Bahía Blanca | Martes, 12 de agosto

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Bahía Blanca | Martes, 12 de agosto

La Cruz Roja Bahía Blanca busca recuperar su presencia

Luego de 8 años de inactividad (de 2012 a 2020), la filial local volvió a ser parte del movimiento humanitario mundial fundado en 1880. 

Cruz Roja Argentina, la asociación civil, humanitaria y de carácter voluntario más grande y con más trayectoria en el país, cumplió hace pocos días 144 años junto a las comunidades.

A través de su red de 65 filiales, la organización lleva adelante distintas acciones para contribuir a mejorar la vida de las personas, en especial aquellas en situación de vulnerabilidad.

Luego de 8 años de inactividad (de 2012 a 2020), la filial Bahía Blanca intenta recuperar su protagonismo.

Desde el 28 de agosto de 2021, luego de realizarse una Asamblea Constitutiva, nuestra ciudad volvió a ser parte del movimiento humanitario mundial fundado en 1880.

“La Cruz Roja es una organización indispensable para la sociedad por su compromiso con el alivio del sufrimiento humano, la promoción de la salud y la seguridad, la difusión del derecho internacional humanitario, el fomento de la solidaridad y el voluntariado, y su presencia global. Su labor humanitaria salva vidas, protege a las personas más vulnerables y contribuye a construir un mundo más pacífico y compasivo. No podía estar ausente en Bahía Blanca”, señaló el ingeniero Diego Nieto, actual vicepresidente de la entidad.

El trágico temporal que sufrió nuestra ciudad el 16 de diciembre pasado fue una ocasión clave para que la seccional local aparezca en escena y brinde sus servicios.

“Trabajamos muy fuerte entre los meses de enero y abril con asistencia humanitaria para los más afectados. Primeramente realizamos 1.200 encuestas a familias de distintos barrios, casa por casa, para detectar cada una de las situaciones y necesidades, para posteriormente asistir a aproximadamente 800 familias, entregando en una primera etapa 400 kits de herramientas, lonas y 50 carpas familiares con el fin de complementar los esfuerzos para comenzar la reparación de sus hogares”, explicó.

En una segunda etapa se entregaron 400 Tarjetas de Recuperación, diseñadas para brindar apoyo monetario a las familias y que cada una pueda decidir en qué usarlo y cubrir parte de sus necesidades.

“Además, realizamos sensibilizaciones sobre Primeros Auxilios Comunitarios y se entregaron botiquines en puntos estratégicos de los barrios con el objetivo de fortalecer las capacidades de las comunidades y promover su resiliencia. Se destinaron aproximadamente 300.000.000 de pesos. Los fondos provinieron de Ginebra sede de la Cruz Roja y Media Luna Roja Internacional”, amplió Nieto.

Por otro lado, cubrieron, junto a otras organizaciones socorristas, distintos eventos realizados en la ciudad a pedido de Defensa Civil.

“También continuamos con los talleres de Primeros Auxilios en las Escuelas y Entidades Públicas y Privadas, y realizamos reparaciones y mejoras a un Comedor y una Sociedad de Fomento”.
Simultáneamente, la filial bahiense se encuentra capacitando voluntarios en Análisis de Vulnerabilidades y Capacidades (realizado en Paraguay); en Movilidad Humana, Protección, Género e Inclusión (PGI) y Restablecimiento del Contacto entre Familiares (RCF); en Salud Mental y Apoyo Psicosocial; y en el Observatorio Humanitario.

“Todavía nos está costando volver a insertarse en la sociedad luego de los 8 años de inactividad, pero en los barrios periféricos ya tenemos presencia y conocen de nuestro trabajo. Mirando hacia atrás, podemos sentirnos orgullosos del crecimiento que hemos logrado, porque sumamos recursos, materiales y elementos esenciales para llevar a cabo nuestra labor”.

Sin embargo, la comisión directiva presidida actualmente por Roberto Reguera es consciente de que aún queda un largo camino por recorrer.

“Nos falta aún para alcanzar la Filial que aspiramos ser. Para eso, es necesario un trabajo continuo que requiere esfuerzo, dedicación y mucha colaboración, tanto de los voluntarios como de la comunidad en general”, opinó Nieto.

Uno de los grandes objetivos planteados es la recuperación edilicia de la sede histórica de Neuquén 410.

“Es una necesidad contar con una sede propia, y lo ideal sería recuperar el inmueble de la calle Neuquén. El tema lo está manejando Cruz Roja Argentina y no hubo mucho avance por el momento”, contó.

En lo que respecta a los socios, es muy importante el apoyo de la comunidad para poder llevar adelante su labor.

“Para asociarse contamos con dos modalidades de pago, por débito automático o transferencia bancaria por cuestiones de trasparencia. La cuota mensual es de $1500 hasta septiembre y de $2000 hasta marzo de 2024”.

Se puede realizar mensual, semestral o anual. Para asociarse, el intereado puede comunicarse a través de las redes Instagram (crargbahiablanca) o Facebook (Cruz Roja Argentina Filial Bahía Blanca).

“Invitamos también a que se sumen al voluntariado y formen parte de esta gran red de personas que trabajan juntas para hacer del mundo un lugar mejor”, cerró Diego Nieto. 

Por la historia

   La Cruz Roja Argentina nació en Buenos Aires, en 1880, por iniciativa de los doctores Guillermo Rawson y Toribio Ayerza, luego de sus vivencias en la guerra con el Paraguay (1865-69), en las epidemias de fiebre amarilla (1871) y de cólera (1873 y 1874). En los años siguientes se fundaron filiales en Tucumán (1886), Córdoba (1890) y Rosario (1893).

   En Bahía Blanca, la delegación se estableció el 30 de marzo de 1953, con la presidencia del doctor Carlos Iríbar Pilotto. El 5 de mayo de ese año, en el Hospital Militar, comenzaron a dictarse las clases de la por entonces llamada Escuela de Enfermería y Samaritanas.

   Luego tuvo su propia sede en Neuquén 410, sobre un terreno donado por el municipio en la época de Víctor Puente, con la expresa finalidad de destinarlo a las actividades de la entidad. Allí funcionaba un natatorio y las escuelas de Guardavidas y Enfermería.