Bahía Blanca | Martes, 12 de agosto

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Dante Lang, el super niño que alienta a "no tirar la toalla": ¿de qué planeta viniste?

Es de Tres Arroyos, nació con inmunodeficiencia primaria y estuvo a punto de bajar los brazos. Hoy, con 9 años, y luego de un trasplante de médula ósea lleva una vida normal. Promueve la donación y deja un cálido mensaje a los niños que sufren: "¡Al Carajo, amigos! ¡Nosotros podemos!". Es fanático de Racing y de la Selección.

Dante Lang tiene 9 años y recibió un trasplante. Dejó un cálido y esperanzador mensaje para los niños y niñas que están sufiriendo.eve
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Audionota: Juan Ignacio Zelaya

“Quiero decirle esto a todos los que están pasando por una situación difícil, que una vez quisieron tirar la toalla. Lo quieren hacer: quieren tirar la toalla… ¡Al carajo, amigos! ¡Ustedes sí pueden! Nosotros podemos. Todos tenemos esa fuerza en nuestro interior. Nada más que cuesta. Cuesta descubrirla, cuesta. Piensen: ¡Al carajo! ¡Nosotros sí podemos! Siempre hay que salir adelante”.

Así habla Dante hoy, con 9 años, después de haber estado al borde de la muerte varias veces y de casi rendirse. ¿De otro planeta, no?

Nació el 11 de octubre de 2013, en Tres Arroyos, con una rara enfermedad que hoy solo afecta a otros cinco chicos en el mundo, según le dijeron los especialistas a su mamá Florencia Cejas. 


Junto a Iván Pillud, el 4 de Racing. Conoció la cancha al cumplirse dos años del trasplante.

De los 8 meses hasta los 7 años vivió aislado, con barbijo permanente y dieta, casi lo único que toleraba era el arroz. Los tratamientos médicos fallaban y se empezaba de nuevo. Por una inmunodeficiencia primaria y mal funcionamiento en su médula pasó por ocho internaciones, con estadías de entre cuatro meses a un año, con entradas al quirófano, algunas con éxito y otras no.

Hoy, luego de un trasplante de médula que le realizaron hace ya dos años (su donante fue la mamá) es un niño sano y feliz que lleva una vida normal: hace taekuondo, pasa tiempo con sus papás, va a la escuela y juega con otros niños. Vive en Villa Lugano y viaja seguido a Tres Arroyos a visitar a sus primos, tíos y abuelos.


En una de sus internaciones, rodeado de superhéroes y dando ánimos: un motivador.

Fanático de Racing y de Messi (dice que “le quema la cabeza”) no se perdió ni un partido del Mundial. Ama ir a la plaza, pintar, cocinar, leer y usar gorras y medias de distinto color porque siente que “es su estilo”.

Después de haber pasado por tanto dolor y de poder, al fin, disfrutar de la vida decidió dejar un mensaje especial para los niños que sufren.

“Les diría que se sostengan en la familia, que hagan videollamadas, que charlen, que jueguen a las cartas, al ludo. Hay algunos nenes que les gusta pintar, que su pasión es pintar, yo les diría que cuando más tristes están, cuando más doloroso es, digan: ‘Por favor ¿me dan una hoja que quiero pintar?’”.

“Entonces ahí, con los colores que ustedes tienen, empiezan a pintar: ta, ta, ta, ta. Pintan, pintan y pintan, y en un momento van a decir ‘Guau, ya la pasé’. Ahí no te vas a dar cuenta y vas a decir ‘Guau, no me dolió’”.


Pintar lo ayudó en los momentos más duros y hoy lo recomienda a otros chicos.

El 15 de febrero pasado, Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil grabó un video y lo compartió en las redes sociales de Tres Arroyos Dona Médula para crear conciencia sobre la importancia de la donación.

“Me encanta que la gente se enloquezca con mis videos para tener más donantes. Es el objetivo”, dijo.

