Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

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Pasaron 40 años de un ascenso único e irrepetible: el de Olimpo al Nacional ´84

El aurinegro se consagraba campeón del Regional y llegaba por primera vez a al torneo que, entre 1967 y 1985, se disputó siempre antes del Metropolitano de AFA. El último partido ante Belgrano de Zárate, la lluvia, el Carminatti a reventar y el recuerdo de cuatro baluartes de esa hazaña.

Fotos: Rodrigo García y Archivo-La Nueva.

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(Nota ampliada de la edición impresa)

La irrupción en el fútbol grande a principios de la década del 2000 y las catorce temporadas en Primera división de AFA son, sin dudas, marcas a fuego en la historia de Olimpo, y ese hincha que empezó a seguir al aurinegro en esas ediciones con dos torneos (Apertura y Clausura primero e Inicial y Final después), donde sufrir por la permanencia era una constante más allá de mirar de reojo, muy de vez en cuando, la posibilidad de clasificar a una Copa internacional, puede llegar a sentenciar, seguramente con toda la inocencia del mundo, que esa “fue la mejor etapa de Olimpo a nivel nacional”.

Fue un mojón más en la vida institucional olimpiense, un logro trascendental y una hazaña que hasta cuesta creer que se vuelva a repetir, aunque me inclino más, y no de ahora sino desde siempre, por la idea o el raciocinio de ciertos seguidores (simpatizantes más que fanáticos) que hoy superan la barrera de los 55 o 60 años: “la década de oro del fútbol de Olimpo fue la del '80”.

Entonces, en un ligero y mental viaje en el tiempo, enseguida aparecen tres imágenes inolvidables: la clasificación al Nacional `84; el doble enfrentamiento con Boca por la Liguilla Pre Libertadores (1986) y el ascenso al Nacional B en 1989.

Voy a hacer hincapié en la primera de ellas, porque el 29 de enero que pasó se cumplieron 40 años de la única participación de Olimpo en un certamen Nacional, competencia que se disputaba en los primeros meses de cada temporada, antes del Metropolitano, entre los equipos de Primera de AFA que se mezclaban con plazas fijas del interior y los elencos que ascendían del Regional.

Eran épocas donde el club del centro hacía “capote” en la Liga del Sur (fue campeón consecutivamente entre 1976 y 1988), aunque su “peso” futbolístico y su animación en cada torneo Regional no siempre arribaban a un final feliz.

En la contienda que arrancó el 16 de octubre de 1983 y finalizó el 29 de enero de 1984, Olimpo pudo conseguir el objetivo tantas veces postergado: ser el mejor de la provincia de Buenos Aires y ser uno de los seis ascendidos al Nacional (los otros fueron Atlético Ledesma de Jujuy, Atlético Uruguay de Concepción del Uruguay, Estudiantes de Río Cuarto, Ferro de General Pico y Unión de General Pinedo), torneo que en ese entonces contó con 32 participantes (divididos en 8 Zonas de 4 equipos, clasificando solo el primero a la instancia final) y fue ganado por Ferro Carril Oeste (accedió a la Copa Libertadores de 1985).

En la fase previa, el de Bahía integró la subzona C del Grupo 1, la que se adjudicó con puntaje ideal: 3-0 a Huracán TA (l), 3-1 a Independiente de Daireaux (v), 2-1 a Loma Negra (l), 2-0 a Maderense de Francisco Madero (v), 6-1 a Huracán TA (v), 5-2 a Independiente (l), 2-1 a Loma Negra (v) y 4-0 a Maderense (l).

Con 8 de 8, finalizó al tope de las posiciones con 16 puntos (en esa época se daban dos unidades por partido ganado), con 27 goles a favor y 6 en contra.

En la ronda final sufrió hasta lo último, porque obtuvo la clasificación por diferencia de gol, tras terminar en la cima de la tabla junto a Rivadavia de Lincoln.

Así fue el camino de los dirigidos por Eduardo Grispo: 0-1 con Racing de Gardey (v), 3-2 a Rivadavia (l), 4-0 a Belgrano de Zárate (v), 3-1 a Racing de Gardey (l), 1-3 con Rivadavia (v) y 7-1 a Belgrano (goles de Schmidt –2--, Mansilla, De la Canal, Horacio García, Basualdo y Cheiles --penal--)

Terminó con 8 unidades (4 éxitos y 2 derrotas), pero con más 10 de diferencia de gol (18 a favor y 8 en contra), superando a Rivadavia (+3, con 14 y 11).

 

En total, Olimpo, reforzado por los defensores Ariel Wiktor (Independiente) y Eduardo Diomedi (Liniers), cosechó 12 triunfos y 2 derrotas, con 45 goles a favor y 11 en contra.

Ese domingo 29 de enero de 1984, en la fecha de cierre, bajo una intensa lluvia y en un estadio Carminatti repleto, Olimpo logró la proeza, beneficiado también por el 1-1 entre Racing de Gardey y Rivadavia en el encuentro desarrollado en Tandil.

