De la adversidad a la cima: la historia de Sandra y su lucha contra el cáncer de mama
Tras vencer a la cruel enfermedad, organizó una caminata de ocho horas que culminó con el ascenso al cerro Tres Picos.
Periodista y técnica en Comunicación Digital. Desde 2022, integra el equipo de redacción de La Nueva., donde cubre eventos sociales y políticos a nivel local, regional y nacional para la edición impresa y digital.
"En 2022 me diagnosticaron cáncer de mama. Me hice los controles anuales, sin antecedentes familiares, y en la mamografía apareció algo extraño. Me realizaron estudios y una punción, pero yo estaba convencida de que había una equivocación y que me iba a dar todo bien. Hasta que un día el doctor me dijo que las células eran malas".
Sandra Díaz tiene 45 años y ya superó la enfermedad cuyo Día Internacional de Lucha se recordó el último sábado 19. En esa jornada lideró una caminata de ocho horas que culminó con el ascenso al cerro Tres Picos.
Bajo el lema "Desafiando la vida", y acompañada por su hermana Mónica, encaró la propuesta como un símbolo de superación.
"Mientras subía, pensaba que la lucha contra el cáncer era como escalar ese cerro: me canso, me enojo, quiero abandonar, me pregunto por qué estoy haciendo esto, y después cuando llego, me siento muy bien, me siento feliz y pienso que lo superé o que por lo menos le gané una buena parte de la batalla a esta enfermedad", reflexionó junto a La Nueva.
En lugar de detenerse, la bahiense tomó el desafío con fortaleza. Apenas un día después de recibir la noticia, decidió subir el cerro Ventana con su hermana, una experiencia que le dio perspectiva.
Este fue el motivo por el cual Sandra y Mónica decidieron organizar la actividad y difundirla a través de redes sociales. Y así, lo que comenzó como algo privado, entre amigos, se convirtió rápidamente en un evento popular. Personas de diferentes lugares, como Tornquist, Cnel. Pringles y Mar del Plata, entre otras, se sumaron a la caminata.
"Nos sorprendió. Muchas habían sufrido la enfermedad o conocían a alguien que había pasado por esa situación", dijo Sandra.
El Tres Picos, de 1239 m s. n. m., es la mayor elevación de toda la Provincia y se encuentra en Sierra de la Ventana. El grupo, compuesto por 70 personas, llegó unido a la cima, una hazaña que no siempre es posible.
"Fue una alegría inmensa. Llegaron todos y estaban contentos. Algunos chicos hicieron banderas, otros llevaron cintas rosas para ponernos como distintivo. La verdad es que es una felicidad inmensa porque pudimos lograrlo juntos. En el camino nos íbamos dando fuerzas. Se armó una linda comunidad sin conocernos", relató.
Cada participante escondía una historia especial. Un joven contó que caminaba en honor a su madre, quien había fallecido tras un cáncer de mama. Otros se unieron por la esperanza de quienes siguen luchando contra la enfermedad.
Amor y la superación
Sandra encontró en su hermana un apoyo fundamental que la acompañó en todo momento, tanto en los tratamientos como en los días difíciles.
"Desde el primer día me acompañó. Fue mi soporte y sigue siéndolo. Está ahí para todo: si me tengo que hacer un estudio ella va conmigo, el día que me operé ella estuvo conmigo. Somos muy unidas y esta enfermedad nos unió más", dijo emocionada.
La caminata, más allá de ser un desafío físico, se convirtió en un símbolo de superación y vida que podría establecerse como un evento anual.
"A mí me gustaría. Mi hermana hoy dice que ni loca, pero la voy a convencer", comentó entre risas.
"Estuvo muy bueno. La gente todavía nos sigue mandando mensajes de agradecimiento y me parece que vale la pena hacerlo. Era una marea rosa que iba subiendo una montaña. Además, es una manera de honrar la vida, superar un desafío y promocionar la actividad física como forma de vida, que es algo que trae salud", agregó.
Un mensaje para todas
Además de su inspirador testimonio, Sandra enfatizó la importancia de los controles médicos anuales. "Nunca imaginé que iba a pasar por esto y si no fuera por ese chequeo que me hice, quizás todavía no me hubiese enterado de la enfermedad", advirtió.
La fonoaudióloga también destacó la relevancia de rodearse de personas que te apoyen durante el proceso y de compartir experiencias con otros que hayan atravesado lo mismo. "Hablar con quienes pasaron por esto ayuda mucho, yo lo hice", afirmó.
El reto superó a la simple actividad física; fue un acto de resistencia, unión y esperanza. Para Sandra, llegar a la cima del cerro Tres Picos simbolizó no solo una victoria contra la enfermedad, sino también la capacidad de superar las adversidades cuando se está acompañado.