Olimpo sufrió su noche más oscura ante Douglas Haig y recibió un duro golpe a su ilusión
Un aurinegro desbordado y sin reacción perdió 5 a 0 en Pergamino y deberá buscar una remontada histórica en el Carminatti.
Enviado especial a Pergamino
El 0-5 en contra es categórico y deja poco margen. Olimpo sufrió una de las derrotas más duras de los últimos tiempos y complicó seriamente su sueño de ascenso, tras caer ante un inspiradísimo Douglas Haig, por el partido de ida de los cuartos de final de la Reválida del Torneo Federal A, que se definirá en una semana en el Roberto Carminatti.
Los fuegos artificiales que salían detrás de las tribunas cabeceras del estadio Miguel Morales, a falta de casi media hora para que finalice el juego, marcaban un poco la síntesis de lo que se veía en cancha y desataban los festejos anticipados en Pergamino.
La cara opuesta vivía Olimpo, que padeció el encuentro, sobre todo después del primer gol, nunca logró hacer pie, recibió cinco tantos en 24 minutos y no mostró nada de todas los aspectos positivos que arrastraba de sus últimas presentaciones.
El equipo bahiense transitó su noche más oscura, sin encontrar sensaciones positivas, superado prácticamente en todos los aspectos y batallando contra un rival que fluyó al ritmo de su hinchada, lo lastimó cada vez que pisó el área y vivió una verdadera fiesta ante el muy buen acompañamiento de su gente.
Todo lo bueno que había construido el elenco de nuestra ciudad en último tiempo comenzó a desmoronarse esta noche y deberá buscar algo más que la épica en una semana, para que la llama de la ilusión no se termine de apagar del todo.
*El desarrollo del juego
Desde el comienzo del juego Douglas salió decidido a hacer valer su localía y demostrando que iría definitivamente en busca de la ventaja, mostrándolo desde la postura y también con su intensidad.
En los primeros cinco minutos, Olimpo sufrió las dimensiones de una cancha con tamaño de "estancia", quedó lejos de las marcas y no pudo hacer pie ante un equipo que fue con el empuje de su gente y lo arrinconó, sobre todo con remates de afuera del arco.
No obstante, con el correr de los minutos, el aurinegro se fue acomodando, agarrándose de pequeños y esa superioridad del dueño de casa se transmitió más en el ambiente y en algunos detalles que en ocasiones de riesgo.
Es que cuando el equipo bahiense logró abroquelarse en un bloque defensivo bajo y sólido, controló sin mayores sorpresas esa superioridad desde la posesión que le proponía el local, que siempre se sintió más cómodo y protagonista.
Aunque en ese rato se doblegó en esfuerzos defensivos, a Olimpo le faltó peso ofensivo para inquietar a Bacher. La receta era clara, intentar salir rápido y directo cuando recuperaba la pelota, intentando aprovechar la velocidad sobre todo de Espejo o alguna arremetida de Tarifa, pero lejos estuvo de llegar con riesgo.
Encima, cuando parecía que el primer aluvión del rojinegro había pasado y el elenco de nuestra ciudad empezaba a llevar el juego a un terreno más favorable, recibió dos trompadas al mentón.
Porque hasta los 35, todo lo de Douglas había quedado en promesas y buenas intenciones, que no se transformaban en situaciones de peligro pero si que arrinconaban al aurinegro.
Con un mediocampo con presencia, el desequilibrio por afuera de Tus y Gutiérrez, que flotaban a espaldas de Coacci y Di Búo, y el pivoteo de Orlando y algunas pinceladas de Castellano el local había sido protagonista, sumando córners y aproximaciones, pero le faltaba concretar.
Y eso lo logró en un rato, en el que pudo -definitivamente- plasmar en el marcador eso que había insinuado.
La apertura del marcador llegó a los 35 minutos, luego de que Orlando saliera a pivotear a mitad de cancha. Con un toque sutil sacó de juego a Moiraghi y dejó a Olimpo largo, abierto y con el equipo en transición, y ahí encontró los espacios para sacar provecho. Abriendo la pelota a la derecha, Tus centró al área chica, donde Baglivo -la figura excluyente de la cancha- llegó de arremetida y puso el 1 a 0.
Pese al gol en contra, el equipo bahiense parecía haber recibido bien el golpe, luego de un par de gritos de Moiraghi, una patada de Di Búo y algunos minutos ganados con algo de mañas.
