Preocupante aumento de accidentes viales en la ciudad
Durante 2023, de acuerdo a los datos publicados por el municipio, se registraron 1.253 accidentes de tránsito, de los cuales el 32% obligó a derivar a los implicados a alguno de los hospitales.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
El exceso de velocidad, el uso de telefonía celular y, sobre todo, las pérdidas de agua y las obras en las calles, son algunas de las causas señaladas desde la Dirección de Ordenamiento Urbano del municipio a la hora de evaluar el aumento del 20% en la cantidad de accidentes viales registrados en la planta urbana en lo que va del año (enero-julio) en relación al mismo período de 2022.
Durante 2023, de acuerdo a los datos publicados por el municipio en su página www.bahia.gob.ar/mapas/accidentes, se registraron 1.253 accidentes, de los cuales el 32% obligó a derivar a los implicados al hospital.
De ellos, el 95% de los accidentados fueron trasladados a los hospitales Municipal (el 65%) y Penna (30%).
Si bien el aumento del 20% en relación a los 1.087 incidentes de enero-julio 2022 es significativo, el año pasado resultó más drástico ya que registró tres fallecidos frente a uno de este año.
Martín Moyano, director de Ordenamiento Urbano municipal, reconoció que desde enero se viene detectando un aumento en la cantidad de incidentes viales, por lo cual de manera permanente van ajustando y corrigiendo los controles de acuerdo a los datos que van obteniendo.
“En enero vimos un crecimiento llamativo de la siniestralidad, lo cual nos llevó a modificar los esquemas de control, logrando una baja en febrero y marzo. Sin embargo, en abril y mayo nuevamente creció. Esa altísima conflictividad nos llevó a intensificar nuestra presencia en determinadas calles y horarios donde notamos que ocurre la mayor cantidad de hechos. Esos ajustes los revisamos semana a semana”, detalló.
El funcionario mencionó que establecer porqué creció el número de accidentes no es algo simple, porque además los hechos van variando de lugar, horarios y tipo.
“Podemos mencionar el exceso de velocidad y el uso de telefonía celular como dos de las conductas que más incidentes provocan. También la falta de respeto por las prioridades de paso, tanto en esquinas como en rotondas y cruces peatonales”, puntualizó.
Otro componente que, a su criterio, ha impulsado el número de accidentes es el riesgoso estado de las calles debido a pérdidas de agua y a la tierra acumulada por obras en ejecución.
“Las presencia de agua es un problema y con las bajas temperaturas se congela, generando caídas y derrapes de automóviles, motos y bicicletas. También las obras generan acumulación de tierra en la calzada, mientras que los cortes de calles derivan muchas veces en accidentes”, mencionó.
Los controles de tránsito se van ajustando de acuerdo a las estadísticas, intensificándose en los horarios y calles de mayor conflictividad.
“También nos venimos enfocando mucho en el control de las motos, que en mayo, por ejemplo, estuvieron involucradas en el 50% de los accidentes”, explicó.
Angosta, tránsito lento
Desde la planificación, es interesante el análisis que hace el licenciado Ramiro Frapiccini, director municipal de Movilidad Urbana, sobre la incidencia que pueden haber tenido las modificaciones implementadas en varias calles al incorporarse una franja para las ciclovías, mantener el estacionamiento y reducir el ancho de circulación vehicular.
El funcionario mencionó a La Nueva. que desde su Dirección se vienen monitoreando las calles donde se redujo la velocidad máxima a 30 km/h y las que se incorporaron los carriles para ciclistas, verificando que, en ambos casos, se han reducido casi a cero los accidentes.
“Analizamos el impacto de estos dos componentes y en todas esas calles bajaron los siniestros, tanto con bicicletas como entre autos y motos”, confirmó.
Detalló además que al reducirse la calle a un único carril de circulación, obliga a circular a menor velocidad, “cuando el exceso sabemos que es uno de los principales factores en materia de accidentes”.
“Está comprobado por estudios de especialistas que en las calles donde hay ciclovías los accidentes disminuyen. Lo verificamos también en Balboa, 19 de Mayo y Urquiza”.
Los lugares de riesgo
Las esquinas de las avenidas Alem y Colón se encuentran entre las de mayor siniestralidad en 2023, rondando cada una 25 accidentes.
También Zelarrayán, del otro lado del canal Maldonado; Brown, desde Estados Unidos al canal, y Esmeralda, desde Villa Rosas hasta Brown, son arterias con muchos accidentes.
No menos riesgoso es el eje Juan Molina-Salta, entre al arroyo Napostá y Sixto Laspiur; la primera cuadra de calle Chiclana, entre O’Higgins y Donado, y las esquinas de Brandsen y Corrientes y Fitz Roy y Brown.
Dos opiniones, a ojo
Si bien ambos se disculparon de no poder dar una opinión demasiado precisa relativa al aumento de los accidentes viales al no disponer de mayores precisiones sobre los sitios donde ocurren, el ingeniero Horacio Varela y el doctor Pedro Silberman, hicieron una reflexión general sobre el tema.
“Tengo un teoría al respecto, aunque sin conocer los mapas de estos accidentes. El gran problema en la ciudad es la falta de control dinámico de la velocidad. No sólo no se controla esa conducta, sino que además se pretende solucionar ese exceso con una medida inadecuada como es la de colocar lomos de burro”, dijo Varela, ingeniero civil y docente UTN.
“Creo que el incremento de accidentes hay que explicarlo por una suma de factores. Por un lado, recordar que el microcentro estuvo obturado por obras de peatonalización y que calles que eran vías rápidas, como 19 de Mayo o Darregueira, se angostaron con el estacionamiento a mitad de cuadra. Si bien estas cuestiones podrían no afectar la funcionalidad general, se debería trabajar en reordenar el conjunto para que resulte más funcional. Es como un sistema cardiovascular: si hay una obstrucción se deben hacer revascularizaciones para que la circulación de la sangre se refuncionalice”, opinó Pedro Silberman, ex director el Grupo Interdisciplinario para el Estudio de la Colisión Vial.
Unos consejos
Son varias las entidades que se dedican a analizar los accidentes viales, considerando que se trata de una de las cinco causas principales de muertes en nuestro país.
Las sugerencias más destacadas apuntan a reducir la velocidad máxima de 40 a 30 km/h, porque el exceso sigue siendo la principal causa de accidentes.
Se menciona que respetar el rojo del semáforo tiene que ser “sagrado” y señalizar las maniobras al conducir. La interacción entre vehículos es constante y cualquier maniobra imprevista puede derivar en un accidente, sea cambios de dirección, de carril o detenciones imprevistas.
A nivel general se considera que el error humano es la causa de la mayor cantidad de accidentes (89,5%), entre ellos está al tope la distracción que genera el celular, porque “mientras los ojos salen del parabrisas, el pie derecho sigue apoyado en el acelerador”.
Las estadísticas generales del país que maneja el Ministerio de Transporte indican que los tipos de usuarios protagonistas de incidentes lo lideran las motos, con un 40%, seguido por el auto (27%), los peatones (10%) y los ciclistas (4%).
Por último, también a nivel nacional, la mayor cantidad de siniestros ocurren los jueves, entre las 12 y las 18, en mayor el impacto de tipo lateral entre automóviles y el mayor porcentaje de protagonistas de accidentes tienen entre 17 y 30 años.