“Hoy me siento feliz, entusiasmado. Siento que cada vez que celebramos el Día del Cáncer Infantil, siento que le estamos dando fuerzas a los nenitos que pasaron cáncer o están pasando cáncer. Eso yo lo viví. Todo el mundo que celebre esto le va a dar fuerza a esos nenitos y esos nenitos van a salir adelante”, dijo.

Y luego compartió una experiencia muy personal, muy íntima, seguro de poder ayudar a otros chicos.

“Te voy a contar algo muy personal Resulta que a mí me estaban pasando quimio. Me dolía muchísimo, yo luchaba no quería sufrir más, yo ya me quería ir al arcoiris, no quería sufrir más. Entonces mamá me dijo: ‘Si te querés ir, ándate, pero si te vas no pienses que vas a dejar de estar en mi mente, en mis pensamientos, siempre vas a estar ahí, nunca vas a desaparecer’. Me prometió que cada vez, un pedacito de sufrimiento que yo pase, iba a ser una aventura más”, confió.

“Ahí entendí que la vida valía un poco más y seguí adelante. Salí fuerte como nunca antes había estado”, contó.

Estas vacaciones las pasó con sus primos Benja, Valen, Justi y Vera y estuvo unos días con su abuela Carmen y su abuelo Hugo. 

“La pasé genial. Jugué con unos amiguitos en la pileta. Hice de todo”, contó.


El saludo de Rodrigo De Paul por su cumple: "Hola enano, te mando mucha fuerza y mucha energía. Chau Rey"

“Soy hincha de Racing me quema a cabeza Racing. Voy a taekuondo, pero no hago la parte física solo las formas. Me gusta mucho leer, cocinar, pasar tiempo con mamá y papá. En el mundial me re clavé porque miré todos los partidos y me queman la cabeza Messi, Cristiano Mbappé, Neymar, Lewandowski, Luka Modrić”, contó.

Tiene una hermanita de un año por parte de su papá biológico y se lleva muy bien con Gabriel, la pareja de su mamá y con sus hijos que viven en Cholila (Chubut) y a quienes visitó este verano.


Con Gabriel, su papá de corazón y su mamá Florencia Cejas, una guerrera.

Cara o cruz: “Tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida”

El caso de Dante era emblemático y distinto a todo lo conocido porque presentaba una macrocefalia progresiva y hemorragias constantes. Le sangraban los ojos, la nariz, los oídos. Tenía sus órganos blandos grandes y la motricidad gruesa afectada.

“Cuando nos dieron el diagnóstico, en un mes nos cambió la vida”, recordó su mamá.


El beso de amor y agradecimiento que compensa todo lo vivido.

“Me enteré de que Dante no iba a caminar, su papá me dijo que se quería separar y me despidieron en el trabajo. Era un caos. Y a medida que pasaron los meses todo se puso más complicado”, comentó.

Muchos años después, en 2019, una junta médica del Hospital Favaloro de Buenos Aires resolvió que existía una posibilidad de hacerle un trasplante de médula ósea para mejorar su salud, pero había diferencia de criterios entre los propios profesionales.


Pulgar arriba, capa de superhéroe y la camiseta de su equipo: ¡pura actitud!

El inmunólogo estaba convencido de que la intervención sería positiva pero otros médicos consideraban que no y aconsejaban a su mamá que no la hiciera.

“Me decían que la operación era muy riesgosa, pero si no la hacía, la expectativa era que no pasara los 13 años de vida. Era como tirar la moneda”, dijo Florencia.

“Me costó un año tomar la decisión, la tomé sola. Mi objetivo era que Dante no sintiera más dolor. Con el trasplante estaba la posibilidad de que el dolor se termine. Me ayudó mi psicóloga y me jugué por todo o nada”, comentó.

Ella fue la donante, con un 50% de compatibilidad. La cirugía se llevó a cabo el 27 de julio de 2020, en plena pandemia. Entre fines de ese año y principios de 2021 estuvo muy débil, sus linfocitos no eran de buena calidad y tenía infecciones.