El goleador de la campaña fue Raúl Daniel Schmidt con 13 tantos. Lo siguieron Oscar De la Canal (9) y Manuel Cheiles (8). Ellos tres, más Ramón Armando Mansilla (aportó 4 goles), José Ramón Palacio (2 conquistas) y Ariel Wiktor, disputaron los 14 partidos del torneo.

Más atrás: Roberto Abt (13 presencias), Luis Basualdo (12 y 1), Miguel Angel Suárez (12), Jorge Funes (11 y 3), Marcelo Fredes (10 y 1), Roberto Depietri (9 y 1), Ricardo Daniel Florit (6), Héctor Eduardo Comas (6 y 1), Horacio García (4 y 2), Eduardo Diomedi (3), Esteban Fernández (1) y Alfredo Torres (1).

 

Out por penales

Apenas 20 días después de ser campeón del Regional, el 19 de febrero Olimpo intervino en el Nacional. Le tocó el Grupo H, junto a Estudiantes de La Plata, Atlanta y Unión San Vicente.

A dos ruedas, el aurinegro ganó 3, empató 1 y perdió 2. Su derrotero: 0-4 con Estudiantes (l), 3-2 a Unión San Vicente (v), 1-0 a Atlanta (l), 4-0 a Unión (l), 1-2 con Atlanta (v) y 1-1 con Estudiantes (v).

El Pincha culminó con 11 unidades, Olimpo con 7, Atlanta con 5 y Unión SV con 1. El hecho de ser segundo lo hizo cruzar, en octavos de final, con el Nº 1 del Grupo A, Newell's, que había terminado arriba de Talleres de Córdoba, Boca y Ferro de Pico en las posiciones.

A Ñuls lo tuvo a maltraer: 0-0 en nuestra ciudad (miércoles 4 de abril) y 1-1 en Rosario (miércoles 11 de abril). José Ramón Palacio puso en ventaja a la visita y empató Gerardo Martino para la Lepra. Fueron a suplementario y siguió todo igual, aunque en la última jugada, Horacio Bernabé García, el “Chacarero”, erró un cabezazo con todo el arco a su disposición.

Entonces, penales, y ahí se impuso el dueño de casa por 7-6. Para el rojinegro anotaron Macat, Fabián Basualdo, Viglione, Ciraolo, Santillán, Reggiardo y Baribieri, errando su remate Sergio Almirón. La secuencia de Olimpo: Cheiles (desviado), Palacio (gol), Di Gilio (gol), Horacio García (gol), Schmidt (gol), Miguel Angel Suárez (gol), Depietri (gol) y Luis Basualdo (atajó Civarelli).

En el cotejo de ida, el aurinegro formó con Abt; Luis Basualdo, Casado, Diomedi, Cheiles; M. A. Suárez, Fredes (Di Gilio), Mansilla (Depietri); Palacio, Schmidt y H. García.

Newell's, orientado técnicamente por Juan Carlos Montes, se paró con Civarelli; Barbieri, Macat, Pautasso, Fabián Basualdo; Bianco, Martino, Zárate; Reggiardo, Ciraolo (Viglione) y Almirón (Santillán).

En la vuelta, Olimpo repitió el once y las modificaciones, mientras que el local alineó a Ciavarelli; Barbieri, Macat, Pautasso, Fabián Basualdo; Blanco, Martino (Viglione), Lorant (Reggiardo) Ciraolo; Santillán y Almirón.

El plantel: Roberto Abt, Estéban Fernández, Alfredo Torres, Daniel Florit, Eduardo Diomedi, Félix Quiroga, Ricardo Casado, Manuel Cheiles, Miguel Angel Suárez, Marcelo Fredes, Ramón Mansilla, Jorge Funes, Raúl Daniel Schmidt, José Ramón Palacio, Darío Dolce, Luis Basualdo, Roberto Nauri, Raúl Rojas, Roberto Depietri, Horacio García, Daniel Di Gilio, Ariel Ubeda y Ricardo Billegas.

 

Voces bien “vivas”

“Pasa el tiempo, pero estamos vivos y lo podemos contar”, coincidieron Raúl Daniel Schmidt, Manuel Cheiles, Esteban Fernández y José Ramón Palacio, cuatro futbolistas multicampeones con Olimpo y plenamente identificados con los colores por los muchos años que permanecieron en el club.

-- “Uhhh... Me hacés revolver en el baúl de los recuerdos, ja, ja. En el partido ante Belgrano de Zárate, nos fuimos al entretiempo ganando 2-0, y ahí nos enteramos que Racing de Gardey y Rivadavia de Lincoln estaba a punto de terminar y seguían empatados. Solo teníamos que entrar al complemento y mantener la ventaja, pero en una exhibición de fútbol memorable metimos cinco goles más. Después tuvimos menos de un mes para prepararnos para el Nacional, que lo afrontamos casi con el mismo plantel”, sostuvo el “Ruso”, quien en ese entonces tenía 24 años.

