Indignación y dolor en Olimpo: “Después de todo lo que nos hicieron, nos pidieron perdón”
“Nunca vivimos algo parecido, fue una locura y un papelón”, reflejaron algunos integrantes del plantel aurinegro tras la escandalosa eliminación en La Banda, Santiago del Estero. Las disculpas de la terna arbitral, los piedrazos, lo que no se vio..
Lo que tanto se había hablado en la semana se terminó confirmando en la cancha: Olimpo fue perjudicado por el arbitraje, empató 1-1 con Sarmiento de La Banda y quedó eliminado de la Reválida del Federal A.
Hay modos y formas, y eso es lo que más le hizo ruido al plantel aurinegro, porque el principal Joaquín Gil y sus asistentes “No disimularon nada para robarnos en la cara”.
Algunos integrantes de la delegación olimpiense —se encuentra de regreso hacia nuestra ciudad— con décadas ligados al fútbol, aseguraron no haber visto nada igual en ninguna de las categorías por donde les tocó transitar.
Un árbitro puede dirigir bien o mal, se puede equivocar reiteradamente en un partido, como ha sucedido miles de veces, pero que la terna termine pidiendo perdón por su cometido, tal como aclaran jugadores, auxiliares y componentes del cuerpo técnico de Olimpo, da a entender que “había un mandato de favorecer a uno y perjudicar al otro”, y eso es lo triste y lo que más duele dentro de un deporte que, lamentablemente, dejó de regirse por la pasión para moverse, descaradamente, por el negocio y la corrupción.
“Lo que pasó fue una locura, imposible de describir con palabras; nunca en mi carrera me tocó vivir algo así, y espero que nunca más me toque”, dijo el volante Facundo Affranchino en un video que grabó, tras el encuentro, para el sitio Simplemente Aurinegro.
“Hacía mucho tiempo que no me iba de una cancha con tanta impotencia e idignación, lo que hizo la terna arbitral fue muy alevoso, desde las faltas chiquitas hasta las grandes, todas para ellos. No nos dejaron avanzar hacia el arco contrario y el penal que le cobraron a Sarmiento fue afuera del área”, declaró el capitán de un Olimpo que ya debe ponerse a pensar en la sexta temporada consecutiva en el federal A.
“Si nos dejaban jugar y avanzar, futbolísticamente le podíamos hacer daño al rival y meterle algún gol más, eso es lo que sentíamos dentro del campo”, indicó el ex River, quien fue alcanzado por un proyectil que le lastimó la cabeza.
“Así está el fútbol argentino y los jugadores somos víctimas una vez más. Encima, después del partido, los hinchas de Sarmiento empezaron a tirar piedras y la policía y algunas personas de seguridad privada entraron a la cancha para empujarnos y pegarnos”, detalló.
“Al principio el árbitro (Joaquín Gil) no aceptaba los reclamos, estaba convencido de lo que cobraba, pero después nos terminó pidiendo perdón”, resaltó “Facu”.
Otro que caminaba por las paredes era el Profe Marcos Galeano: “Estoy desilusionado y me da asco que árbitros que se manejan a nivel profesional tengan que hacer lo que hicieron. Ni José Díaz, cuando nos dirigió y nos bombeó ante Independiente de Chivilcoy, se animó a tanto. Joaquín Gil no te dejaba avanzar, apenas recuperabas la pelota, era foul para el rival. Los líneas levantaban en todos los ataques y a nuestros jugadores le pedían perdón a cada rato. Veníamos con la idea de que algo podía pasar, de que nos podían perjudicar, pero esto atravesó todos los limites posibles”.
“En el penal que cobra, hay falta, pero es afuera del área. A Espejo y a Coacci los frenó todo el tiempo, sobre todo después que convertimos el gol del empate. El fastidio nuestro no es con el rival ni con sus hinchas, más allá que se desubicaron tirando piedras, es con el árbitro y sus colaboradores. Otro papelón de Joaquín Gil, el que cobró el penal invisible para Riestra ante Comunicaciones en la Copa Argentina”, relató Marquitos.
“La terna arbitral tenía designada seguridad privada, que agitó en vez de calmar cuando todo estaba caliente. Lamentable”, concluyó.
Por algo la dirigencia de Sarmiento no aceptó que el partido sea televisado, que no haya cámaras en el estadio y que nadie pueda filmar con los teléfonos celulares. Nada más que agregar señor juez.