El principito a tres máquinas
Si bien como Director de tráfico su trabajo era administrativo, Saint Exupéry era apasionado por el vuelo.
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Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 94 años, en abril de 1930, Antoine de Saint Exupéry, empleado de la compañía aérea Aeroposta Argentina, pilotó uno de los vuelos senmanales entre nuestra ciudad y Río Gallegos.
A sus 30 años de edad, Saint Exupéry no se conformaba con su cargo de Director de Tráfico de esta empresa de capitales franceses inaugurada en noviembre de 1929 con la primera ruta de cabotaje del país, uniendo nuestra ciudad con Comodoro Rivadavia, servicio que luego extendió hasta Río Gallegos.
Por eso era habitual que asumiera la conducción del avión que cubría la denominada Línea Patagónica, considerada por los propios pilotos como una de las más difíciles del mundo por las condiciones climáticas en las que se debía volar, como consecuencia de los fuertes vientos.
El servicio se prestaba mediante aviones Laté 25, nave con fuselaje de aluminio, propulsada por un motor Renault de 12 cilindros, con unos pequeños compartimentos para las bolsas postales y capacidad para cuatro pasajeros en una cabina cerrada. En la parte superior estaba la cabina, abierta, para el piloto. Podía desarrollar una velocidad de hasta 190 km/h y tenía combustible para cubrir 850 km.
Saint Exupéry despegó aquel abril de 1930 desde Río Gallegos con destino a Comodoro Rivadavia, piloteando el Laté 25 número 643, con cuatro pasajeros y abundante correspondencia, llegando a destino a las 15.15. Al día siguiente despegó con el Laté 25 número 645, con destino final a nuestra ciudad, haciendo escalas en Trelew y San Antonio Oeste. A poco de su llegada cambió al Laté 25 número 644, llevando pasajeros y correspondencia hasta General Pacheco, en Buenos Aires.
Saint Exupéry estuvo a cargo de la línea hasta 1931, año en que regresó a Francia. Doce años después, en 1943, publicó El Principito, uno de los libros más editados y traducidos en la historia de la literatura universal.