“Solo espero que me aguante el corazón cuando vea a Licha López en el vestuario”
Al final se le dio. No pudo ser en Estudiantes de La Plata, tampoco en Patronato, pero si en Sarmiento de Junín, el nuevo destino de Lautaro Cerato, la joyita de Liniers que a los 22 años se involucra de lleno en el fútbol profesional. Ayer viajó y hoy comienza a entrenar junto al plantel que orienta Israel Damonte.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
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(Nota ampliada de la edición impresa)
Después de una semana donde la emoción movilizó hasta sus sentimientos más íntimos, es momento de volver a pisar tierra firme y hacerle frente a un desafío casi exclusivo para futbolistas que, más allá de sus condiciones y de ser distintos, son tocados por la varita mágica de esa “elección” que a veces tarda en llegar pero que siempre trae recompensa.
“En pocos días pasé por todos los estados de ánimo, mi alegría no entra en el cuerpo, pero ya está, de ahora en adelante todo dependerá de mi si quiero triunfar como profesional”, indicó, sin cancherear en lo más mínimo porque no es su esencia, Lautaro Cerato, delantero de Liniers que hoy se suma (viajó ayer) al plantel de Sarmiento de Junín que participa en la Liga Profesional de AFA.
Aunque en ninguna de las categorías del fútbol argentino está permitido incorporar jugadores en este momento (los libros de pases permanecen cerrados), el verde juninense solicitó reemplazar a un integrante de la lista de buena fe por lesión, y la organización, amparada en el reglamento, se lo permitió: el 5 de febrero, por la segunda fecha del actual torneo, en el 3-5 de su equipo ante Barracas, José Mauri (hermano de Juan, ex Olimpo) sufrió la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda y ya lleva tres de los siete meses que le dieron de recuperación.
Debido a este infortunio, la dirigencia del kiwi se comunicó con Ignacio Vidal, representante de Cerato, y enseguida hubo acuerdo entre clubes.
La “joyita” se va a préstamo hasta diciembre de 2024, con cargo y con opción de compra.
Durante ese lapso, Sarmiento tendrá tiempos perentorios para adquirir el 60% del pase, es decir en diciembre de este año, en junio de 2024 o en diciembre de 2024. A Liniers siempre le quedará el otro 40%, incluso si la entidad juninense hace uso de la opción y después es comprado por otro club.
“A medida que pase el tiempo, a Sarmiento le aumentará el valor de la opción de compra, pero solo puede quedarse con el 60 por ciento. Si no lo compran, vuelve y sigue siendo de Liniers”, explicó el presidente del “Chivo” Carlos Pablo.
Otra de las aristas a respetar en el contrato es que si en un año Cerato no juega un mínimo de 5 partidos --establecidos por la institución bahiense--, el atacante regresará a filas albinegras.
Antes de irse, Lautaro extendió su contrato (vencía a fin de este año) con el club que lo vio nacer futbolísticamente hasta diciembre de 2026.
Aunque no habló con nadie, ni siquiera con el DT Israel Damonte, a “Lauti” le informaron que hoy a las 9 se tiene que presentar en el estadio para comenzar a entrenar con el conjunto profesional.
“Espero que me aguante el corazón cuando entre al vestuario y lo vea a Lisandro López. Parece mentira, tantos años siguiéndolo por la tele, que ahora entrenar con él me parece una locura. Trataré de sentarme cerca así aprendo de su experiencia”, afirmó Lautaro entre risas, antes de emprender el viaje de su gran sueño.
“Es un sueño que traigo desde chico y lo voy a cumplir, aunque debo estar tranquilo, escuchar a los que más saben y esperar mi momento para jugar”, comentó el polifuncional de 22 años, que en 2021 había tenido la chance, que finalmente quedó trunca, de sumarse a Estudiantes de La Plata.
“No pasó nada raro, Pablo Quatrocchi, en ese momento entrenador de la Reserva, me manifestó que no me iban a tener en cuenta. Debo reconocer que yo no estaba al cien por ciento para ganarme un lugar, no habían sido prácticas coherentes y no me encontraba bien conmigo mismo”, contó el bahiense.
“Un lunes me hicieron probar con los suplentes de los suplentes de la cuarta, una categoría a la que ellos no le dan mucha bolilla. Salió un partido deslucido, feo, y no había nadie mirando. Al otro día entrené con un selectivo de jugadores que iban a quedar libres; fue todo más serio, pero apenas estuve unos minutos en cancha. Yo no tenía categoría, me hacían formar parte de grupos de más chicos o de más grandes, y fue ahí cuando Quatrocchi me comunicó que no me iban a incorporar”, señaló con cierta nostalgia.
