue abandonado, en una decisión completamente desacertada para una ciudad que hasta hoy tiene severas limitaciones para atender la demanda.

Piletas de enfriamiento, parte de la infraestructura abandonada en decenas de surgentes de Bahía Blanca.

Por otra parte, fueron habilitadas hace poco tiempo dos baterías de pozos en cercanías de Cabildo, de unos 60 metros de profundidad y que suman un interesante caudal a la red.

Vale decir que nada novedoso va a encontrar este estudio. El agua subterránea está, es de buena calidad, conforma un recurso genuino y accesible. Lo interesante sería establecer una política clara y real sobre como sacar provecho del mismo..