Con raíces en Monte y Cabildo: Dichiara y Delorte dieron una charla inspiradora
La campeona juvenil de hockey que formó parte de Las Leonas y el cabildense y ex goleador de Olimpo, entre otros importantes clubes, compartieron experiencias y hablaron sobre valores y deporte, invitados por la ONG Interpersonal: Compromiso Ciudadano.
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de La Plata. Docente en nivel superior. Redactora de La Nueva desde 2010. En LU2 Radio Bahía Blanca tiene la columna "Buenas buenas" y se desempeña como redactora creativa. Es especialista en cubrir historias humanas de superación. Además, es profesora de yoga.
Con la humildad de los grandes, la montehermoseña Bárbara Dichiara y el cabildense Alejandro Delorte, ambos deportistas profesionales que se formaron inicialmente en nuestra región y se destacaron en sus disciplinas a nivel nacional e internacional, inauguraron el ciclo de charlas de la recientemente fundada ONG “Interpersonal: Compromiso Ciudadano”, en Cabildo.
En una sala colmada de jugadoras y de representantes de distintas instituciones las figuras hablaron de sus experiencias deportivas y de los beneficios de practicar un deporte así como de todo lo que tuvieron que atravesar para consagrarse en sus carreras y se brindaron a contestar preguntas de los presentes.
Bárbara, quien actualmente se recupera de una lesión de ligamento cruzado en su rodilla (es su tercera lesión), comentó a La Nueva. que participar de esta propuesta fue una experiencia muy enriquecedora.
"Me sentí muy cómoda y creo que es super necesario transmitir la importancia que el deporte tiene en la salud y a nivel social en los jóvenes. Ese es el mensaje", evaluó.
Durante el evento, precisamente, ese fue uno de los ejes: la importancia del esfuerzo y de las renuncias para quienes quieran convertirse en jugadoras de élite. De hecho, Bárbara recordó sus inicios en el hockey, a los 6 o 7 años, cuando los entrenamientos se llevaban a cabo en un precario tinglado del club montehermoseño por el que se filtraba el agua cada vez que llovía o en una cancha de tierra que las jugadoras alisaban con cuatriciclos.
La deportista, hoy referente de tantas niñas que están comenzando esta actividad, remarcó que detrás de sus logros --y de cada logro-- hay mucho esfuerzo, a veces invisible a los ojos de los demás.
“El sueño de cada nena que juega al hockey es llegar a la selección o dar lo mejor de cada una para pode llegar. En mi caso por suerte llegó y fue por mucho entrenamiento desde muy chica”, mencionó.
También habló de cierta mística inexplicable que hay en Monte respecto al hockey quizás porque, “cada jugadora del club tiene mucha pasión por la camiseta y por cómo lo representa, tanto al club como a nuestra ciudad”.
“Es mucho entrenamiento, sacrificio, cosas que dejamos de lado y otras que tenemos que hacer como acostarse temprano o no tomar alcohol. Es importante y más en la formación de una jugadora que quiere llegar a la élite”, agregó.
Respecto al momento que está pasando en la actualidad, comentó que es la lesión más difícil a nivel deportivo que le toca atravesar por la edad en la que la encuentra aunque fue optimista en cuanto a que en este momento está pudiendo disfrutar de otras cosas.
“Ya tengo 28 años y es una etapa en la que querés disfrutar de las cosas básicas de la vida que, quizás, esa otra etapa de deportista y leona no me permitía mucho, como es estar cerca de mi familia, disfrutar de mis sobrinas y los domingos, de un asado en casa”, remarcó.
“Estuve mucho tiempo lejos, muchos viajes y entrenamientos de muchas horas. Hay que poner el pecho a las balas. Sí, se extraña jugar pero se puede disfrutar de otras cosas”, añadió.
Entre algunos momentos impensados que vivió gracias a su carrera destacó el viaje a China y aquella primera vez que pudo entrenar con Las Leonas, donde estaba una de sus referentes, Luciana Aymar, en el CENARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo de Buenos Aires) al que viajaba “en bondi” desde Monte, desde sus 15 años para entrenar de lunes a jueves.
“Fue la primera vez que sentí ese miedo, esos nervios, que me transpirasen las manos. Poder entrenar con ellas fue un sueño”, dijo y subrayó que en Monte Hermoso entrenaba todas las tardes, no solo practicando hockey sino con entrenamiento físico y complementos como natación, pilates y yoga.
Por su parte, Delorte expresó a La Nueva. su satisfacción por haber participado de esta iniciativa de la ONG de brindar a la juventud, a los niños del pueblo, esta clase de charlas y experiencias con deportistas.
