Condenan a otro policía que “protegía” a Suris y que hoy vive en Córdoba
Se trata de Javier Eduardo Urbano. El año pasado la Justicia local también había sentenciado a otros tres uniformados.
Quedó plenamente acreditado para la Justicia que Juan Ignacio Suris lideró una organización dedicada a vender drogas y una asociación ilícita fiscal. Hoy cumple condena en prisión por ambos delitos, con sentencia firme.
También fue probado que, para lograr semejante faena delictiva, contó con un importante "escudo protector" de quienes, paradójicamente, debían perseguirlo: al menos 4 policías.
Tres de ellos habían sido condenados el año pasado y ahora se da la sentencia para el cuarto, Javier Eduardo Urbano, exefectivo de la DDI local, quien actualmente tiene 46 años y vive en la localidad de Dean Funes, al norte de la provincia de Córdoba.
Sus colegas Rosamel Alberto Dodero, Alberto Luis González y José Luis Galarza habían acordado un juicio abreviado en septiembre del año pasado, y recibieron 3 años de prisión de ejecución condicional.
Urbano no apoyó esa decisión y prefirió ir a juicio, el cual se había programado para el 13 de agosto de este año, aunque un día antes, finalmente, su defensor, el fiscal acusador y él llegaron al acuerdo.
Esa decisión fue rubricada en los últimos días por el juez Sebastián Foglia, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de este medio, quien le impuso también 3 años de prisión en suspenso -no irá preso salvo que incumpla reglas de conducta- y 10 años de inhabilitación para ejercer cargos o profesiones públicas.
En esos 3 años, a su vez, tendrá que fijar domicilio, del cual no podrá ausentarse sin previo aviso.Le imputaron los delitos de asociación ilícita en concurso ideal con violación de los deberes de funcionario público.
¿Qué hizo? Quedó probado que al menos durante 2013 formó parte de una organización delictiva que tuvo por rol proteger a Suris y su grupo en su actividad de tráfico ilegal de drogas, valiéndose de su función de agente policial.
También fue quien, sabiendo de la existencia de una orden de allanamiento el 14 de diciembre de ese año, se presentó ante Guillermo Suris, hermano de Juan y amigo suyo, y los alertó del procedimiento.
Un testigo de identidad reservada declaró: "Sé que Juan Suris negociaba con la Policía de la Provincia de Buenos Aires aquí en Bahía Blanca por dinero...arreglaba con la Policía y le liberaban la zona".
Escuchas reveladoras
El juez Foglia destacó como prueba incriminante las escuchas de la causa.
La del allanamiento fue el 14 de diciembre a las 9.22, cuando se produjo un diálogo entre los hermanos Suris y Guillermo hace saber que Urbano le advirtió que Juan iba a ser allanado:
- Guillermo Suris: Hola.
- Juan Suris: Violín
- GS: ¿Qué haces violín? Escucha, eh, es así el tema, no sé qué es lo que pensás hacer. Ayer vino, sabes quién, vino a casa, mi amigo.
- JS: Sí, Jota.
- GS: Sí. Bueno vino ayer a las 11 a buscarme porque me quería decir unas cosas, y no me podía… justo yo me había ido a los midgets, que se yo… le dice bueno no hay problema después yo quiero hablar con él, y le comentó más o menos a Marcia… Dice, lo están esperando a que llegue porque lo quieren allanar. Me dijo. De alguna forma lo quieren agarrar. Me dice que están preparando todo para allanar, están haciendo todo como una tipo estrategia para allanar. Me dice lo que tiene miedo, es que, me dijo maso menos así, que le metan algo y se coma el cargo ¿me entendés? Eso es lo que tiene miedo, porque a él le pasaron ya el tema que sabe que ya están todos organizando algo sobre lo tuyo.
Otro diálogo telefónico en el cual "se advierte cotidaneidad en el trato" entre el policía y los Suris fue 10 días antes de esa llamada, cuando Juan Suris se comunica con el uniformado:
- Javier Urbano:Hola
- Juan Suris: Sahi.
- JU: Si.
- JS: Como andás amigo? Te habla el hermano del Guille.
- JU: Ah, cómo anda? ¿Qué pasó?
- JS: Bien, todo bien. Che te hago una consulta, porque estoy re caliente, recién vengo de la cochera.
- JU: Si.
- JS: Me dijeron, no sé quién, algún chupa p… de la DDI, se fue y le sacó foto al auto de mi mujer, Scirocco, que compré acá en Bahía, en Arias Hermanos, a la cupé de mi señora.
- JU:Si.
- JS: Le estuvieron sacando fotos, preguntando ahí, estos idiotas, no sé ¿quién pudo haber sido?
- JU: ¿Dónde es eso?
- JS: La cochera Visión 2000, el auto el Scirocco de mi señora, lo compré acá en Arias Hermanos.
- JU: Si.
- JS: Le fueron a sacar foto, anduvieron preguntando de la DDI.
- JU: No te dijeron como era, más o menos. Si estaba peinado para atrás por ejemplo.
- JS: No.
- JU: O era, no sé, pudo haber sido Toarmina, Jurisdicción Primera.
- JS: ¿De dónde es?
- JU: De ahí de la DDI, jurisdicción Primera, Salvador.
- JS: Y qué quería el tonto, marmota.
- JU: Para mañana te averiguo.
Explicó Foglia en el fallo que de la red de comunicaciones plasmada en la causa surge que durante 2013 Urbano intercambió, desde su número, 8 llamadas a distintos números de Juan Suris y 28 llamadas con Guillermo Suris.
"Acá se acredita la habitualidad y permanencia de contacto, que da fundamento a la imputación", dijo.
"Desprecian la función policial"
Concepto. "Estamos ante un claro caso de corrupción que consiste en confundir las esferas de lo público y lo privado, a través de la inserción de motivaciones e intereses privados como motivo o causa de los actos públicos", dijo el juez Foglia.
Incompatible. El sentenciante aludió a un artículo en el mismo sentido: "Cualquier acto de corrupción, lo mismo que cualquier otro abuso de autoridad, es incompatible con la profesión de funcionario encargado de hacer cumplir la ley".
Cobertura. También se refirió a la "innegable connivencia policial" que ha podido acreditarse en favor de Suris.
Repudiable. "Deliberadamente estos funcionarios no solo desprecian la función policial, sino que, además, colaboran con zonas liberadas para el comercio de estupefacientes, o para la práctica de tantas otras actividades delictivas donde la autoridad policial debería intervenir", afirmó el juez.
Comunicación. En el fallo también se ordenó comunicar la novedad a la Jefatura Departamental Bahía Blanca de la fuerza y a la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, atento a la función que desempeñaba Urbano.