Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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Albano Costa: "Si me decían todo lo que iba a vivir hasta ahora, no lo hubiera creído"

En un año fue campeón Sudamericano U17 y subcampeón Premundial U18. Su objetivo, estar en el Mundial U19. 

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez


Pasó un año desde aquel sorpresivo llamado para una primera concentración con Argentina y, en ese período, Albano Costa se consagró campeón Sudamericano U17 en Colombia, subcampeón Premundial U18 en Buenos Aires y, ya de regreso en nuestra ciudad, metido en su club, 9 de Julio, se ilusiona con participar en el Mundial U19 de 2025.

-¿Estás viviendo algo que, tal vez, no lo tenías como expectativa o de alguna manera lo perseguiste hasta que te llegó la primera convocatoria a la Selección?

-La verdad que es un sueño. Sinceramente, impensado. Hasta hace un año no había tenido ningún contacto con la Selección, y si me decían todo lo que iba a vivir hasta ahora, no lo hubiera creído.

 -¿No es una frase hecha o de humilde?

-¡No, no! Yo nunca había tenido contacto con la Selección, salvo un campus del que participé junto con un montón de chicos de Bahía.

-¿Cuánto te cambio la cabeza desde el primer llamado?

-Mucho. No es lo mismo lo que pensaba en cuanto a qué trabajar y también a futuro, el cual genera diferentes las opciones.

Albano Costa habla pausado, claro, analiza cada respuesta. Se lo nota maduro, asumiendo y disfrutando lo que está atravesando, mientras poco a poco empieza a aterrizar después de sumar horas de vuelo con la Selección, que jugó el Premundial U18 en cancha de Obras.

-¿Qué dejó la experiencia?

-La verdad que todo es aprendizaje. Estar en la Selección es algo soñado, para lo que vengo trabajando. La experiencia es inolvidable. Aparte con los chicos tenemos una muy buena relación de otros procesos. Y a esto se suma el resultado, que hace todo casi ideal.

-¿Cómo viviste el proceso hasta la confirmación, más allá de la intuición que podías tener?

-Me jugó a favor haber tenido otro proceso igual el año pasado. Esa vez sí la pasé peor, por estar pensando todo el tiempo. Aprendí que eso era peor. En este proceso pude manejarlo mucho mejor. Obvio que en las habitaciones hablás con tus compañeros de "cómo me viste hoy o quién es el mejor”, pero hay que tratar de no pensar, es mejor para la cabeza y uno mismo.

-Mauro Polla destacaba que supiste adaptarte a lo que te pedía el cuerpo técnico. ¿Eso también te llevó un tiempo de aprendizaje?

-Sí, obvio. Yo sabía que tenía que hacer todo lo que me pidieran. Siempre, al jugar en diferentes categorías en el club, fui pasando por distintas posiciones, entonces, tengo una fácil adaptación. Empecé jugando más bien de base, y me fui corriendo de dos o tres para defender.

-¿Esto también va marcando la tendencia que a mayor nivel, más lejos del cesto vas a tener que jugar?

-Sí, sí. Lo tengo claro hace un tiempo. Hace unos años que intento alejarme del aro. Antes era de los más altos de mi equipo, podría haberme puesto abajo del aro a meter 30 puntos por partido, hacer diferencia física y tirar arriba de todos. Pero elegí no ser esa opción, porque sabía que era a corto plazo y siempre decidí un poco más a largo plazo, asentarme más afuera, lo que a futuro voy a poder hacer.

-En esta variedad de posiciones, ¿en cuál te sentís más cómodo?

-Jugando de uno o dos es donde más cómodo me siento. Pero este torneo por momentos hasta jugué de cuatro.

-A partir de tu defensa, básicamente, le fuiste muy útil al equipo. ¿Cuánto hay de naturalidad en ese aspecto o de sacrificio por ganarte los minutos a partir de la misma?

-Creo que es más lo segundo que lo primero. También va relacionado con lo que te dije antes, acá, en 9 de Julio, tengo un rol más ofensivo y es a lo que más acostumbrado estoy en el día a día. Pero sabía que en la Selección mi función era entrar a defender. Este año estuve trabajando en eso para fortalecer, porque sé que es lo que me daba la posibilidad de ganarme el puesto. Y quedé contento, porque durante el torneo tuve mis apariciones buenas en ese aspecto.

