Bahía Blanca | Viernes, 17 de mayo

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La Orden del Imperio de William Harding Green ya está en FerroWhite

William Harding Green fue una persona destacada en el quehacer bahiense durante sus 30 años de residencia en la ciudad.

David Sinclair y la Orden de William Harding Green. Lo acompañan Ana Miravalles y José González Casali

“Fue un final inesperado y feliz”. Así definió el titular del Instituto cultural de nuestra ciudad, José González Casali, el sencillo acto mediante el cual el ingeniero David Sinclair donó al museo FerroWhite la medalla que el Imperio Británico le entregó en 1924 a William Brehmen Harding Green (1857-1937), designándolo Miembro de la división civil de la excelentísima orden del imperio, en reconocimiento a su labor como cónsul de ese país en nuestra ciudad, entre 1913 y 1923.

La medalla, acompañada de una valiosa documentación relacionada con quien fuera máxima autoridad del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, seccional Bahía Blanca al Noroeste, salió a subasta por el sitio Ebay en junio del año pasado.

Luego de una nota publicada por este diario sobre el tema, la municipalidad participó de la compulsa, pero el valor trepó a un monto elevado que lo llevó debió desistir. “Quedamos completamente desilusionados, no llegamos a los valores en juego”, recuerda González Casali.

Pero cuando todo parecía perdido, ocurrió lo inesperado. El comprador de la medalla fue el ingeniero escocés David Sinclair, quien trabajó toda su vida en empresas ferroviarias, y apenas se hizo de la misma tomó la decisión de donarla al museo-taller que en Ingeniero White atesora cientos de elementos relacionados con la historia local. “Es el lugar donde merece estar un testimonio de este tipo”, comentó Sinclair a este medio desde su casa en Escocia, apenas unos días de antes de abordar un avión para entregar, en persona, el preciado material.

Sinclair en el museo-taller Ferrowhite

Emoción y torta galesa

El ingeniero Sinclair es un apasionado del ferrocarril, en particular por las líneas que funcionaron en nuestra Patagonia. Hace unos años publicó un libro con un detalle de todos los servicios –más de 70 recorridos—que funcionaron en el sur.

Nacido en Gran Bretaña, vivió en nuestro país hasta sus 11 años de edad, por lo cual todavía domina muy bien el castellano. Desde hace tiempo, a partir del contacto que mantiene con nuestro vecino Héctor Guerreiro, otro estudioso del ferrocarril, estableció una relación con FerroWhite.

La  licenciada Ana Miravalles, responsable del archivo del museo, detalló a este medio que mucho material que posee la institución corresponde a obras realizadas por las empresas inglesas a principios del siglo XX, escritas en inglés y muy técnicas. “Sinclair trabajó en la sección vías y obras de varias empresas ferroviarias. Conoce muchísimo del tema y desde su lugar de residencia nos ha ayudado a entender y clasificar esa documentación”, explica.

Sinclair rodeado de personal del museo

Ayer entonces tuvo lugar una sencilla ceremonia donde Sinclair hizo entrega formal de la medalla, testimonio de la vida de Harding Green, una persona que más allá de su cargo en el ferrocarril tuvo activa participación en la vida social local, desde fines del siglo XIX hasta su regreso a Londres, en 1926. Fue fundador, por caso, del club Pacífico y del Golf Club, además de gerenciar las empresas prestadoras de los servicios de agua corriente, gas, electricidad y tranvías.

En el acto estuvieron presentes González Casali, Nicolás Testoni, director de Ferrowhite, Ana Miravalles y Héctor Guerreiro. El toque de color fue la torta galesa que para la ocasión realizó Ana María Araujo de Guerreiro, destacada repostera, decorada con la figura de la Orden del Imperio.

Héctor Guerreiro, Sinclair y la torta galesa

“Fue un pequeño agasajo a Sinclair, que va a estar unos días más en la ciudad, colaborando con el museo y visitando la región. Hablamos de ferrocarriles, del museo y de la importancia de tener este tipo de testimonios para abrirlo a la comunidad”, detalló Miravalles.

Por último, González Casali destacó la importancia de recuperar material relacionado con los protagonistas del desarrollo portuario y ferroviario local. “En las próximas semanas las autoridades del museo van a organizar como será la presentación de la medalla para que todos puedan verla”, destacó.

Un ejemplo, un modelo

Con poco más de 80 años de edad, David Sinclair cruzó el océano para donar esta medalla al museo de Ingeniero White. Una muestra de la importancia que reconoce en este tipo de testimonio y el respeto que guarda por una institución como Ferrowhite.

Una conducta que de alguna manera se contrapone con los años de desidia y abandono que han tenido y tienen muchos de los bienes del ferrocarril de la ciudad, con cientos de elementos perdidos o en completo abandono.

El reciente incendio de la ex estación Noroeste, en calle Sixto Laspiur al 400, y el estado de ruina de la que fuera casa familiar de William Harding Green, en Holdich y Almafuerte, son una muestra del maltrato que sufren estos bienes.

La que fuera vivieda familiar de Harding Green, Holdich y Almafuerte

Los responsables del museo Ferrowhite, la permanente colaboración de los ex trabajadores el ferrocarril y actitudes como la de Sinclair equilibran parte de esa desidia y se encargan de mantener viva una página relevante de una historia que es de todos.