La ex sede de Editorial Atlántida renueva su uso con un edificio emergente
Un modelo de intervención que permite preservar el edificio histórico y crecer en altura para generar nuevos usos.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
La necesidad de generar nuevos usos a edificios históricos lleva a singulares intervenciones que cada vez son más habituales, para así permitir su aprovechamiento y sumar superficie, respetando parte de la estructura original.
Un ejemplo es la obra en marcha –a terminarse en 2025— del edificio donde funcionó la emblemática Editorial Atlántida, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que se transformará en un complejo de viviendas y oficinas en la zona de San Telmo.
En el lugar funcionaron las redacciones y talleres de revistas como El Gráfico, Para Ti, Billiken y Gente, entre otras. Fue proyectado por el arquitecto suizo-alemán Lorenzo Siegerist y tiene 9.300 m2, con 39 metros de frente sobre calle Azopardo y 34 sobre México.
Conservar y adicionar
El inmueble mantendrá su esencia pero se transformará en una obra nueva, conservando lo existente y creciendo en altura.
El hall principal será respetado en su diseño original
De la parte original se mantendrá su entrada y hall, la escalera y el patio interior. La fachada se preservará, conservando además los mármoles, escaleras, barandas de madera, hierro y bronce, las herrerías, el ascensor, el piso damero y el vitraux.
El futuro edificio en altura plantea un retiro de la fachada existente por encima de la cornisa del tercer nivel. Allí se ejecutará un remate a modo de mansarda que será la transición entre lo existente y el nuevo volumen.
La torre se desarrolla en planta baja, 11 pisos superiores y 2 niveles subterráneos de cocheras y se organiza en tres partes: el acceso a un área comercial y dos entradas independientes a las viviendas. En altura se divide en un volumen destinado a viviendas y otro a oficinas. Los niveles superiores corresponden exclusivamente al uso residencial.
Las plantas del primer y segundo piso originales serán recuperadas para nuevas viviendas.
El desarrollo completo contendrá 61 residencias, desde monoambientes, dos ambientes, dúplex y departamentos de tres ambientes. Habrá además locales para gastronomía y oficinas. En la terraza se ubicará un espejo de agua, solárium y parrilla, mientras que en el tercer piso habrá un espacio para trabajar y un gimnasio.