“Nuestro paso por el Nacional fue buenísimo, clasificamos segundos en la Zona atrás de Estudiantes y en octavos tuvimos contra las cuerdas a Newell's. La verdad, teníamos equipo para seguir avanzando; al menos a mi me quedó la sensación de que eramos más que algunos elencos de Primera”, agregó el temible goleador, bautizado como “El doctor del área” por el relator de LU2 Rubén Coleffi.

-- “Ese día con Belgrano de Zárate el estadio estaba desbordado, hubo tanta gente como la que fue ante Boca por la liguilla Prelibertadores, dos años después. Olimpo era un grande a nivel regional, ilusionaba con su fútbol y sus campañas. Algunos de ese plantel lamentablemente hoy ya no están y otros pisamos los 70, pero es una alegría volver a hablar del único ascenso al Nacional que consiguió Olimpo. Nos costó mucho llegar pese a que contábamos con un gran equipo y futbolistas consolidados que venían jugando juntos desde mucho tiempo antes”, relató Manuel Alberto Cheiles, que arrancaba el '84 con 29 pirulos.

“No hay que olvidarse que enfrentábamos a equipos económicamente potenciados por gobiernos, políticos o empresarios. Tampoco me olvido todo lo que nos hicieron: llegamos a ese último partido palo a palo con Rivadavia de Lincoln, nos cambiaron el referí sobre la marcha y nos hicieron jugar una tarde con muchísimo calor. Pero ese Olimpo hablaba en la cancha, y ya en el Nacional, solo Estudiantes nos vapuleó, porque a Atlanta y a Unión San Vicente le marcamos la cancha. Llegó Newell's y ese penal que erré (hizo una pausa); el que todavía hoy me sigue dando pesadillas. Igualmente fue un orgullo enorme ser parte de ese Olimpo que, en esas épocas, ganaba todo”, acotó el “Negro”.

-- “No fue un título y un ascenso más, significó una emoción muy grande para un grupo de muchachos que lo venía intentando año tras año. Habíamos llegado a otras finales, pero nos quedábamos en la puerta, hasta que en 1984 dimos el batacazo. En la Liga del Sur eramos campeones todas las temporadas, solo nos faltaba ese saltito del Regional al Nacional, y lo conseguimos con un equipazo. Racing de Cardey nos dio una mano, es cierto, pero el ascenso fue mérito de Olimpo”, rememoró Esteban Fernández, también de 29 abriles en aquel 1984.

“A los 20 días debutamos en el Nacional, en cancha nuestra... (Se emociona) Perdón, me acuerdo como estaba el Carminatti ese día y se me pone la piel de gallina. Perdimos feo contra el Estudiantes de Islas, Russo, Ponce, Trobbiani, Sabella, Trama y Gotardi, entre otros. Tres goles me hizo Trama y el otro Issa (Hugo), que jugaba de central. Me desgarré en el partido ante Atlanta, entró Abt (Roberto) y atajó hasta el final. Volví al banco frente a Newell's, en Rosario, ¡que amargura! Igual debo reconocer que fue una experiencia hermosa e inolvidable para ese plantel comandado por el maestro Eduardo Grispo”, sumó el “Ciego” de Punta Alta.

-- “Me acuerdo que mientras jugábamos contra Belgrano de Zárate, en el banco escuchaban la radio para informarnos sobre el partido entre Racing de Gardey y Rivadavia. Contábamos con un gran potencial, con enormes jugadores; creo que estábamos a la altura de cualquier elenco de Primera de AFA. Las charlas técnicas eran siempre las mismas: había que salir a atacar porque el equipo no sabía especular; la idea era devorar al rival, llevarlo por delante. En ese Regional, en cancha de Huracán de Tres Arroyos, ganamos 6-1 (fase de Grupos) y nos fuimos aplaudidos por la tribuna local. Habíamos hecho un partidazo”, indicó José Ramón Palacio, con una mente brillante a sus 73 años.

“En la tanda de penales ante Newell's me tocó patear el segundo, después de que Cheiles había errado, y no te puedo explicar las sensaciones en la caminata desde la mitad de la cancha hasta el arco. Me temblaba hasta el ombligo, pero lo metí. Casi dejamos de rodillas a un rival plagado de figuras, de futuros cracks, un equipo que después ganó todo”, apuntó el “Gallego”.

Y cerró con una anécdota: “El día anterior a los partidos hacíamos el famoso `picón´ informal; yo atajaba de un equipo y el doctor Rafti (Alfredo) era el 9 del otro. De mi lado estaba Daniel (Florit), encargado de hacerle personal al Doc y de darle alguna que otra patadita. Como no la tocaba, Rafti se enojaba, pero más se enfurecía cuando en el ascensor del hotel donde concentrábamos aparecía, confeccionada por Depietri, la famosa `papeleta´ con la reseña del partido, las formaciones y los puntajes de los jugadores. El sábado, antes del choque ante Belgrano, en el informe se leía: `Rafti, 3´, y agregaba `erró mucho y nunca le pudo ganar a su marcador´ El Tordo, que se lo tomaba en serio, se volvió loco y le fue a pedir explicaciones a Roberto (Depietri) mientras nosotros nos moríamos de risa. Muy bueno”.