Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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“No hay ningún riesgo de que la UNS se cierre”

La secretaria general de Planificación y Gestión Presupuestaria, Dra. Cintia Martínez, admitió que enfrentan las restricciones priorizando los gastos corrientes y resignando las inversiones de capital. El presupuesto 2024 es de casi $ 36.000 M.

La Dra. Martínez dijo que la docencia no se negocia. / Fotos: Pablo Presti y Emmanuel Briane-La Nueva.

“Más allá del debate por el presupuesto, me parece importante ratificar que no existe ningún riesgo de que la Universidad Nacional de Sur se cierre. Va a seguir funcionando y las clases continuarán, ya que tampoco hay posibilidades de abandonar carreras”.

La Dra. Cintia Martínez, secretaria general de Planificación y Gestión Presupuestaria de la UNS, puso negro sobre blanco —por si hiciera falta— acerca de un tema sensible en la comunidad bahiense en medio de la discusión sobre los recursos económicos asignados (o ajustados) por el Estado a las universidades nacionales.

“Sabemos que hay muchos padres preocupados por rumores en este sentido y por eso lo aclaramos: la universidad no va a perder nada de lo que ya tiene”, añadió.

El presupuesto de la UNS asignado para el corriente 2024 ronda los 36.000 millones de pesos (ver aparte).

“¿Cómo se hace un presupuesto? Una vez que tenemos la estimación, recién entonces se decide en qué se van a gastar los fondos que llegan por dos partidas diferentes. La primera, que es la más importante, es para cubrir gastos de remuneraciones al personal docente y no docente y la segunda, menor en términos comparativos, es la que sirve para financiar gastos de funcionamiento”, precisó Martínez.

“Teniendo esas dos vertientes podemos estimar el total de recursos con los que contaremos del Tesoro Nacional. Además de esa fuente, vamos a utilizar fondos propios que surgen de economía de ejercicios anteriores, así como de ingresos propios que tiene la UNS por diferentes cuestiones”, agregó.

Martínez dijo que, ahora, lo cierto es que los fondos del Estado están llegando a la UNS en forma puntual.

“La Secretaría General de Servicios Técnicos y Transformación Digital es la que más se ha visto resentida en las partidas”.

“Nosotros no hemos tenido desfasajes. Las cuotas arriban de acuerdo con lo programado, aunque debemos aclarar algo: no existe la actualización de gastos de funcionamiento al compás de la inflación”, sostuvo.

“En 2023 ese costo estuvo congelado y por eso arrancamos este año con una suma muy inferior a la que hubiera correspondido”, indicó.

“En el mes de marzo hubo una actualización del 70 % para esos gastos, que es un incremento importante pero, insisto: resulta insuficiente porque partimos de una base muy baja. Ahora se hizo un anuncio, ya que todavía no contamos con la resolución que lo respalde, pero creemos que se va a concretar, de un nuevo incremento para gastos de funcionamiento a partir del corriente mes de mayo”, explicó.

A propósito, este martes 21 el Gobierno informó que alcanzó un acuerdo con los rectores de todas las universidades públicas nacionales para incrementar el presupuesto destinado a este ítem clave. La suba, que reparará porcentajes anteriores adeudados, será del 270 % y la publicación oficial se prevé concretar este lunes 27.

“Por otro lado, las remuneraciones del personal se actualizan de manera mensual a través de la propuesta que hace el Gobierno nacional a los gremios, independientemente de la aceptación o no de parte de ellos. Es decir, tenemos actualizaciones mensuales para salarios y algunas escalonadas en lo que se refiere a gastos de funcionamiento—dijo Martínez.

—Pero el presupuesto es inferior en términos reales…

—Por supuesto. Es así si lo consideramos respecto del que teníamos el año pasado. Eso nos obligó a restringir algunas actividades en comparación con 2023, pero si cumplimos el presupuesto que aprobó el Consejo Superior no vamos a tener problemas.

—Cuando decís gastos de funcionamiento hay dos servicios relevantes que aún no terminaron de ajustarse: agua y energía.

—En 2023 ya sabíamos de la posibilidad de un ajuste tarifario.

“Por eso se hizo una previsión de fondos para este ejercicio de todas las suposiciones de ingresos que vamos a recibir durante el año por gastos de funcionamiento y, en esa reserva, incluimos gas y electricidad”.

