Ultima etapa de la campaña, todavía con cargos en juego para Bahía

Maximiliano Allica

mallica@lanueva.com

Jefe de Noticias de La Nueva. Analista político y conductor del programa de actualidad "Allica y Prieta a las 12" que se emite por La Nueva Play. Ha hecho coberturas políticas en el país y en el extranjero. 

La campaña no terminó. Si bien muchas de las definiciones quedaron resueltas el 22 de octubre, con Federico Susbielles ganando la intendencia y Axel Kicillof la Gobernación, todavía falta un último tramo de cara al ballottage.

Sergio Massa, con la ventaja obtenida sobre Javier Milei, es claro favorito. Sin embargo, el 2023 se reveló como un año de resultados sorpresivos, ya que no se esperaba el primer puesto del libertario en las PASO, así como era muy difícil de prever la importante distancia que sacó el ministro de Economía en las generales. Dar por obvio el triunfo oficialista el 19 de noviembre sería un error grosero y el primero que lo sabe es el propio Massa. Nadie puede descansar.

En Bahía Blanca, tanto Unión por la Patria como La Libertad Avanza iniciaron las recorridas para promover el voto a sus respectivos candidatos. Obviamente, es una campaña distinta. Y, si bien los recientes resultados locales condicionan los ánimos, tanto para los peronistas como para los liberales bahienses una victoria de su candidato presidencial les modifica el futuro. No hay que olvidar que en nuestra ciudad y la región hay en juego decenas de puestos no electivos, muy importantes, que dependen del inquilino de la Casa Rosada.

El próximo presidente tendrá en sus manos la designación, por ejemplo, de los principales cargos directivos de las oficinas bahienses de Anses (el mayor dador de ayudas sociales, muy por encima del Municipio), el Pami, la AFIP, el Enacom y las delegaciones de ministerios nacionales, entre otras posiciones muy apetecibles.

Si los gana el peronismo, completará una red ya bastante extendida gracias a los éxitos en el Municipio y la Provincia. Y, si se impone La Libertad Avanza, encontrará una serie de plataformas de gestión a partir de las cuales intentará afianzar la construcción de su espacio. Su objetivo, hoy, es convertirse en la primera fuerza de oposición local, quitándole protagonismo a Juntos por el Cambio. No da lo mismo lo que pase el domingo 19.

Habrá otros impactos por el resultado del ballottage. Por ejemplo, en los ordenamientos del Concejo Deliberante desde el 10 de diciembre. Si se mantienen las alianzas actuales, Juntos por el Cambio tendrá 10 miembros, el oficialista Unión por la Patria 8, La Libertad Avanza 4 y Avanza Libertad (entraron con José Luis Espert en 2021) 2. Es decir, dos tercios de los concejales serán de la oposición.

Hoy es imposible saber qué sucederá con esos esquemas y solo se pueden conocer algunos deseos. Desde la lógica local de Juntos, lo ideal sería mantener a la coalición unida en el Concejo, no disgregarla, e incluso disputarle al flamante oficialismo la presidencia del deliberativo, la cual se obtiene por mayoría simple (la mitad más uno de los votos).

Por el momento, los concejales de JxC han mantenido neutralidad de cara al mano a mano Massa-Milei. En un rápido repaso, los 2 concejales de la Coalición Cívica (Gonzalo Vélez y Fabiana Ungaro) se sumaron al llamado de su partido a votar en blanco, a la vez que el radical puro Pablo Daguerre se declaró prescindente.

Los radicales ritondistas Emiliano Alvarez Porte y Gisela Caputo están en una encrucijada: el exsecretario comunal de Seguridad promovía la equidistancia, mientras que la extitular del comité UCR Bahía Blanca dudaba entre votar en blanco o a Massa, pero Cristian Ritondo anunció en las últimas horas su apoyo a Milei. Hay que ver si alguno de ambos tiene nuevos pronunciamientos o se guardan hasta que la tormenta pase.

