Bahía Blanca | Sabado, 18 de mayo

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Vegetarianos y veganos: una forma de vida que va en aumento en Bahía

Comerciantes, una nutricionista y una militante contaron su experiencia en torno a esta tendencia de alimentación consciente.

Adriana atiende en un comercio de Estomba al 400. (Fotos: Pablo Presti-La Nueva.)

Ser vegano o vegetariano implica adoptar una filosofía y un estilo de vida que, de acuerdo con sus cultores, promueve una alimentación saludable, libre de crueldad animal y con un menor impacto ambiental. Con el paso del tiempo, estas corrientes han ganado popularidad y cada vez son más las personas que optan por una "nutrición consciente".

Esta situación llevó a que el mercado acompañe la tendencia. En los últimos años, se ha observado un crecimiento exponencial en diversos sectores que ofrecen estas opciones, como locales de dietéticas, restaurantes, cosméticas y tiendas de ropa.

"Ha habido un aumento en el consumo de productos veganos y vegetarianos, pero no necesariamente por parte de personas que siguen estos estilos de vida. En general, la gente se empezó a cuidar más desde la pandemia”, afirmó a La Nueva. Mariela, de la dietética ubicada en Mitre al 100.

Este pensamiento también se refleja en la preocupación cada vez mayor por el bienestar animal. Joselina, de la dietética de Yrigoyen al 200, señaló que “hay una conciencia más grande sobre lo que la industria ganadera genera en el medio ambiente y la crueldad animal".

Sin embargo, es importante destacar que ser vegano o vegetariano no es lo mismo. Aunque ambos comparten una alimentación basada en vegetales, frutas, granos, legumbres y semillas, los segundos evitan consumir productos derivados de la matanza de animales, como la carne, pero sí ingieren derivados como los lácteos. Los primeros, en cambio, no consumen ningún producto o subproducto de origen animal.

Es por eso que el veganismo tiene distintos matices: mientras que para un porcentaje de quienes lo practican representa únicamente un régimen alimenticio, para muchos otros llega a ser un movimiento con su respectiva militancia.

Florencia, que dejó de comer carne hace 7 años y es vegana hace 5, contó que descubrió que mucha de la comida que creía que no implicaba matanza de animales, en realidad tenía que ver con procesos de producción que intentaba abandonar de igual manera. Este es el caso de algunas golosinas que llevan componentes a base de cartílago o grasa animal.

“El veganismo es una filosofía, una decisión ética de cómo vivir tu vida”, sostuvo; y explicó que fue “todo un proceso“ de aprender a alimentarse e incorporar otros productos en su día a día.

“Muchos por ahí piensan que es solo una dieta, pero es según cómo lo lleves. Soy vegana 100 % en la alimentación, aunque por ahí en la vestimenta o en la cosmética no tanto“, comentó.

Si bien la base de la filosofía vegana es la misma, lo que suele cambiar es la escala en la que se la pone en práctica en lo cotidiano. “Intento consumir la mayor cantidad de cosas veganas que puedo pero hay productos que ni siquiera te enterás que tienen componentes que provienen de animales“, señaló Florencia. Un ejemplo son los colorantes de ciertos alimentos e incluso algunas prendas de vestir, como el pegamento de las zapatillas.

Por otro lado, Gretel, quien atiende en la dietética de O’Higgins y Drago, comentó que “están los dos extremos: la gente que sabe y se re cuida, y la otra que ve un video en algún lado y lo hace”.

En ese sentido, explicó que “a la gente le cuesta mucho entender que es un tema de cambiar su alimentación. Son muy pocos los que se asesoran y a veces hasta vienen a buscar asesoramiento con nosotras”.

Por su parte, Mariela mencionó que en su negocio atiende a personas veganas que “comen papas fritas” y a otras que “se nutren y buscan alimentos realmente saludables”.

“Hay dos clases de vegetarianos y veganos: los que buscan la salud y los que comen cosas preparadas y que no son muy saludables”, dijo también Joselina.