A fines de 2022, Patronato fue a la carga por el “tractor” chivense, aunque “la oferta no fue suficiente para el club y decidimos que siga sumando experiencia en el Federal”, fue la apreciación de Carlos Pablo.
“Lautaro estaba ilusionado con la posibilidad de jugar Copa Libertadores, pero nosotros sabíamos que si esperábamos un año más iba a surgir una propuesta mejor para todos. Hicimos un gran esfuerzo por retenerlo, pero en esta temporada sabíamos que si lo pedían, lo debíamos liberar”, deslizó el “presi” albinegro.
“Cuando apareció lo de Sarmiento, conjuntamente con Claudio (Graf, orientador del elenco del Federal A) decidimos dejarlo ir. Deportivamente nos perjudica, está claro, pero cuando se armó el actual plantel se hizo pensando en la salida de Lautaro”, agregó.
“Abajo tenemos chicos (propios y que vinieron de otros clubes) para cubrir esa posición, será cuestión de que esos jugadores terminen de despegar como creemos que va a suceder. Stefano Zarantonello (ex Talleres), Agustín Jara (de la CAI) y el pibe Julián Monteverde pueden explotar, y entre los más grandes, sabemos que Mariano Mc Coubrey y Julio Acosta nos pueden dar una mano en lo que sea”, esgrimió el mandamás de la entidad de la avenida Alem.
--Carlos, ¿cómo definirías a la “joyita”?
--Un chico fenomenal, de bajo perfil y siempre dispuesto a colaborar. Lo hablé con él y sabe cual es la premisa del club: el jugador con potencial para jugar en la Primera de Liniers, en caso de irse, debe dejarle algún rédito económico a la institución. Este año, las incorporaciones fueron en base a porcentajes de pases que quedaron en Liniers o con opciones de compras debidamente anticipadas. Esa es la mecánica a futuro, en realidad la única forma que tiene un club del interior para solventar una campaña a nivel regional. Es muy caro y desgastante afrontar este tipo de torneos.
De la B a la A
Lautaro arrancó en las infantiles de Liniers a los 11 años, en el equipo B, aunque al llegar a menores Hernán Rosell lo eligió para ser parte del A.
“La escuela de Liniers es reconocida por los valores que se inculcan y por la calidad de formadores que asumen el compromiso de enseñar y educar. Se respetó siempre una línea y no es casualidad la cantidad de chicos que hoy conforman los distintos grupos de formativas. A mayor cantidad, más calidad”, dijo “Lauta”.
“Mati Ceballos confió en mi cuando era chiquito, y Carlos Quinteros fue el que me enseñó a cabecear. Voy a contar un secreto: gracias a él marqué un montón de goles, porque me pedía que vaya al primer palo en los tiros de esquina o tiros libres cerrados, porque entre el defensor que estaba en el vértice y el primer palo había una zona ciega donde para el arquero era imposible llegar si la pelota venía fuerte. `Si anticipás, es gol cantado´, me repetía Carlitos. Tenía razón, y esa arma todavía hoy la sigo utilizando”, admitió quien lleva 14 tantos y 38 presencias en el Federal A.
--¿Estás preparado para semejante salto de calidad?
--Eso lo voy a saber cuando ya esté ahí (hoy va a cumplir con su primera práctica). Tengo mucha ansiedad por conocer el mundo de Primera división, me imagino que se debe jugar a un ritmo infernal y me tendré que adaptar. Me preparé de la mejor forma sabiendo que una chance de este tipo podía llegar a salir, aunque debo seguir creciendo y trabajando más que antes. El hecho de haber jugado en varios puestos me dio la posibilidad de reinventarme constantemente y de no tener problemas de adaptación.
“A fin del año pasado estaba listo para ir a Patronato, pero no se dio y no fue fácil asimilar el golpe. Me costó arrancar la pretemporada para 2023, pero con la llegada del cuerpo técnico nuevo enseguida cambié el chip y la desilusión la enterré más rápido de lo que imaginaba. La motivación que necesitaba la encontré con el plantel que se armó, por eso me renové en todos los aspectos”.
--¿Cuánto tuvo que ver Claudio Graf en esa “renovación”?
