Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

Bahía Blanca, entre las ciudades con más vehículos de la provincia

De todos modos, figura por debajo de la media provincial en cuanto al crecimiento del parque automotor.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.
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Audionota: Marina López

De acuerdo a las estadísticas de Todo Riesgo, publicación dedicada al rubro de la información en el ámbito de las empresas de Seguros, el crecimiento del parque automotor referido a marzo último en la provincia de Buenos Aires fue del 2,1% respecto del mismo mes de 2022, lo cual significa que en los primeros tres meses del año se sumaron 130.889 nuevas unidades, para un total de 6,6 millones de autos que circulan por suelo bonaerense.

Las localidades con mayor crecimiento porcentual entre las 27 analizadas fueron Pilar, con un 4,1% de incremento interanual y 4.820 nuevos vehículos, Tandil (3,5% y 2.531), Escobar (3,3% y 2.237), Moreno (3% y 4.160) y Tigre (2,8% y 4.245).

Por otro lado, Bahía Blanca (1,50% con 2.384 nuevos autos), Morón (1,41%), Lanús, San Isidro, Avellaneda y Olivos, entre otras, registraron crecimientos por debajo de la media provincial.

De acuerdo al estudio mencionado, Bahía Blanca dispone, en 2023, de un parque automotor de 161.092 unidades, lo cual, tomando la cantidad de habitantes establecida en el último censo poblacional, hay un automóvil cada 2,08 personas. 

La relación es importante si se compara con otras localidades bonaerenses. Salvo Mar del Plata, que dispone de un vehículo cada 1,76 personas, la mayoría está encima de la media. 

La Plata, por caso, tiene un automóvil cada 2,43 personas, Quilmes uno cada 3, Morón, uno cada 3,34 y Moreno uno cada 4.

En el caso de nuestra ciudad, hay que considerar que la masa vehicular llega casi a 200 mil vehículos si se consideran las motos, que han tenido, a nivel provincial, un aumento interanual del 12% de crecimiento.

Por otra parte, un dato que no está tomado en ninguna estadística debiera indicar que cantidad de esos automóviles está en circulación durante el día. 

La condición de crecimiento en extensión de la Bahía Blanca, con decenas de barrios en la periferia, genera que un muy elevado porcentaje del parque automotor esté operativo de manera simultánea.

En 2016, el CIPPEC estableció para nuestra ciudad una densidad de 25,7 habitantes por hectárea, muy por debajo de los 44 de Mar del Plata, los 32 de La Plata o los 44 de Rosario.

Es impactante ver el movimiento vehicular, apenas despunta el sol, hacia el centro, desde el centro hacia las afueras, en las avenidas y calles de conexión. Así como la explosión de las horas pico en el microcentro, que cada vez ocupan una franja horaria más amplia, particularmente notoria al mediodía y a partir de las 17.

Un poco de historia

Cuando en 1901 el médico Adrián Morado Veres circuló por las calles del centro bahiense con su De Dion Bouton, adquirido en Francia, desmontado, embalado y traído a la ciudad en barco, además de conformar “la novedad callejera del día” y obligar a la municipalidad a incorporar en sus patentes el rubro “carruaje sin caballos”, permitió establecer  la primera relación motor-humano, con un coche cada 25 mil habitantes.

Para 1913 la situación vehicular comenzó a complicarse, en una variada convivencia de automóviles, motonetas, mateos, sulkys, volantas, bicicletas y tranvías. Por eso la policía bonaerense asumió la responsabilidad de disponer los primeros agentes de tránsito, ubicados en la esquina de Chiclana y O’Higgins. Sin una ley de tránsito de los guiara en su accionar, provistos de una suerte de “varita”, la gente se agolpaba para mirarlos, los llamaba “barítonos” y festejaban cada intervención.

La gran explosión vehicular comenzó en las décadas del 50 y 60. Autos de todo tipo y modelo, grandes naves y ratones, accesibles. En 1960 había 16.600 automóviles y 5.600 motos, lo que manifestaba, se dijo, “un índice de la elevación del nivel de la vida de la ciudad”.

En 1963, con 20 mil unidades se pasó a tener un vehículo cada 8 vecinos, lo cual ya comenzaba a considerarse “una complicación y un riesgo”. Ese año, entre enero y agosto, hubo 15 muertos por accidentes de tránsito en la ciudad, 8 de los cuales conducían motos. 

“Alguna vez las autoridades municipales deberán tomar en consideración problemas de esta magnitud, que han de crear en el futuro multiplicadas circunstancias contrarias a la armonía de la actividad urbana moderna”, señaló este diario hace 60 años.

En 1965 el parque automotor se había duplicado, pasando a un vehículo cada 4,55 bahiense. Los primeros semáforos colocados en 1961 ayudaron a disminuir el riesgo en las esquinas, mientras que ocho inspectores municipales controlaban el tránsito y castigaban las faltas más habituales: estacionar en lugares indebidos, exceso de velocidad y escapes libres. 

Ese año se especuló sobre la posibilidad cierta de corregir algunas conductas al circular. 

“El tránsito ideal sólo puede existir en una ciudad ideal que todavía no se ha construido, como tampoco han sido creados los hombres ideales”, se concluyó.