Bahía Blanca | Lunes, 11 de diciembre

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El objetivo: recuperar el histórico muelle de Cerri

La estructura, construida hace más de 120 años atrás, fue destruida por una gran sudestada, en 2022.

En lo que constituye un paso clave para la recuperación del histórico muelle de Puerto Cuatreros, el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca decidió adjudicar a la consultora Serman y Asociados la realización de la ingeniería de detalle necesaria para luego licitar las obras.

La empresa, que fue la que menor precio cotizó, ahora aguarda la firma de la respectiva orden de compra para iniciar los trabajos.

La idea del ente portuario conducido por Federico Susbielles es licitar antes de fin de año las obras de recuperación de la estructura destruida por una gran sudestada, en 2022, con una inversión aproximada de 2 millones de dólares.

Con tantos ejemplos en el país de inmuebles provistos de un alto valor histórico que jamás fueron reconstruidos, resulta destacable que el muelle levantado hace más de 120 años por el frigorífico CAP vaya a tener un destino diferente.

Y en este caso, además de una segunda vida, estará provisto de todos los elementos necesarios para lograr una mejor relación entre los bahienses y el mar, generando nuevos usos y espacios recreativos.

Según el pliego de bases y condiciones, Serman y Asociados tendrá cinco meses para la realización de la ingeniería.

El muelle estará destinado principalmente a la actividad deportiva y pesquera. Se reconstruirá un tramo de 82,5 metros lineales. En los primeros 42 metros el tablero del muelle tendrá un ancho de 5 metros, mientras que en los próximos 40,5 de tres metros.

Incluso dispondrá de un guinche para el ascenso y descenso de embarcaciones de 5 toneladas de peso y las defensas y elementos de amarre estarán dispuestas para buques pesqueros de hasta 15 metros de eslora.

Los orígenes del puerto se remontan a 1900, año en el que la Compañía Sansinena le solicitó al ingeniero Luis Augusto Huergo la construcción de un muelle para exportar los productos elaborados en el frigorífico Sansinena.

La estructura se empleó además para embarcar primero carnes y fruta proveniente del alto valle del Río Negro, y se mantuvo en actividad hasta 1962.

Desde hace años el muelle está en manos del Club de Pesca y Náutica de General Cerri, una prestigiosa y esforzada  institución de esa localidad ubicada en uno de los extremos del estuario bahiense.

Un poco de historia

El muelle de Cerri, o Cuatreros, para ser más precisos, formaba parte de antigua frase con la que se supo acuñar a Bahía Blanca: ciudad de los siete puertos.

La denominación correspondió al periodista y librero ya fallecido, Carlos H. Vigglizo, en la década de los 60, quien se refirió así a la bahía y no a la ciudad.

Junto a Cuatreros integraban esa pléyade de muelles y estructuras marítimas levantadas en el estuario Galván, Puerto Nacional, Ingeniero White, Puerto Belgrano, Arroyo Pareja y Puerto Esperanza, el primer puerto levantado en Bahía Blanca poco antes de fundarse la ciudad y que sobrevivió algunas décadas más.

En el caso de Cuatreros, la estructura inaugurada en 1903 contaba con un ferrocarril de trocha angosta que recorría los tres kilómetros hasta el frigorífico Sansinena, empresa presidida por Ernesto Tornquist.

El muelle de 166 metros contaba con un ferrocarril de trocha angosta que llegaba hasta el frigorífico Sansinena.

En los años 30 el muelle fue utilizado para exportar a Inglaterra manteca fabricada por la firma bahiense La Scandia.

Posteriormente, con la suspensión de los embarques de carne, esa década las instalaciones fueron alquiladas a la Argentina Fruit Distribuitors para enfriamiento y embarque de frutas del Alto Valle.

Los embarques se iniciaron con el buque “African Reefer” que llevó a Europa casi 100 mil cajones de manzanas y peras.

En 1947 se reanudaron los despachos de carne desde Cuatreros. Para tal fin se mejoró el muelle y se dragó el canal para posibilitar la llegada de buques de más de 30 pies (9 metros de calado).

A fines de marzo de ese año cuando el barco inglés “Urmston Grange” cargó 3.000 toneladas de carne congelada, corned beef y menudencias.

En 1952 las instalaciones pasaron a la Corporación de Argentina de Productores de Carnes y allí nace CAP Cuatreros, firma que realizó al Viejo Continente varios despachos navieros hasta que el 21 de diciembre de 1961, debido a un fuerte temporal de viento, una nave embistió el muelle y lo dejó prácticamente inoperable.

Sin embargo, el 8 de agosto de 1962 el “Santa Teresa” sacó 115 toneladas de carne ovina congelada con destino Buenos Aires, donde luego fueron embarcadas en una nave mayor rumbo a Europa. Ese fue el último barco que sacó productos CAP directamente desde el puerto de Cerri.