No obstante, volvió a sufrir cuando salió a presionar alto y quedó un equipo largo y estirado, cediéndole espacios a Douglas.
Apenas 7 minutos después, otra vez Baglivo puso el 2 a 0 con un remate de afuera del área y ahora sí, definitivamente Douglas había cosechado todo lo sembrado y hasta pudo ampliar la ventaja en otra contra.
Olimpo apenas respondió con una pelota parada que terminó en gol de Tarifa, pero que fue anulado por offside de Ferreyra, quien pareció partir apenas adelantado.
La situación quedó compleja para Olimpo para el complemento, que debía preocuparse por irse, de mínima, con la serie abierta a Bahía.
La primera señal de eso la mandó Giganti, sacando a Di Búo en el entretiempo (el único amonestado en el primer tiempo) y poniendo a Vega, para armar una línea de cuatro más tradicional en el fondo, saliendo del 3-4-3 inicial.
Pero ese retoque defensivo de Giganti no llegó ni a surtir efecto, porque Olimpo seguía "grogui" de los dos goles recibidos antes del descanso y siguió contra las cuerdas, hasta besar definitivamente la lona en otra ráfaga de Douglas, que le hizo otros tres goles en los primeros 14.
Primero con Gutiérrez lastimando por la punta derecha y cediendo el gol para 9, después con el exOlimpo rematando tras una serie de rebotes y después con el bueno de Baglivo liquidando tras un centro atrás y marcando el 5 a 0.
El desconcierto en Olimpo era total y la noche pintaba cada vez peor, aunque ya era terrorífica.
Enfrente, Douglas disfrutaba de su fiesta adentro y fuera de la cancha y gozaba con un resultado inimaginable en la previa para propios y extraños.
En los últimos minutos, el partido entró en una meseta, ya que ambos bajaron un cambio, y Olimpo encontró un atisbo de reacción con alguna apilada de Groba y una arremetida de Moiraghi tras un córner, aunque no alcanzó siquiera para irse con algo a Bahía.
Poco, demasiado poco para la expectativa y la ilusión que había y ante un rival que vivió su partido de ensueño.
La cosa estaba juzgada y la noche ya había sido todo lo mala que podía ser para Olimpo, que sufrió una derrota dolorosísima y que puso en jaque su sueño de ascenso.
Deberá buscar una victoria por -mínimamente- cinco goles. Algo que, al menos después de lo visto hoy, parece casi imposible.
*Prefirió no hablar
Tras el encuentro y luego de varios minutos dentro del vestuario, los jugadores y el cuerpo técnico de Olimpo fueron dejando las instalaciones del estadio Miguel Morales, para emprender el regreso a Bahía.
Ante la requisitoria para dialogar unos minutos, el entrenador Mauricio Giganti, visiblemente golpeado, explicó amablemente que prefería no dar declaraciones y "hablar después".
La síntesis
Douglas Haig
Bacher 7
Magnano 8
Pezzi 7
Bazzana 7
M. Mauri 7
Baglivo 10
B. Meza 7
Tus 7
J. Castellano 7
S. Gutiérrez 8
M. Orlando 9
DT: Sebastián Cejas
Olimpo
Lungarzo 4
Vivas 3
Moiraghi 4
M. Ferreyra 4
Di Búo 4
S. Fernández 3
D. Ramírez 4
Coacci 3
Amarilla 4
Espejo 4
Tarifa 4
DT: Mauricio Giganti
PT: goles de Baglivo (DH), a los 35 y 42m.
ST: goles de Orlando (DH), a los 3m., S. Gutiérrez (DH), a los 8m., y Baglivo, a los 14m.
Cambios: 52m. Ponce de León por Castellano, 64m. Cuello, M. Gómez y L. Ojeda por Baglivio, Mauri y Meza y 71m. F. González por Tus, en Douglas; 45m. Vega (4) por Di Búo, 61 Murialdo, Groba y Villagra por Coacci, Espejo y S. Fernández y 71m. Prost por Tarifa, en Olimpo.
Amonestados: Baglivo (49m.) y Ojeda (89m.), en Douglas; Di Búo (42m.), Groba (82m.) y Amarilla (89m.), en Olimpo.
Árbitro: Maximiliano Macheroni (6).
Cancha: Douglas Haig (muy buena).