Bahía Blanca | Sabado, 11 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 11 de mayo

Bahía Blanca | Sabado, 11 de mayo

La política se sienta a la mesa con un menú muy amplio

La columna semanal de nuestro corresponsal en la capital de la provincia.

No hace falta ser un estadista para darse cuenta de que la inflación es el principal eslabón de la cadena de emergencias económicas y sociales. Y esa crisis, puede ser aprovechada en términos electorales por cualquiera de las dos fuerzas políticas más competitivas: la coalición gobernante del Frente de Todos o la alianza opositora de Juntos por el Cambio. 

Tal vez por eso, tanto oficialismo como oposición en la provincia de Buenos Aires, emiten mensajes de unidad para arriba, donde las internas son a cara de perro por la definición de los liderazgos 2023. 

Después de un enero de recorridas playeras en destinos turísticos bonaerenses, el gobernador Axel Kicillof comienza a barajar y dar de nuevo con la continuidad del plan de obra pública que aporta “mayor justicia social” pero que, a su vez, puede provocar un potencial impacto positivo de gestión en las urnas.  

La suba de precios sigue debilitando los salarios de bolsillo de cara al inicio de un nuevo ciclo escolar en la Provincia, donde el gobernador pretende demostrar los avances que se lograron hasta el momento en materia de infraestructura educativa, promoviendo además la reinserción escolar pospandemia. Claramente, el inicio de clases en tiempo y forma durante el año electoral es un objetivo político puntual.  

Mientras tanto, Kicillof sigue al frente de “reuniones de trabajo” junto al líder de La Cámpora y diputado nacional Máximo Kirchner y el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde con intendentes del PJ bonaerense. 

Como temas centrales aparece la continuidad de la ejecución del presupuesto aprobado por la Legislatura, el plan de infraestructura que impulsa el Ejecutivo y la cantidad de obras que tienen en marcha los municipios, teniendo en cuenta el fallo de la Corte Suprema de Justicia que impacta directamente en el financiamiento de todas las provincias para “solventar la campaña electoral de la oposición macrista”, como se subrayó. 

Se sabe: para retener la gobernación, el oficialismo debe asegurar la llegada de fondos de caja bonaerense para obras en el “pago chico” de cada intendente del conurbano.  De igual manera, sobre la Mesa bonaerense del FdT se analizan los programas de transformación educativa y de salud que también forman parte de las prioridades establecidas para este 2023. 

También la decisión del presidente Alberto Fernández de convocar a una mesa electoral en el Frente de Todos, levantó polvareda en algunos sectores del oficialismo provincial. 

“Antes de discutir la estrategia electoral y las candidaturas”, primero se debe debatir “la proscripción de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (en alusión a la condena judicial) y la orientación conceptual sobre el rumbo que debe tomar la gestión de gobierno para evitar las contradicciones que nos han llevado a distintas diferencias que se viene manifestando ya hace largo tiempo. No podemos poner el carro delante de los caballos”, anticipan legisladores de estrecha relación con CFK. 

En las diagonales, por su parte, aseguran que desde Juntos por el Cambio se está buscando ampliar la coalición opositora. Entienden que el mandato social básicamente pasa por un plan de reactivación económica y generación de empleo para “exterminar” los planes sociales.  

No pocos señalan ante la prematura carrera electoral que, “lo primero es dejar atrás la mediocridad, y dejar de responsabilizar al gobierno anterior por dejar el campo minado. No se trata de Macri o Cristina. Tampoco es bueno que sea un Boca y River. Lo que se tiene que terminar es con la grieta, con esa postura de que al otro le vaya mal porque mientras peor es mejor para mí”. 

Sobre el difícil escenario electoral bonaerense el mayor clima de competitividad aparece concentrado en el radicalismo, el PRO y las distintas líneas de Juntos por el Cambio. Entre los candidatos ya anotados en la gatera aparecen el dirigente macrista Diego Santilli; los también “amarillos” Cristian Ritondo, exministro de Seguridad de María Eugenia Vidal, y el alcalde de Lanús, Néstor Grindetti. Por cuerda separada asoma el libertario José Luís Espert, entre otros “halcones” o “palomas”.  

En paralelo, la estrategia de los radicales pasa por blindar al partido alrededor de la figura de su presidente bonaerense, Maxi Abad, a la espera de que sus socios del PRO terminen de ordenar su propia interna partidaria. 

El virtual lanzamiento del marplatense jefe del bloque de diputados, buscó mandar una clara señal hacia adentro de la coalición opositora, y a la espera de alguna señal de las otras fuerzas que integran Juntos, sobre todo del PRO. Hacía “afuera”  denunció el “desorden administrativo” que tiene la gestión provincial del Frente de Todos, pensada “en función de caciques y punteros territoriales” 

Días atrás desde Olavarría, los amarillos señalaron que, a pesar de tener 4 o 5 precandidatos, llegarán a las PASO de agosto próximo con uno solo. Y enviaron una señal al radicalismo para integrar una fórmula cruzada. 

También es una novedad el acercamiento de Elisa Carrió a la UCR, partido que la vio nacer a la política, sobre todo con su presidente, el jujeño Gerardo Morales. La chaqueña sorprendió al ser la primera de Juntos por el Cambio en lanzar su precandidatura presidencial, “para sostener la unidad del espacio”, según dijo al anunciar la postulación. 

Seguramente ese acercamiento tendrá una correlación en la Provincia, sobre todo en las secciones y en los distritos, donde de haber competencia interna se podrán ver candidatos radicales y lilitos compartiendo listas. 

Una novedad teniendo en cuenta la buena sintonía que hasta ahora venían sosteniendo desde la Coalición Cívica con el espacio del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.