Trump acusado de querer cambiar el resultado de las últimas elecciones
El fiscal especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, lo acusó formalmente por su campaña contra la legitimidad de los comicios y el asalto al Congreso.
El expresidente Donald Trump fue formalmente acusado ante un tribunal federal de mentir “repetida y ampliamente” sobre la elección presidencial de 2020 para intentar revertir su derrota ante el presidente, Joe Biden, y permanecer en el poder. La nueva causa judicial que enfrenta es la más seria en su contra de su prontuario, y la refutación más contundente contra su incansable campaña para deslegitimar el triunfo de Biden con denuncias falsas sobre un fraude masivo en la votación –bautizada “la gran mentira”–, que a la larga derivó en el brutal asalto trumpista al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Fue acusado por los fiscales federales de conspirar para defraudar a los Estados Unidos, conspirar para obstruir la certificación de los resultados en el Congreso –interrumpida por el asalto–, obstruir e intentar obstruir esa certificación, y conspirar contra los derechos de los votantes. La carátula de la causa lleva el título: “Estados Unidos vs. Donald J. Trump”. De ser hallado culpable de todos los cargos enfrentaría una pena de hasta 55 años de cárcel.
El indictment de 45 páginas, firmado por el fiscal Especial, Jack Smith, designado por el Departamento de Justicia para investigar el asalto al Capitolio, fue revelado este martes en un tribunal federal en Washington. Se acusa a Trump de desplegar una campaña de mentiras con el objetivo de dar vuelta su derrota en la elección presidencial de 2020 para permanecer en la presidencia, en contra de la voluntad de los votantes. Smith dijo en una breve conferencia de prensa que su oficina buscará un “juicio expeditivo”.
El documento dice que, pese a haber perdido la elección ante Biden, Trump “estaba decidido a permanecer en el poder”. Y que durante más de dos meses después del día de la elección, el 3 de noviembre de 2020, Trump “difundió mentiras de que hubo un fraude que determinó el resultado de las elecciones y que en realidad había ganado”.
“Estas afirmaciones eran falsas y el acusado sabía que eran falsas”, afirma el indictment. “Pero el acusado las repitió y las difundió ampliamente de todos modos, para hacer que sus afirmaciones falsas a sabiendas parecieran legítimas, crear una intensa atmósfera nacional de desconfianza e ira, y erosionar la fe pública en la administración de las elecciones”, sentencia.
Smith acusó a Trump de montar una conspiración “para defraudar a los Estados Unidos mediante el uso de la deshonestidad, el fraude y el engaño para perjudicar, obstruir y derrotar la función legal del gobierno federal mediante la cual el gobierno federal recopila, cuenta y certifica los resultados de las elecciones presidenciales”.
“El propósito de la conspiración era anular los resultados legítimos de las elecciones presidenciales de 2020 mediante el uso de afirmaciones falsas de fraude electoral a sabiendas para obstruir la función del gobierno federal mediante la cual se recopilan, cuentan y certifican esos resultados”, afirma la acusación.
Esta es la tercera acusación que enfrenta Trump en los tribunales de Estados Unidos, y se trata, por lejos, de la causa más seria y políticamente más significativa de su prontuario judicial.
Pese a la evidencia sobre la legitimidad de la elección presidencial de 2020, Trump aún sostiene que ganó la elección y Biden y los demócratas le robaron su triunfo orquestando un fraude masivo. El Departamento de Justicia, las agencias de inteligencia, la Justicia, el Congreso y las legislaturas estatales avalaron la legitimidad y la integridad de los comicios presidenciales de 2020 y el triunfo de Biden. Todas las denuncias de Trump y de su campaña en la Justicia fueron desestimadas. A ese amplio archivo se sumó ahora la acusación formal de Smith.
A pesar de las causas judiciales en su contra, Trump sigue siendo el gran favorito para convertirse en el candidato presidencial del Partido Republicano. Ante cada acusación en su contra ha respondido de la misma manera: denunciando una “caza de brujas” y una persecución política del Departamento de Justicia para evitar que pueda regresar a la Casa Blanca.
Aun con su prontuario judicial a cuestas, Trump se encamina nuevamente a ser el candidato del Partido Republicano: las encuestas le brindan una amplia ventaja sobre el resto de los potenciales candidatos, y un sondeo reciente del New York Times reveló que, entre sus seguidores más fieles, nadie cree que haya cometido delitos federales. (La Nación)