Bahía Blanca | Domingo, 19 de mayo

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Leiza Grill: "Ser madre me hace pensar todo dos veces antes de acelerar"

Tras el nacimiento de Catalina, Penélope decidió volver al derrape y de gran forma, siendo gran animadora en la batalla por el Torneo Invernal de Midget.

Fotos: Emmanuel Briane- La Nueva.

Nada de lo que ve es casual. Por más sorprenderte que parezca, la doble maternidad también cambió su vida deportiva.

En su vuelta al Midget, tras el nacimiento de su hija, Leiza Grill se encontró con un escenario impensado a esta altura de las circunstancias: ser escolta del Torneo Invernal y con claras chances de colgarse la corona.

Y aunque muchos se asombren, su competitivo regreso al derrape responde a dos cuestiones fundamentales; una de ellas, tal vez la más preponderante, vinculada concretamente a sus dos “bebotes”, Simón y Catalina.

“Tienen mucho que ver en este momento. Ser mamá me hace pensar todo el dos veces arriba del auto, sobre todo a la hora de decidir maniobras y tomar riesgos. Lo estamos disfrutando mucho en familia, voy a correr muy tranquila y los resultados se están dando incluso mejor que antes”, reconoció.

“Necesitaba calmarme un poco y me parece que eso puede ayudar a que lleguen mejores resultados todavía. Hoy las cosas son distintas, se ven distintas, pienso en terminar con el auto sano, divertirme y no hacer locuras. De esa forma las cosas llegan solas y más fácil que antes”, agregó.

Comúnmente, en la jerga reina el dicho que un hijo vuelve al piloto un segundo más lento, cosa que aquí, por lo que se ya vio en su momento, y más ahora con la llegada de Cata, no estaría ocurriendo...

"No, a mí me pasó. Al contrario, me dijeron que tenga un hijo más, que capaz ande mejor todavía (risas)”, broméo Grill, cuyo debut en la categoría se produjo en el Invernal 2011.

“Está bueno que esto pase, porque me ayuda a ser más pensante. Antes era muy vehemente y salía medio desesperada a ir para adelante, pero ahora analizo más todo, sobre todo qué maniobras hacer. Eso también ayuda a ser más constante en todas las fechas”, remarcó.

—¿Sentís miedo en algún momento?

—Cuando estoy arriba del auto no, pero obviamente que pienso mucho en mis hijos durante la fecha; especialmente en Cata (NdR: beba de 4 meses), que todavía toma la teta y que si me pasa algo obviamente habrá riesgos. Pero hoy en día se corre muy seguro y tampoco voy a hacer locuras.

—¿No analizaste dejar definitivamente?

—No, mi idea siempre fue seguir, aunque muchas veces pensé que ser madre me iba a condicionar. Con la llegada de Simón, Claudio (NdR: su marido y chasista) decidió alejarse y quedarse al cuidado de él, pero ahora se embaló otra vez y estamos los cuatros unidos en esta nueva etapa.

La maternidad por un lado. Por el otro, la vuelta a las fuentes: atender el taller en casa, con Claudio Sepúlveda a la cabeza de los trabajos, la motorización de Juan Carlos Bertolini y el asesoramiento de Luis Jorge en suspensión.

Bajo esa fórmula, Penélope, quien marcha segunda en el Torneo Invernal 2023, a un punto de los líderes Luciano Vallejos y Fernando Caputo, se adueñó de la Copa de Plata 2021; todo un hito para la historia de la divisional, siendo la primera dama en galardonarse.

“Creímos que era lo mejor, volver a hacer todo como antes. Obviamente que estoy más que agradecida con el taller de Gary (Lauretta), donde me encontré a un grupo humano excelente, pero Claudio sabe cómo me gusta manejar y entiende muy bien lo poco que le puedo transmitir del auto. Prácticamente no le tengo que decir nada, además de que eso me cuesta, que ya entiende qué tiene que hacerle”, especificó.

"Esta semana fuimos a probar al salitral, para ver si el auto puede mejorar un poco en la largada, porque después, girando, va realmente muy bien. Luis (Jorge) trabajó en los amortiguadores y creemos que se pudo solucionar ese problema. Veremos qué pasa el domingo (por mañana)”, refirió Leiza.

