Crearon un grupo de WhatsApp para aliviar los efectos de la inflación
Un grupo de vecinos abrió una cuenta en la aplicación de mensajería instantánea para detectar y compartir datos sobre comercios donde los precios resultan más ventajosos y adecuados.

Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Audionota: Marina López
Hace diez años, Lita de Lázzari (1925-2015), presidenta de la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios y conductora televisiva, alentaba a las amas de casa a caminar buscando el precio más bajo de las mercaderías.
“No hay que quedarse con el primero que se encuentra, hay que persistir y buscar hasta encontrar uno mejor”, decía desde sus programas de TV.
Aquella consigna, tan simple como útil, es de alguna manera la que ha puesto en marcha un grupo de vecinos al abrir una cuenta en WhatsApp para detectar y compartir datos sobre comercios donde los precios resultan más ventajosos y adecuados.
El grupo se llama “Comparando precios” y allí cada uno de sus integrantes, que ya superan los 300, da cuenta de sitios donde la mercadería resulta más económica.
Si bien puede parecer una herramienta de dudoso efecto o impacto a la hora de llevar a las empresas y comerciantes a analizar con conciencia los valores de sus mercaderías, no deja de ser un recurso válido para enfrentar una de las consecuencias más perjudiciales de la inflación, que genera un clima de desorientación entre los consumidores, que ven con sorpresa y espanto, como los productos aumentan de manera escandalosa, superando cualquier porcentaje oficial que se dé a conocer.
Diversidad
La segunda consecuencia de este panorama económico es que se genera una enorme diversidad en los precios. Una disparidad llamativa, al punto que medio kilo de yerba, de la misma marca y calidad, puede costar, de acuerdo al negocio, entre $1.200 y $ 1.900, lo que representa una diferencia del 60%. Lo mismo pasa con la leche, el azúcar, el aceite y la verdura, entre tantísimos productos.
Los economistas son claros al explicar esta situación.
“Se relaciona con momentos de alta incertidumbre y la falta de un ancla en el sistema de precios. La dispersión es producto de que los comerciantes no saben cuál será el precio de reposición”.
Una actitud que puede llevar a que dejen de subir los precios de manera anárquica, es que disminuya la demanda en los comercios caros y que leso los lleve a competir con valores más razonables.
El grupo
Los grupos de WhatsApp son complejos de administrar y demasiadas veces se terminan desvirtuando con publicaciones ajenas a la consigna fundacional. Por eso los responsables de “Comparando precios” han puesto énfasis en establecer algunas reglas básicas, como la de evitar comentarios, no interactuar los integrantes y no poner emojis.
“Todo lo que aparece ajeno a lo que se pretende se elimina de inmediato y si alguien insiste con un uso inadecuado lo eliminamos”, explicó a La Nueva. uno de los administradores.
“Hemos tenido una respuesta muy buena. Las publicaciones realmente son muy útiles porque indican el precio de determinada mercadería al momento de la publicación y la ubicación del comercio. Hemos visto, por ejemplo, que en un mismo día y horario hay verdulerías que venden el tomate a $ 900 el kilo y otras a $ 250”, explican.
Otro detalle no menor es haber detectado cadenas de supermercados que tienen diferentes precios en sus propias sucursales, a veces con hasta un 30% diferencia en el mismo producto.
Además de dar datos de ofertas y promociones, muchas veces se aportan direcciones de comercios mayoristas que hacen también ventas al por menor.
Para unirse a Comparando precios se puede abrir el enlace: chat.whatsapp.com/Cl1YWoXPz102ulRDJymyHV
Palabra de economista: “La gente ya no sabe lo que está pagando”
“La disparidad de precios que vemos es consecuencia de tener una inflación alta durante tanto tiempo. Hay un momento en que la gente ya no sabe o no recuerda lo que paga, pierde la noción. Tampoco los comerciantes tienen referencias de los costos y termina poniendo un precio sin tener demasiada información ni precisión”.
De esta manera explicó el economista y docente de la Universidad Nacional del Sur, Francisco P. Rinaldi, como el contexto económico ha desvirtuado toda referencia a la hora de establecer el valor de una mercadería.
“Los supermercados que han tenido posibilidad de comprar gran cantidad de mercadería pueden eventualmente plantear ofertas. Los comercios más chicos, que no tienen esa capacidad financiera, terminan estableciendo los valores un poco a ojo. De allí entonces estas diferencias”, agregó.
El profesional mencionó que siempre es “una muy buena política” para estos escenarios recorrer y buscar los mejores precios, porque realmente la distorsión es muy grande y esa postura juega a favor del consumidor.
“Al menos puede significar un ahorro para quien compra. Ahora, bajar la inflación y estabilizar los precios es algo que se define en la macroeconomía, pasa por la política fiscal, por el dólar, por emisión monetaria. El consumidor puede buscar los mejores precios, pero no mucho más. Son las políticas del gobierno las que pueden mejorar la situación”, añadió.