--Mucho, porque su cuerpo técnico es hiperprofesional y vienen machacando sobre el ánimo y una forma distinta de trabajar desde que asumieron. El también fue centrodelantero y por eso, en los trabajos de definición, siempre está cerca nuestro para corregirnos o darnos un consejo. Me inculcó un montón de cuestiones que desconocía y que ahora tomo con naturalidad, que me sirven para afrontar lo que viene a otro nivel.
Lautaro cursa el segundo año de la carrera Licenciatura en Nutrición en la sede local (Brown 474) de la UCALP (Universidad Católica de La Plata), lo hace en forma presencial y en estos días se había anotado para rendir finales.
--¿Qué va a pasar con el estudio?
–Tengo que averiguar si la carrera existe en Junín, aunque ahora voy a meter una pausa hasta mediados de año; la idea es dedicarme al fútbol durante un mes y medio o dos. Voy a vivir solo, me tengo que acostumbrar a la ciudad, a los horarios de entrenamiento, por eso dejo de cursar. En algún momento la voy a retomar, pero eso va a ser cuando el tiempo me permita estudiar y jugar sin terminar liquidado mentalmente.
--¿Qué referencias tenés de Junín?
--Mi abuelo (Osvaldo Rodríguez) fue varias veces y me comentó que es una ciudad muy linda, especial para la vida de un futbolista. Primero quiero adaptarme al plantel, después saldré a recorrer y ver como es el juninense. Me encuentro bárbaro de la cabeza, sé que voy a entrar a un ámbito donde el fútbol es lo principal para el jugador.
--¿Cómo viviste la despedida del club, el domingo tras el 2-0 frente a Sansinena?
--Que la gente me ovacione y que entren los chicos de las inferiores a abrazarme y pedirme fotos fue hermoso; todavía no sé si fue real o me contaron un cuento. Volví al vestuario casi una hora más tarde, quería que ese momento sea eterno, que no termine más.
"El cariño de la gente me lo guardo en el corazón, lo llevo para todos lados. Estoy agradecido con ellos desde siempre", insistió el goleador, quien se va del club con 129 partidos en el lomo y 38 conquistas (65 cotejos y 21 tantos en la Liga y 64 y 17 a nivel regional).
“La familia va a ser algo que se va a extrañar mucho y ellos también a mí. El domingo, cuando me fui de casa antes del partido, mi vieja se largó a llorar y bueno... es muy emocionante todo", contó con voz entrecortada Lautaro, hijo de Carlos y Andrea y hermano del medio entre Macarena y Genaro.
Liniers despidió a otro hijo pródigo del semillero del sur, como reza la bandera que cuelga del alambrado en cada partido de local y que tiene las caras de Pablo Paz, Mauro Olivi, Ezequiel Miralles, Francisco Pizzini, Gonzalo Di Renzo, Agustín Bouzat y Lautaro Martínez.
“Entiende todo”
Lautaro debutó en la Primera local de Liniers el 22 de septiembre de 2017, en el empate 1-1 ante Comercial, en Ingeniero White. Tenía 16 años y el técnico Walter Carrio le dio la confianza para ponerlo en cancha durante 60 minutos (a los 30 del primer tiempo reemplazó a Lezcano).
“Un jugador versátil, que puede ocupar varias posiciones porque es muy inteligente para entender el juego. Tiene una capacidad física muy buena, y eso le da la posibilidad de adaptarse a distintos esquemas y funciones. Fue creciendo con el correr de su carrera, muy buen pibe, con una excelente predisposición para jugar de lo que le pidan”, fue la definición de Carrio.
A su vez, el goleador histórico del Chivo --y compañero durante mucho tiempo--, Julio Acosta, opinó de él: “es un delantero completo, cabecea bien, juega bien de espaldas al arco y es letal en el mano a mano. Está muy enfocado en lo que quiere, y esa convicción lo va a hacer llegar. Más allá de sus condiciones, tiene la cabeza muy fuerte, entrena bien y es un pibe con perfil muy bajo. Se merece todo lo que le está pasando. Como chivenese, estoy orgulloso de él”.
Otro que compartió entrenamientos y cancha con él fue Mariano Mc Coubrey: “feliz por la oportunidad que se le presenta; un fenómeno fuera y dentro de la cancha. Se merece todo lo que le está pasando, la viene remando desde hace un par de años, siempre estando en los primeros planos. Me sorprendió que se haya quedado para este torneo cuando en 2022 había marcado tremendas diferencias. Tuve el placer de darle un par de asistencias, y eso me pone contento. Creció mucho en poco tiempo y tiene mucho para darle al fútbol argentino”.