Bahía Blanca | Martes, 15 de julio

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Entre el calor y los cortes de luz: cómo cuidar los alimentos y prevenir intoxicaciones

Los consejos de una nutricionista bahiense antes las altas temperaturas y las interrupciones del suministro eléctrico. Acciones sencillas pueden evitar problemas mayores.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Argentina enfrenta una intensa ola de calor esta semana y Bahía Blanca no es la excepción. Con temperaturas que superan ampliamente los 30°C y la amenaza de batir récords históricos de demanda de energía, el cuidado de los alimentos se convierte en un tema clave.

No solo importa qué comer, sino también cómo preservar la comida.

"Sugiero hacer compras en pequeñas cantidades y así evitar desperdicios", aconsejó la nutricionista Macarena Álvarez.

El sistema eléctrico enfrentará altos niveles de estrés durante estos días, lo que conlleva a inevitables cortes de energía. En ese sentido, la profesional recomendó "abrir la heladera lo menos posible y por períodos cortos y no llenarla en exceso, ya que esto puede impedir la circulación del frío".

Sin energía, se pueden conservar los alimentos fríos durante unas 4 horas. El congelador mantendrá la temperatura por aproximadamente 24 horas si está medio lleno, y hasta 48 si está lleno, explicó la profesional.

"Es importante realizar las preparaciones en el momento en que se van a consumir para poder calcular y que no sobre mucha cantidad", agregó.

La nutricionista Macarena Álvarez

Si el corte de luz se prolonga por más de 4 horas, se deben trasladar los alimentos a heladeras portátiles o recipientes herméticos con hielo para mantenerlos frescos durante más tiempo.

Según la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), consumir productos en mal estado puede causar intoxicaciones o infecciones alimentarias cuyos síntomas incluyen vómitos, dolores abdominales, diarrea y fiebre. En casos graves, pueden presentarse síntomas neurológicos, como aumento en los ojos, dificultades renales, visión doble, entre otros.

Para Álvarez, es importante comprobar si los alimentos congelados tienen cristales. "La comida en el freezer que se haya descongelado parcialmente, puede volver a congelarse sin peligro solamente si todavía mantiene cristales de hielo, o si su temperatura es menor a los 5º C", explicó a La Nueva.

"Ante evidencias de descongelamiento —cajas mojadas, ablandamiento, presencia de cristales de hielo—, consumir los productos en el momento. Nunca volver a congelar algo que se descongeló", advirtió.

Una vez que la electricidad se restablezca, es necesario evaluar cada alimento por separado y, en caso de duda, descartarlos.

Alimentos seguros

"Un alimento es seguro cuando no tiene microbios peligrosos, químicos tóxicos o agentes físicos externos (tierra, insectos, pelo, etc.) que son un riesgo para nuestra salud", explicó Álvarez.

"La correcta manipulación de los alimentos es una importante medida de prevención del síndrome urémico hemolítico y enfermedades diarreicas", remarcó.

"Es muy importante tener en cuenta que algunos alimentos, aunque mantengan su aspecto habitual, pueden estar contaminados. En el caso de aquellos que presenten deterioro visible, como mal sabor, mal olor o un aspecto diferente al habitual, deberán ser desechados", indicó.

Para considerar el agua como "segura", debe estar libre de olores y colores, y haber recibido algún tratamiento de purificación.

Qué comer

Para mantener una alimentación saludable durante estos días, es recomendable tener alimentos no perecederos como legumbres, arroz, quínoa, fideos, frutos secos y barras de cereal.

Aunque los enlatados no son ideales para consumir a diario, en situaciones de emergencia son una opción conveniente. Además, es recomendable reemplazar los alimentos perecederos por opciones no perecederas, como leche en polvo en lugar de leche líquida.

"Algunos productos refrigerados pueden durar más a temperatura ambiente, como las frutas y verduras, incluyendo manzanas, tomates, zanahorias, papa y batata. Los quesos más duros, las paltas y los panes también permanecen en buen estado para su consumo durante varias horas. Preparaciones como ensaladas, omelettes, huevos revueltos, tortillas, croquetas y tartas son buenas opciones, ya que requieren cocción, lo que asegura que estemos consumiendo preparaciones seguras", explicó Álvarez.

"En cuanto a la ensalada, es recomendable prepararla justo antes de consumirla. Asimismo, opciones como pan con palta y huevo, o con tomate, son preparaciones seguras y nutritivas. Por último, dado que son frecuentes en verano, las preparaciones a la parrilla, como carnes magras con vegetales, también constituyen una buena opción", añadió.

Cada color de verduras y frutas tiene beneficios específicos para la salud. Las amarillas y naranjas contienen betacaroteno, que protege la piel; las verdes ayudan a prevenir la anemia por su contenido de ácido fólico y refuerzan el sistema inmunológico. La vitamina C, presente en espinacas crudas, cítricos, kiwi, tomate, frutillas y ají, es esencial para la curación de heridas, mientras que el licopeno, presente en tomate, pomelo rosado, sandía y otras frutas y verduras rojas, ayuda a reducir los daños provocados por las quemaduras solares.

"Es importante recordar que una alimentación consciente es un pilar fundamental para disfrutar de una vida saludable y prevenir enfermedades crónicas", sostuvo Álvarez.

El calor extremo eleva la temperatura corporal, lo que incrementa la sudoración y la pérdida de líquidos. Por eso "es central tomar líquidos continuamente, aún sin tener sed", aconsejó la profesional. No obstante, es importante reducir el consumo de bebidas gaseosas, jugos y helados, ya que son ricos en grasas y azúcares.

Vacaciones en la playa

Es habitual ver heladeras portátiles en las playas. Alimentos y bebidas se mantienen presentes durante toda la jornada. Pero, ¿qué tan seguras son?

"Lo que más se debe cuidar en las comidas que se llevan a la playa es el desarrollo de microorganismos, que pueden aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos, especialmente la gastroenteritis", explicó Álvarez.

"Mantener los alimentos a la temperatura adecuada y no someterlos a cambios bruscos de temperatura. Esto evitará que las bacterias que provocan su descomposición empiecen a actuar antes de tiempo", añadió.

También es esencial llevar solo la cantidad de comida que se prevé consumir. Si sobra, lo mejor es desecharla.

"Los alimentos fríos requieren atención especial: es recomendable utilizar una heladera portátil con bolsas de hielo o enfriadores. Es imprescindible mantener estos refrigeradores bajo la sombra, alejados de la luz solar directa. Además, los alimentos deben mantenerse siempre bien protegidos en envases o recipientes plásticos. También es importante evitar colocar los alimentos calientes junto a los que necesitan frío", explicó.

"En las heladeras portátiles de playa, generalmente de plástico, el frío puede mantenerse sin problemas durante una jornada completa de 24 horas, siempre y cuando se haya añadido suficiente hielo y acumuladores de frío. En algunos casos, si la temperatura exterior no es muy elevada, la heladera portátil puede mantener bebidas y alimentos fríos durante al menos un día más", aclaró.

"Colocar el hielo en un recipiente cerrado o, si de ser posible, en una conservadora exclusiva para ello. No consumir el hielo utilizado para conservar los alimentos. Abrir la heladera el menor tiempo posible para evitar la pérdida de frío y, para asegurarse de que los alimentos están bien conservados, deben sentirse frescos al tacto y el hielo no debe estar derretido", concluyó Álvarez.