Bahía Blanca | Viernes, 11 de julio

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Juicio a Verna: qué escenarios enfrentan los jurados

Cuántos votos se necesitan para llegar a los extremos condenatorios que promueven la querella (el más duro) y la fiscalía ¿Puede ir preso el abuelo que mató al nieto?

El abuelo, con un bastón, recorre los pasillos de Tribunales, a la espera del juicio. Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

El juicio a Domingo Verna será resuelto -a solicitud del imputado, quien tiene el derecho a optar por esta modalidad- por un jurado popular.

Esa alternativa modifica claramente el escenario sobre el resultado del veredicto, a diferencia de lo que puede ser un debate tradicional con un tribunal técnico, compuesto por tres jueces profesionales. 

Mariel, madre de la víctima e hija del acusado, declarará en el juicio.

En el caso -totalmente atípico- existen tres posturas en pugna bien definidas: la defensa del abuelo (a cargo del abogado Ariel Zara) pedirá que el delito se encuadre en la legítima defensa; el fiscal acusador (Jorge Viego) considera que hubo un exceso en la legítima defensa, mientras que para la querella (representada por el abogado Ignacio Yazyi) se trató de un homicidio calificado con premeditación, que prevé la pena de prisión perpetua.

Cuáles son los requisitos legales para la legítima defensa

Para que el jurado lo encuentre culpable del delito más grave, se necesitará unanimidad, es decir que los 12 integrantes (seis hombres y seis mujeres previamente seleccionados por las partes intervinientes) voten en ese sentido.

La culpabilidad según la posición del fiscal (por el tipo de delito, con una pena máxima de 6 años de prisión) se puede alcanzar con 10 de los 12 votos, mientras que si hay al menos 4 de los 12 jurados que no lo consideran responsable de esos delitos podría terminar por calificarse como una legítima defensa.

Si existen 9 votos de culpabilidad y 3 "a favor" del abuelo se dará lo que se llama jurado estancado. Eso motivará una nueva discusión entre los jurados a fin de que alguno, eventualmente, cambie su postura. Si no hay cambios, el juicio deberá suspenderse y tendrá que conformarse un nuevo jurado.  

De cualquiera de las formas, es casi un hecho que Verna no irá a la cárcel, teniendo en cuenta que tiene más de 70 años y que, por otro lado, transcurrió todo el proceso judicial en libertad.

A lo sumo, en caso de ser condenado a prisión perpetua, se podría ordenar que la cumpla bajo arresto domiciliario.