Hoy en día, la aparición de referentes veganos o vegetarianos en redes sociales como TikTok —en donde el contenido va desde informar sobre la filosofía hasta enseñar opciones de recetas veganas— logró un gran incremento en el consumo de "productos libres de crueldad animal", incluso en personas no afines al movimiento.

Desde las dietéticas, explicaron que muchos de sus clientes eligen estos productos porque suelen ser beneficiosos para la salud. Sin embargo, “que sea vegetariano o vegano no quiere decir que sea saludable”, señaló Joselina.

Es importante destacar que seguir una dieta de este estilo y mantener una buena salud requiere de información adicional, ya que puede haber deficiencias nutricionales que afecten al organismo.

La nutricionista Julieta Pasquini explicó a este medio que, si bien existe en el mundo un incremento en la tendencia hacia una alimentación “basada en plantas”, no siempre se trata de algo positivo. “Los que optan por este tipo de alimentos muchas veces no consultan a profesionales sino que siguen consejos en las redes. Lamentablemente hay muy pocos que llegan al consultorio”, aseguró.

Pasquini comentó que en su consultorio se abordan diversos temas vinculados al vegetarianismo y veganismo, como los distintos suplementos que son necesarios para lograr una alimentación saludable, entre ellos, las fuentes de proteína vegetal, calcio, vitamina B12, hierro y omega 3.

“Una alimentación vegetariana o vegana, si se planifica correctamente, es nutricionalmente adecuada”, afirmó y recalcó la importancia de una “buena consejería nutricional”.

Gretel, por su parte, aseguró que si bien hay personas que no están tan informadas “hoy en día hay más conciencia en la alimentación”, y no solo entre los clientes veganos. “Vemos muchos padres jóvenes de nenes muy chiquititos que están muy pendientes de que no coman determinadas cosas, como el azúcar. Y es más por una cuestión de cuidado”, contó.

Adriana, de un comercio de alimentos naturales en Estomba al 400, señaló que el grupo de personas que buscan estos productos alternativos incluyen a los celíacos, hipertensos, diabéticos, intolerantes a la lactosa o alérgicos. “Hay mucha gente que hace dietas de reprogramación intestinal, dirigidas por un nutricionista, y que tienen que cambiar los hábitos totalmente”, dijo.

“También se nota mucho el consumo de médicos naturistas, que recomiendan opciones más orgánicas”, afirmó.

Algunos de los productos más buscados por los veganos y vegetarianos son la leche de origen vegetal, los frutos secos, la quínoa, el tofu y otros elementos para cocinar. Sin embargo, en los últimos años han surgido marcas dedicadas a este tipo de alimentación que ofrecen una mayor variedad de productos congelados como hamburguesas y milanesas símil carne, salchichas, quesos, mayonesa, pizzas, chipás, entre otros. 

“Antes el vegano no tenía productos específicos, ahora hay de todo”, señaló Mariela.

Asimismo, Pasquini explicó que uno de los temas de mayor interés entre sus pacientes tiene que ver con “cómo llevar a cabo una alimentación saludable y que al mismo tiempo sea práctica, ya que organizarse con la comida lleva tiempo”.

De esta manera, aconsejó que “lo más importante es incorporar verduras de forma diaria, de todo tipo y color, frutas de estación que son las que aportan nutrientes, legumbres para adquirir proteínas, granos integrales, leche, yogurt y queso o si no calcio a partir de otros alimentos. Incorporar huevos, aceite de oliva extravirgen, frutos secos, palta, agua, entre otros”.

A pesar del notable incremento en esta nueva tendencia en el último tiempo, los consultados por La Nueva. coincidieron en que aún existen muchos prejuicios en torno a este tipo de alimentación.

“En Argentina es muy difícil porque hay una cultura de comer mucha carne: el asado, las milanesas y empanadas, todo con carne”, cerró Florencia.