Las diferencias

Albano jugó los seis partidos, promediando 12,1 minutos, 2,5 puntos y 1,5 rebotes.

-Este torneo fue de mayor nivel que el Sudamericano. ¿Haber jugado un torneo más exigente los hace tener otra visión más real del nivel internacional?

-Fue mucha la diferencia comparado con el torneo del año pasado. Más que nada desde lo físico. Se notó mucho. No por menospreciar a nadie, pero no es lo mismo enfrentar a Chile que a Estados Unidos. Es una cuestión física y genética. También están mejor trabajados y eso se nota en la cancha.

-¿Cuál fue la mayor dificultad relacionada con esto?

-Se notaba mucho, por ejemplo con Estados Unidos, el primer paso que tienen. Cuando reaccionaste y querés moverte, ya los tenés dos metros atrás. Hay que tener mucha reacción, porque al ser tan explosivos, en medio segundo perdiste.

-¿Y ofensivamente?

-Canadá tenía un chico de 2m32, Estados Unidos, uno de 2m20... Definir abajo del aro en bandeja era muy complicado.

-¿Cuánto desestructura esto al juego colectivo?

-Cuando uno está adentro de la cancha piensa el cómo. El último partido tuvimos un buen arranque, lo mantuvimos, pero cuando te desconcentraste no te perdonan. Se hacen muy fuertes, ganan en confianza y si los dejás agrandar no tenés margen.

Pasado y presente

-A la hora de comparar el día a día, ¿notaste diferencias con el resto por jugar únicamente en el torneo local o ya por haber participado de un torneo internacional tenías una referencia?

-El torneo pasado me daba una referencia y desde que terminó, como ahora para lo que viene, puse el foco en el club y en mi parte individual. Desde que terminó el torneo anterior sabía que uno de mis objetivos personales era llegar hasta acá. Uno se prepara sabiendo lo que le espera.

-¿Cómo hacés para conjugar el trabajo del equipo a nivel club con la mirada individual más allá de la competencia propiamente dicha?

-Mis actividades con el equipo son iguales a las de mis compañeros. Y en lo personal le agrego un entrenamiento más personalizado, enfocado en lo otro.

-¿Qué aspectos tratás de fortalecer básicamente?

-Intento mejorar lo que es el tiro y después fortalecer los fundamentos que, tal vez no son tan útiles acá, pero sí para atacar el aro y enfrentarse a un rival de 2m20. Acá no hay ningún jugador con esas características, pero yo intento practicar pensando en otro nivel.

-En este proceso de crecimiento, desarrollo e ilusión con la Selección, ¿vas persiguiendo alguna meta o te preparás y disfrutás para llegar hasta donde el nivel te lo permita?

-A esta edad intento disfrutar el momento y seguir trabajando para el futuro. Eso me va a permitir evolucionar en mi presente.

-¿Qué te moviliza en el día a día por encima de la Selección? ¿Tenés expectativas de saltar a otro nivel en lo inmediato?

-La verdad que en lo inmediato no lo tengo definido, lo estoy analizando. No hay un destino claro todavía.

-¿Hoy apuntás a seguir quemando etapas en 9 de Julio?

-No sé cuál será mi decisión a mediano plazo. Intento disfrutar lo que pasa ahora y a futuro que venga lo que venga.

-¿Cómo viviste de cerca el torneo de Primera con 9 de Julio o te focalizás básicamente en tu categoría?

-Este año y el anterior me perdí muchos partidos por estar con la Selección. Y no llegué a tener varios partidos consecutivos para consolidarme. Y en mi categoría, la diferencia es que cuando no estoy no se juega.

-¿Qué estás estudiando?

-Estoy estudiando de forma virtual Licenciatura en Ciencia de Datos.

-¿La elección de estudiar virtual es justamente porque viene junto con poder hacerlo desde cualquier lugar

-Sí, porque como no sé qué me deparará el futuro inmediato, opté por esto. De todos modos, el estudio es innegociable.

-¿Se habla el tema dentro de la Selección, hay chicos que tienen el estudio dentro de la agenda diaria?

-Creo que la minoría pensamos en el estudio. La mayoría no siguió después de terminar la secundaria.

Albano Costa disfruta el presente e invierte a futuro con el básquetbol, sin olvidar que con estudio siempre se puede ser "competitivo" en la vida, por encima de cualquier nivel deportivo.