“Por ahí, lo más difícil es salir de un pueblo pequeño y lograr trascender a través del deporte que te hace tener vivencias y experiencias impensadas e inimaginables. Quizás uno las tiene como sueños y a través de la constancia y el esfuerzo se pueden lograr”, dijo.
Contó que en sus inicios como deportista, etapa en la que fue basquetbolista, viajaba a dedo todos los días a Bahía Blanca para jugar en Estudiantes, hasta que a los 16 años tomó la decisión de hacer pruebas en Olimpo y quedó clasificado con unos amigos para jugar al fútbol.
“Pude cumplir con el sueño de cualquier chico de pueblo o de Argentina de jugar al fútbol profesional”, reflexionó e instó a los jóvenes a practicar cualquier deporte, el que sea, pero practicar.
Habló de que hoy existen muchas más distracciones como las redes sociales y la dificultad de inculcar el sacrificio que implica, por ejemplo, entrenar cuando hace frío en vez de quedarse en casa.
“El fútbol, como cualquier deporte, si querés llegar es sacrificio constante, esfuerzo y un pizca de suerte, pero tenés que ayudar, la suerte no viene sola”, añadió.
Sobre el rol de la familia en el deporte
Barbi subrayó la importancia que desde los hogares los incentiven a jugar y a hacer deporte con compromiso y el respeto por el otro.
“Hay que saber que si falto perjudico a mi compañero, al equipo y al club. Es importante que se involucren”, dijo.
La hoy entrenadora de sexta división del Club Atlético Monte Hermoso destacó que la familia es muy importante en este recorrido pero debe acompañar y no decirle al chico lo que tiene que hacer porque el chico irá aprendiendo solo y junto a sus entrenadores lo que está bien y lo que está mal y compartió una anécdota en este sentido.
“Una vez estaba jugando y lo escucho a mi viejo que me dice algo en la cancha: ¡Dale Bárbara, tenés que llegar! Me di vuelta y le dije: ‘Que sea la última vez que me gritás y me decís lo que tengo que hacer. Me sentí mal, pero aprendió”, confió.
Delorte habló sobre los efectos negativos tanto de la sobreprotección como de la presión que generan las familias, muchas de ellas humildes, en los niños, que quedan marcados por expectativas que les generan angustia y no les permiten disfrutar de lo que hacen.
“Hay que acompañar a los hijos y no meterles tanta presión. Hay padres que son fan de sus hijos y creen que tienen el boleto de lotería salvador o creen que saben más que el técnico o que el profe de educación física”, agregó.
Delorte llegó a Olimpo a los 22 años, cuando tuvo su primer contrato y recién recibió su primer salario a los 6 meses. Fue duro y logró sostenerse, en gran medida, gracias al apoyo familiar.
“Masticás bronca y seguís dándole para adelante porque es un sueño. Después las cosas mejoraron, subimos a primera división y el club cambió totalmente. Y luego, jugar en Buenos Aires fue un plus”, dijo.
Gracias al deporte conoció Uruguay, Italia, Grecia, Bolivia y Venezuela, entre otros destinos.
“Estoy agradecido de esta carrera, por la que conocí otras culturas. Los viajes son experiencias, historias, hablar otros idiomas. Jugador de fútbol seré toda la vida y trato de aprovecharlo cada vez que entro a una cancha”, dijo.
En cuanto a una estrategia para la consolidación de vínculos en los equipos remarcó “la importancia del asado”, en tanto evento que en nuestra cultura une a las personas.
“Te ayuda a conocer a las otras personas y que ellos te puedan conocer a vos y saber que ahí, en grupo, se pueden resolver muchas cosas”, dijo.
Ambos deportistas hablaron de la inclusión en el deporte, el desarraigo, la frustración y el dolor de la adaptación cuando vivís lejos de los tuyos con tantas cosas por resolver para alcanzar la autonomía personal y la independencia económica.
La ONG: su nacimiento y misión
Los organizadores del evento, entre ellos César Muzi, periodista cabildense fundador de la entidad, señalaron que «Interpersonal: Compromiso Ciudadano», fue una idea que nació en pandemia como ‘hostel cultural’ y que luego se reconvirtió y mencionaron que su inauguración no fue solo la presentación de una ONG sino la materialización de una esperanza y la siembra de una semilla.
“La ONG nació con la misión de fomentar el compromiso cívico, difundir la cultura y promover la inclusión. En un contexto argentino a menudo marcado por la fragmentación social y la apatía cívica, iniciativas como esta, que apelan a los valores universales del esfuerzo, la solidaridad y el encuentro, son más que necesarias: son vitales”, concluyó Muzi, quien es licenciado en Periodismo por la Universidad del Salvador y ha residido en diversas ciudades europeas, como Múnich (Alemania), Mallorca (España), Bruselas (Bélgica) y Galway (Irlanda).
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