—¿No se mejoró en sensaciones y la forma de transmitir algo del auto?

No, todo lo contrario. Estoy más dormida todavía. Voy acelerando y pensando si no llora Cata y si Simón está bien (risas). Pero Claudio ya está acostumbrado.

En regularidad, un “9”

Tres de cuatro finales pudo disputar Leiza Grill en la presente cita invernal, que mañana, si el clima acompaña, desandará el quinto y penúltimo capítulo del recorrido total.

De no ser por una rotura, Leiza, una de las tres damas de la divisional (aunque Micaela Mata anunció su baja por tiempo indeterminado), habría acelerado en las cuatro competencias estelares del certamen.

Ello se traduce en el fabuloso presente estadístico, que la encuentra a un suspiro de la punta del ciclo, aunque obligada a ganar para colgarse la corona invernal .

—¿Sorprendida de los resultados?

—Sí, totalmente. De hecho, con el Pelado (Bertolini) teníamos miedo de no clasificar. Viendo la cantidad de autos que íbamos por esa posibilidad, sentíamos que iba a estar muy peleado y que nos iba a costar. Pero esto es Midget, hay que tener auto, manejar y también tener suerte, y creo que la tuvimos.

—Mirás la tabla y te ves ahí arriba, ¿qué te causa?

Sinceramente me causa risa. De ir por la clasificación a encontrarme en esta situación es algo que no esperaba. Estar peleando de igual a igual con (Luciano) Vallejos, (Fernando) Caputo y (Luciano) Franchi es increíble para nosotros, aunque sabemos que es un invierno y que ellos también se lo toman para probar cosas y demás. Pero bueno, no dejan de ser pilotos que habitualmente pelean los estivales. Estamos ahí, nos divertimos y ojalá sigamos dando pelea.

Más que el trofeo de campeonato, a Leiza la desvela más la sensación inigualable por la que todo piloto sale a pista. Sí, ¡ganar!

Más de una vez se tuteó con esa posibilidad. Puntaulemente en ese verano frenado por la pandemia, el cual la vio adjudicarse la Copa de Plata, Grill ganó una semifinal y pudo largar una prueba concluyente desde primera fila.

“Es una cuota pendiente que tengo. Estaría bueno darme ese gustito después de tantos años. Ojalá tenga suerte y se pueda dar, lo vamos a disfrutar mucho”, reconoció.

—Pasarías a la historia grande de la categoría siendo la primera mujer en lograrlo...

—Supongo que sí, pero no pienso en eso. Ya me marcaron mucho con la historia de la mujer en el Midget, pero solo tengo en la mente correr y tratar de ser competitiva todas las fechas. Lo que es la historia no me preocupa mucho, pero sí me encantaría ganar.

—¿Cuánto más pensás correr?

—Eso nunca se sabe. Mi idea es seguir mientras pueda y la economía no lo impida. Cuando debuté pensaba en correr ocho fechas de invernal, y ya pasaron doce años desde la primera carrera, una Copa de Plata y dos hijos. No me puedo quejar de nada, poder disfrutarlo con ellos es lo mejor. Con eso ya gané.

"La gente me preguntaba cuándo iba a volver a correr"

El pasado Campeonato Estival de Midget, Leiza no tuvo más remedio que verlo desde la tribuna.

Así lo determinó Cata, quien, por entonces, todavía se encontraba dentro de la panza de mamá.

He allí otra muestra del enorme cariño popular y el clamor que genera su presencia en pista en el espectador de Midget.

—¿Sos consciente lo que generás en el público?

— Sí, lo noto. De hecho en el verano pasado, cuando iba a ver con Cata en la panza, la gente venía a saludarme y preguntarme cuándo iba a volver a correr. Creo que nadie imaginaba que mi vuelta se de tan rápido. El cariño de la gente se siente muchísimo.

—¿Y esa forma de correr que te vemos, tiene que ver con ese entusiasmo que se despierta en las tribunas?

—No es que corro de esa forma por el público, pero sé lo que genera y que gusta mi forma de ir al frente. Si algún día gano una final seguramente sea una fiesta; más de una vez soñé con ese momento, con el estadio repleto. Ojalá que llegue.

"Poder estar donde estamos, con más de 90 autos por fecha, es más de lo esperábamos", cerró.