Bahía Blanca | Lunes, 24 de noviembre

Bahía Blanca | Lunes, 24 de noviembre

Bahía Blanca | Lunes, 24 de noviembre

La exposición del Centenario: el éxito de una Feria en el lugar menos pensado

En 1928 Bahía Blanca celebró el centenario fundacional. Entre los variados actos se contó una exposición que reunió a los representantes de la industria y el comercio local y de la región.

Acceso al predio por calle Laínez

 El 11 de abril de 1928 Bahía Blanca cumplió cien años. Fue una fecha que, como ninguna antes, despertó un entusiasmo popular enorme, en un momento de crecimiento y consolidación de la ciudad.

Treinta años antes, en 1895, 14 mil pobladores cerraban el siglo XIX empujados por el progreso que significó la llegada del ferrocarril, en 1884, y la habilitación de un puerto de última tecnología en 1885. En 1928 sumaban cien mil los habitantes, dato que da cuenta del cambio que convirtió al primitivo fuerte de frontera en la ciudad más poblada de la provincia después de La Plata.

Los festejos del centenario fueron variados y se extendieron por semanas. El gobernador provincial, Valentín Vergara, era vecino bahiense, lo que sumó una nota particular al festejo.

Primera cuadra de calle Alsina, 1928

Ese año se inauguró el Palacio del Correo de calle Moreno, el monumental edificio de la Escuela Nº 2 de Vieytes 51 y el Palacio de Tribunales frente a la plaza Rivadavia.

Se habían terminado de construir las sedes de los bancos de la Nación, Provincia, Hipotecario y Español y las colectividades donaron monumentos y fuentes que se distribuyeron entre la plaza Rivadavia, el parque de Mayo y las plazoletas del teatro Municipal.

Pero acaso el acontecimiento que más público convocó fue la Primera Exposición Industrial, una propuesta impulsada por comerciantes e industriales locales y de la región que alcanzó proporciones como ninguna otra desde entonces.

La idea

La propuesta era interesante: convocar a empresas a mostrar sus productos, montando stands de calidad habilitados además para cerrar operaciones comerciales.

Pedro Amado Cattáneo, Arturo Coleman y el ingeniero Francisco Marseillán se pusieron al frente de la organización.

El primer paso fue buscar un lugar adecuado, amplio, con lugares a cubierto y espacios al aire libre, adecuados para albergar la muestra.

Marseillán fue quien sugirió un lugar en condiciones de ser utilizado. El profesional lo sabía porque él había sido el constructor de la obra. La referencia era a los varios pabellones que conformaban el entonces denominado “Policlínico” (actual Hospital Penna), de Laínez y Necochea, cuya obra civil estaba terminada, cada edificio estaba libre –no tenía equipamiento alguno--, ocupaba un gran parque y el tranvía eléctrico llegaba hasta el lugar.

Vista del Policlínico, 1928

Coleman, máxima autoridad del Ferrocarril del Sud que tenía la concesión del servicio de agua corrientes y electricidad, se encargaría de extender una cañería y montar la instalación adecuada para suministrar agua y energía.

Solo quedaba obtener la autorización de la Dirección de sanidad provincial para poder utilizar las instalaciones. La solicitud la gestionó, con éxito, el mismísimo gobernador Vergara. Cumplidos los requisitos, comenzó la organización de la muestra.

El lugar

Máquinas excavadoras y grandes rodillos sirvieron para acondicionar el camino de ingreso por calle Laínez. Los pilares que marcaban la entrada al hospital sirvieron para sostener un gran cartel con la leyenda “Exposición Industrial”, iluminado por decenas de lámparas eléctricas.

Se marcaron caminos interiores alrededor de los siete pabellones habilitados para la feria. A ambos lados de esos senderos se ubicaron columnas de iluminación, enviadas desde La Plata, y mástiles para sostener guirnaldas y elementos decorativos.

Recreación de la Exposición

La respuesta de los comercios e industrias, superó todas las expectativas, siendo las primeras firmas en confirmar su presencia Sanza e hijos, La Isaura, Verniere Hnos, Régoli, Librería Panizini, Virgilio Manera, Istilart, Adelino Gutiérrez y Casa Muñíz, Tienda El Siglo, Canessa y Cía, Compañía Sansinena, Pedro Taberner, Casa Olio, West Indian Oil, Primo Marchesi, Empresas Eléctricas, Drysdale, Agar Cross, Cervecería Quilmes, Amaducci, Luis Salvadori, Pilade Maffi, Luis Magnasco, Gillette, Molino La Sirena y máquinas de coser Singer, entre tantas otras.

Los siguientes son algunos de esos stands.

La Finalese, de Virgilio Manera
Surtidores de la Anglo Mexican Petroleum
Stand de Tienda La ciudad de Bahía Blanca
Máquinas Singer

Las industrias que presentaban maquinarias agrícolas, automóviles o tractores montaron sus galpones en el parque. El resto tuvo lugares asignados en los edificios-pabellones.

El 11 de abril de 1928, a las 9 de la mañana, la muestra quedó abierta y con el pago de una entrada de 50 centavos se podía disfrutar del paseo.

Agar Cross, máquinaria agrícola
Juan B. Istilart, de todo para el campo

La vista

El tranvía eléctrico reforzó su servicio, los coches de alquiler no dieron abasto y la “pequeña ciudad” que era el Policlínico contó con una asistencia promedio diaria de 3 mil personas.

Si bien la muestra estaba pensada para un par de semanas, se extendió durante dos meses, a pedido incluso de los expositores que concretaban ventas ventajosas.

Stand de las Empresas Eléctricas de Bahía Blanca
Cocinas de La Argentina

Poco a poco se sumaron números teatrales, un salón de arte, se organizaron competencias atléticas, se habilitaron restaurantes, un servicio de bar y hasta un jurado que premió a los mejores stands. Una verdadera fiesta.

El Policlínico

Esta exposición fue entonces el primer uso que tuvo el hospital provincial, que debió aguardar además otros cuatro años más para habilitar, en 1932, sus primeros tres pabellones.

Cuando en la década del 80 el establecimiento inauguró nuevas instalaciones, las que ocupa actualmente, los pabellones históricos fueron abandonados. Con el tiempo algunos se ocuparon con usos nuevos, otros se mantienen en estado calamitoso.

En ese lugar, hace casi un siglo, tuvo lugar esta Exposición, que significó todo un acontecimiento y fue acaso la propuesta más celebrada y convocante del significativo centenario fundacional.   

Nota: Las fotografias fueron coloreadas utilizando IA, respetando cada detalle de las originales en blanco y negro.