—En este particular contexto, ¿cómo se determinan las prioridades?

—La actividad que no se negocia es la docencia. Las funciones primordiales de la universidad son formar profesionales y efectuar tareas de investigación. Las dos se han privilegiado y no se resienten porque, fundamentalmente, están respaldadas por la actividad de los docentes que reciben su remuneración con una partida específica y la investigación se sigue desarrollando. Pero, claramente, hay un ajuste en los fondos que reciben los investigadores y, por ahora, se realizan tareas a un nivel menor.

—¿Las obras proyectadas y el lanzamiento de nuevas carreras serán pausadas?

—Cuando existe un problema de restricción presupuestaria lo que se hace, normalmente, es priorizar los gastos corrientes y resignar las inversiones de capital. Eso hicimos. La Secretaría General de Servicios Técnicos y Transformación Digital es la que se ha visto más resentida en sus partidas, ya que no se esperan inversiones importantes salvo que lleguen fondos específicamente para eso, circunstancia que no prevemos, y por eso solamente nos dedicaremos al mantenimiento de las infraestructuras que tenemos.

“Hay un ajuste en los fondos que reciben los investigadores y, por ahora, se realizan tareas a un nivel menor”.

“Todo lo que se deja de asignar a inversiones de capital se reasigna a gastos corrientes, como investigación; proyectos de extensión y todo lo relacionado con el comedor y las becas estudiantiles y de investigación”.

—En este contexto económico, ¿hay alguna forma de ver el vaso medio lleno?

—Se sabe que es crítica la situación de los sistemas universitarios, de ciencia y tecnología y de investigación. Y a nosotros, como universidad, nos toca adecuarnos de la mejor manera posible al presupuesto con que contamos.

“Pero quiero diferenciar algo: una cosa es que con los recursos que tenemos podamos sostener las actividades que planificamos y otra es decir que estamos con un presupuesto holgado. En mi rol de secretaria de Gestión Presupuestaria lo que me toca hacer es ver con cuánto vamos a contar y cómo lo vamos a gastar para garantizar de que vamos a llegar a fin de año en funcionamiento. Pero eso no implica decir que el sistema universitario no está en una situación de crisis.

“Veamos el vaso medio lleno. Lo primero: si se acomoda la macro y la inflación se controla ya no tendremos los problemas que impactan en las distintas partidas de gastos y vamos a poder funcionar mejor y con mayor tranquilidad.

“Otra señal es que si se cumplen los anuncios de incremento de los gastos de funcionamiento que se han difundido en estos últimos días tendremos una situación más cómoda, al margen de que no haya ajustes por inflación. Aclaro: aún cuando tengamos recomposiciones este año, no sé si vamos a poder equiparar en términos reales el presupuesto que manejamos en 2023”.

Los números del cálculo de recursos

El presupuesto de la Universidad Nacional del Sur (UNS) para el corriente año es de 36.000 millones de pesos.

De este total, el 90 % corresponde a salarios del personal docente y no docente, en tanto que el 10 % se asigna a gastos de funcionamiento.

El detalle se corresponde a casi $ 30.000 millones, siendo los restantes $ 6.000 M a otros gastos, entre ellos mantenimiento y obras eventuales.

El desglose es el siguiente:

—Para personal docente: 18.500 millones de pesos (corresponde al 57 % del presupuesto 2024).

—Para personal no docente: $ 8.400 M (26 %).

—Para los Departamentos de la UNS (17) y las escuelas preuniversitarias: $ 285 M (80 % más respecto del año 2023).

—Para proyectos de investigación, apoyo a cursos de posgrado y actividades de extensión: $ 190 M.

—Para la Secretaría de Bienestar Universitario: $ 800 M (incremento de 180 % respecto de 2023.). En el desglose de este ítem: becas y subsidios a los estudiantes, $ 400 M (153 % más que en 2023) y el subsidio al comedor universitario, $ 360 M (260 % más que el último año).

—Para la Secretaría de Ciencia y Tecnología: $ 464 M. En el desglose, con finalidad a becas se destinan $ 208 M (suba del 270 % en relación con el año 2023).

—Secretaría General de Servicios Técnicos y Transformación Digital: 768 millones de pesos.