“Los médicos nos dijeron, a mí y a mi pareja, Gabriel: ‘Papás, hasta acá llegamos, él se está rindiendo’. Nos estaban diciendo que nos despidamos porque llevaba cuatro meses internados y no respondía”, comentó.

La respuesta de los médicos era: “Ya hicimos todo”.

“Cuando me dejan sola con Dante y me dice que ya no quería estar más le dije que no iba a cambiar sus sentimientos pero que le iba a compensar cada dolor por una nueva aventura. Creo que entendió el mensaje y la peleó”, reflexionó.


Con sus profes de Taekuondo, la recompensa por no bajar los brazos.

Empezó a estar cada vez mejor y aceptó hacer videollamadas con la familia. Al principio no quería que lo vieran sin pelo. Fue todo un proceso de aceptación porque tenía el pelo largo y su mamá le hacía baños de crema. 

“Ya hace dos meses que le sacaron la medicación. Solo hacemos controles por los linfocito pero lleva una vida normal”, contó.

En un momento solo comía arroz sin sal, huevo y zanahoria hervida. ¡Ahora puede comer de todo! El informe semanal de la guardería siempre decía: “No demuestra interés por sus pares”. Ahora ¡no hay quien lo pare! 


¡Hoy puede ir a la escuela!

¿Por qué Dante se quedó? ¿Por qué cree su mamá que la terapia funcionó?

“Cuando lo escucho, y me pide hacer videos y habla, yo creo que el mensaje es ese. Poder trasmitir a otras personas lo que él pasó. Por alguna razón los dos tuvimos que pasar por esto, crecer de golpe: él como hijo y yo como mamá”, dijo.

“Quizás esto sea para que algunas personas que están pasando por lo mismo sientan este mensaje: que se puede a pesar de las dificultades”, señaló.

Gabriel, su pareja, hace cinco años que los acompaña. Desde mayo del año pasado viven juntos en Villa Lugano y viajan seguido a Tres Arroyos, porque son muy “familieros”. Florencia tiene seis hermanos y a sus padres. También tienen un perro raza Beagle, Kyon, que acompañó a Dante cuando no podía caminar.

“Aprendimos a ser papás de Dante en una habitación de hospital. Ahí le enseñé a caminar a hablar, a comer. Hoy me siento que puedo ser una mamá normal porque lo puedo llevar a la plaza, se puede subir solo a los juegos, comer en un restaurante, hacer una actividad física y hasta ir a la escuela”, señaló.

Se apoyaron en los médicos, la familia y manteniendo el contacto con personas que pasaban lo mismo.

“Buscar información y apoyarnos en el grupo de TRES ARROYOS DONA MEDULA fue la clave para entender. Dejarse ayudar, escuchar esa es la clave para nosotros”, dijo su mamá.

“Dante es muy inteligente y lee de todo, libros de electricidad, de mecánica y geografía. Tiene capacidad de memorizar cosas y le gusta mucho ir a la biblioteca", contó.

El mensaje de esta luchadora: "Creo que hay que pasarla y no hay que bajar los brazos”.

¿Qué necesitás para donar médula ósea?

Tener entre 18 y 40 años. 

Documento Nacional de Identidad, Cédula de Identidad, Libreta de Enrolamiento o Pasaporte.

Gozar de buena salud, pesar más de 50 kilos y no tener antecedentes de enfermedades cardíacas, hepáticas o infectocontagiosas.

El primer paso es donar sangre y expresar la intención de donar médula. Los datos genéticos ingresan a la base de datos y quedan a disposición para ser comparados con los de los pacientes que necesitan un trasplante.

3 de cada 4 pacientes no tienen donante compatible en su familia y necesitan un donante.

Donar médula ósea salva vidas: si querés más información o inscribirte para ser donante podés entrar en este link.

Podes informarte llamando al 0800-555-4628 o escribiendo a [email protected]