Y, en el caso de los 5 ediles del Pro (Adrián Jouglard, Fabiola Buosi, Rubén Gómez, Silvina Rubio y Marcos Streitenberger), por ahora mantienen la cautela. En especial Jouglard, presidente del actual bloque de 14 miembros, quien se debate entre Milei y el blanco, pero que sobre todo pretende llegar al fin de este año legislativo sin rupturas en su bancada.

Esa prudencia guarda relación con el silencio de la cúpula amarilla local, luego de que Patricia Bullrich y Mauricio Macri se definieron por el libertario, mientras que Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal se recostaron sobre la neutralidad. La única señal de la tríada Moirano-Nardelli-Gay, hasta el momento, la expresó el jefe comunal saliente al mencionar el lunes, en un acto por los 40 años de las primeras elecciones post dictadura, que "tenemos que estar alertas porque siempre surgen sectores profundamente antidemocráticos y autoritarios, hoy disfrazados bajo un partido político, que van a las urnas y sacan 18, 20 o 25 % de votos, aun en países adelantados".

No nombró a Milei, pero las cuentas son sencillas. De todos modos, horas después aclaró que no lo convence ninguna de las dos propuestas.

Ahora bien, desde un punto de vista pragmático, ¿qué le conviene al espacio que dominó la política bahiense durante los últimos 8 años? Por afinidad ideológica y alineamiento partidario, quienes levantaron las banderas del bullrichismo deberían defender la postulación de Milei. Sin embargo, una victoria libertaria a nivel nacional abriría mucho campo de acción en Bahía a las huestes de Oscar Liberman, por la posibilidad de acceder a los espacios de gestión antes mencionados. Cambiemos se arriesga a que el tercer puesto obtenido en los comicios se convierta en un callo.

Es más, al margen del resultado nacional, si Milei se impone en nuestro distrito por buena ventaja, los liberales locales utilizarán el dato para impulsar su posicionamiento en estas tierras. No es lo mismo un triunfo de Massa en Bahía o una elección pareja, que un resultado favorable al "León". El naciente libermanismo, que ya sumó a los Jóvenes Pro y va recuperando afinidad con los ediles espertianos, lo sabe.

En resumen, con el susbiellismo en curva ascendente y todo el justicialismo alineado detrás, resta definir cómo quedará conformado el cuadro opositor. Intrigas, recelos y negociaciones secretas es lo que viene.

El pasado 22 de octubre, en el tramo presidencial, los bahienses votaron así: Milei sacó el 32,9% de los votos, Bullrich alcanzó el 29,9% y Massa llegó al 28,6%. El pronóstico para dentro de 18 días, como a lo largo de todo este año, es por demás incierto.

Por vía paralela, avanza la transición entre los funcionarios de Gay y los enviados de Susbielles. El objetivo central: que la desdicha en Alsina 65 por la derrota no detenga los procesos administrativos que permiten a los bahienses recibir servicios elementales.

Hasta el momento, según los interlocutores, el diálogo es positivo. Por el lado de Unión por la Patria, el principal embajador es Santiago Mandolesi Burgos, expresidente del Concejo Deliberante, exasesor letrado de la Comuna y hoy máxima autoridad de Zona Franca. El rol de Mandolesi en el futuro gobierno aún no está definido pero es evidente que ocupará alguna oficina destacada.

Abogado de profesión y peronista de línea clásica, viene acompañando al titular del Puerto desde antes de la campaña de 2019 y conoce los entresijos del Municipio, al igual que los futuros encargados de las áreas de Economía y Seguridad, Carlos de Vadillo y Federico Montero, las dos carteras que ya tienen titulares confirmados debido a la extrema sensibilidad de los manejos que quedarán a su cargo.

¿Y el resto de los nombres para las secretarías y agencias? Por lo pronto, salvo Natalia Martirena (Cultura), guardados bajo siete llaves. Falta más de un mes para la asunción y en el susbiellismo aspiran a manejar la comunicación de manera quirúrgica.