Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Hugo Panelli, el adiós a un apasionado trabajador de la música

Tenía 78 años y desde hace 60 era parte de la casa de música que había creado su padre. Hoy sus hijos siguen al frente del comercio que ha sabido superar los aires de cambio, renovarse y mantener el mismo espíritu de su padre y de su abuelo.

Archivo La Nueva.

Hace unos meses, preparando una nota sobre los recordados y coloridos carteles de neón que hacían de O’Higgins una calle tan especial en los 60, entré en casa Panelli, luego de ver que su frente mantenía el histórico letrero con el arpa. Hacía muchos años que no visitaba esa casa donde –lo recuerdo con claridad— compré discos de Sui Géneris, varios de Los Beatles y unos libros color con imágenes de la película Let it Be.

No había gente en el local y parado frente al ingreso estaba Panelli. Hugo Panelli. El mismo que atendía en aquella época, reconocible, simple de identificar. Fue una sensación especial ver que después de tanto tiempo estaba ahí, atendiendo, siendo atento, contando, en este caso, la historia del cartel, el neón, que ya no funcionaba, y los más de 50 años que llevaba en O’Higgins 250.


El tradicional comercio de O'Higgins 250

Hoy, 20 de marzo, ha fallecido, a sus 78 años de edad, luego de haber sido el nexo entre su papá, Antonio, músico, que a mediados de la década del 30 comenzó a dar clases de acordeón, guitarra y bandoneón e integrante de varias orquestas y que de a poco comenzó a vender instrumentos. “Mi viejo de chico acompañaba a mi abuelo en la parte de atrás de la bicicleta, llevando algún instrumento de la orquesta. Ahí habrá empezado a conectarse con el gusto por la música y por el trabajo”, evocó hace un tiempo uno de sus hijos, parte de la tercera generación que sigue la línea familiar en el comercio.

Hugo junto al animador Pipo Palacios. Juntos organizaron varios recitales beat en los 60 y 70.

Primero estuvo cen Juan Molina 773, luego sumó una sucursal en O’Higgins 249 y, finalmente, el primero de marzo de 1969 cruzó la calle y allí está la casa desde hace 54 años.

Del vinilo al vinilo

En los 60, Hugo sumó a los variados instrumentos que vedía –pianos, guitarras, clarinetes, armónicas, quena, bandoneones, pinceyos-- la música en diferentes soportes: dvinilo, magazines, cassettes, cd y todo lo que la nueva tecnología marcaba. Es simple imaginar su satisfacción cuando en los últimos años, de manera inesperada, el vinilo volvió a ocupar las estanterías del local.  Hubo también épocas de programas radiales, como el “Panelli Beat Show”. Fue además la casa que auspició los primeros recitales de rock en la ciudad, grupos locales, pelilargos, que buscaban imponer los nuevos ritmos.

Ricardo Mollo y Divididos visitando el local

En las tres generaciones la familia ha puesto amor, pasión, respeto y trabajo. “Hay que estar, aunque un día se venda sólo una cosa, lo importante es estar.”, decía Hugo, algo que había escuchado de labios de su padre y que trasmitió a sus hijos.

Hoy ha dejado de estar físicamente. Más allá de la tristeza y de la pena de su familia, amigos y clientes, seguirá presente en la memoria de sus seres queridos y en la de varias generaciones de las cuales Hugo formó parte de su mundo musical.