Va a juicio una policía acusada de vender drogas en Tres Arroyos
Wanda Gómez fue detenida hace un año -estaba de licencia en la fuerza por embarazo-, así como su pareja y otra mujer.
Un caso que generó escándalo en Tres Arroyos, cuando se descubrió que una mujer policía supuestamente vendía marihuana en esa ciudad y Gonzales Chaves, avanzó en las últimas horas hacia el juicio oral.
Es que la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Bahía Blanca rechazó un recurso de la defensora particular Elisa Hospitaleche, quien asiste a la acusada, Wanda Abril Gómez (23), exintegrante del Comando de Patrulla Rural tresarroyense.
De esa manera, la Sala I (votos de los jueces Gustavo Barbieri y Natalia Giombi) desestimó un pedido de sobreimiento en favor de Gómez y la mandó a juicio, junto a su pareja, Javier Dufaur (21) y otra mujer, Brisa Gómez de Saravia (22).
La policía estaba de licencia por embarazo al momento de los operativos, en abril del año pasado, y dio a luz pocos días después, cuando ya se encontraba detenida.
En la vivienda de ella y Dufaur, a su vez, se secuestró un arma de fuego sin autorización legal para su tenencia y dos motos que habían sido robadas en Tandil poco antes, por lo cual en este último caso les imputaron el delito de encubrimiento.
La mujer afronta cargos por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y encubrimiento simple y agravado, con penas que pueden ir de 4 a 15 años de prisión.
Las detenciones se dieron luego de un operativo policial en Gonzales Chaves, cuando Gómez de Saravia, al parecer, llevaba ocultos paquetes con marihuana fraccionada entre la ropa de su bebé de apenas 6 meses.
De las averiguaciones posteriores se determinó la conexión de la joven con la uniformada y su pareja, con lo cual se llegó al allanamiento en la vivienda tresarroyense, donde además de las motos y el arma sin declarar encontraron plantas de cannabis.
Planteos rechazados
En el recurso de apelación de la defensa, para evitar el juicio oral, la defensora sostuvo que la tenencia de marihuana "en escasa cantidad" no suponía comercialización y que en los frascos encontrados en la vivienda de Liniers al 700 no había droga.
Por otro lado, dijo que no se pudo probar si la balanza secuestrada funcionaba y cuestionó el pesaje de las plantas, porque -dijo- se tomó en cuenta el tallo y la raiz, que no se vende ni consume.
Sobre las conversaciones entre la policía y la otra joven y un supuesto "pasamano", aseguró que "no existía lucro ni ingreso económico" y dijo que las llamadas que aluden a que le consiguiera drogas no dan por hecho que Gómez fuera quien contrataba al comisionista para llevar "el paquete" a la ciudad de Gonzales Chaves.
"Reiteración"
Sin embargo, la Cámara Penal bahiense, al analizar el caso, rechazó los argumentos de la defensora y mandó a juicio a la mujer policía.
"El planteo es una reiteración de aquellas que fueron planteadas al momento de oponerse a la elevación a juicio de las actuaciones", dijeron los camaristas.
"Más allá de la cantidad de droga secuestrada, es la manera en la que la misma se encontraba acondicionada, el hallazgo de frascos utilizados para su fraccionamiento y comercialización (lo que surge también de las conversaciones observadas en el teléfono secuestrado a Wanda Gómez) y la existencia de una balanza que fue hallada en el interior de un armario en una habitación con mobiliario de bebé", explicaron.
Y en el mismo sentido remarcaron que dicha balanza era usada para el pesaje de la droga y su fraccionamiento, según lo que surge del examen del celular de la acusada.
En cuanto a las llamadas telefónicas analizadas -entre noviembre de 2023 y marzo del año pasado-, la Justicia afirmó que esas comunicaciones aluden de manera explícita "a sumas de dinero y gramajes, que alejan la posibilidad de un consumo personal".
"No se hace referencia a lo que debería abonar por su adquisición sino a su valor de venta y a lo que debía percibir ella y su pareja a cambio de la sustancia", aclararon los jueces de la Cámara.
De esa manera rechazaron el sobreseimiento de la uniformada.
Maternidad
Coincidencia. Un dato saliente de esta investigación es no solo la juventud de las mujeres protagonistas sino la maternidad de ambas.
Bebés. La oficial Gómez estaba embarazada y tuvo familia pocos después del operativo, cuando ya estaba detenida, mientras que Gómez de Saravia fue detenida con marihuana y su bebé en brazos.
Domiciliaria. Ambas imputadas recibieron el beneficio de la prisión domiciliaria. La policía espera el juicio y Gómez de Saravia ya fue condenada a 4 años de prisión, sentencia que acaba de confirmar Casación.
Agravante. La condición de policía de Gómez será clave para agravar la acusación en su contra, hecho que genera, de ser condenada, una sanción más elevada.