Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

De qué dependen los principales candidatos para ser intendente

Moirano, Susbielles y Liberman tienen chances similares de ganar la elección de este domingo. Qué necesita cada uno.

El despacho de jefe comunal, en Alsina 65. (Foto: Pablo Presti - La Nueva.)

El próximo domingo se despejará la duda. Tras el escenario de tercios que dejaron las PASO en Bahía Blanca, finalmente este 22 de octubre se sabrá cuál de los principales candidatos a intendente sacará ventaja y ocupará el lugar de Héctor Gay a partir del 10 de diciembre.

Oscar Liberman (La Libertad Avanza), Federico Susbielles (Unión por la Patria) y Nidia Moirano (Juntos por el Cambio) necesitan de una serie de factores bien diversos para imponerse en la disputa.

Liberman fue individualmente el más votado el 13 de agosto con el 27,71% de los votos (43.917 sufragios), empujado por la principal figura de la lista, el postulante presidencial Javier Milei, que en nuestra ciudad recibió 54.343 adhesiones y superó por mucho al resto de sus competidores en la comparación mano a mano. Ahora bien, en el análisis de la tira de su propio partido, el economista bahiense perdió uno de cada 5 votos respecto de su punta de boleta.

Para dar el batacazo, el aspirante a jefe comunal necesita dos cosas. La primera, que siga creciendo Milei y salte del 31% obtenido en nuestro distrito a cerca del 40%. En ese caso, si logra achicar un poco el porcentaje de corte en contra, quedará muy bien posicionado para ganar la elección. Para cualquiera de los tres competidores, el 35% podría ser el número mágico.

Otra clave es la fiscalización. En Bahía hay 750 mesas, distribuidas en casi 130 centros de votación. Los libertarios tuvieron en las primarias apenas 200 fiscales y luego se apoyaron en un sector del peronismo para que les cuiden la boleta. Post PASO esa relación no quedó nada bien, ya que en LLA sospechan que hubo maniobras para perjudicar a Milei, Liberman y compañía cuando, con el correr de la tarde, se veía venir el aluvión violeta.

Para esta ocasión, LLA ya contaría con más de mil personas preparadas para el operativo. Habrá un delegado por mesa y un fiscal general por cada institución donde se vota, más algunos suplentes. Al observar desde el comando nacional que Bahía podría ser la intendencia más importante del país que quede en manos del mileísmo, se extremaron los esfuerzos para conseguir recursos e igualar a los mini ejércitos de fiscalizadores que ya tienen entrenados tanto el justicialismo como JxC. Que no se escape un solo voto, ante un panorama tan parejo, es clave. 

Moirano, al igual que Liberman, está muy atada al crecimiento de su boleta nacional. En las primarias la senadora se impuso a Andrés de Leo por 26.952 votos a 25.626 (17,1% del total versus el 16,3%, sumando entre ambos 33,4% para que Juntos por el Cambio sea el sello más votado), pero vale recordar que los precandidatos a intendente estuvieron por debajo de los presidenciales, ya que Moirano y De Leo tuvieron un acumulado de 52.578 sufragios contra los 58.428 de Patricia Bullrich más Horacio Rodríguez Larreta. 

A su vez, la ahora candidata del oficialismo bahiense perdió uno de cada cuatro votos obtenidos por Bullrich en esta ciudad.

Históricamente la boleta bahiense de Cambiemos sufrió algo de corte, lo cual no le impidió ganar con comodidad todas las elecciones desde 2015 para acá. La diferencia es que esta vez no se trata de un enfrentamiento solo con el peronismo, sino que hay un tercero en discordia que le muerde votos a las dos grandes coaliciones.

Si hubiera que resumir en dos aspectos qué necesita Moirano, habría que señalar que será clave retener los votos del larretismo y De Leo, como primera medida. Para trabajar en eso, convocó de inmediato luego de las primarias al lilito para que sea su jefe de campaña y puso a la popular Fabiana Ungaro a caminar con ella por cada rincón de la localidad.

El otro aspecto tiene que ver con la gente que no votó en agosto y se sumará ahora. Al mirar las estadísticas, habitualmente hay cerca de 12 mil personas "nuevas" en los cuartos oscuros durante la elección general. A esos se pueden agregar unos 5 o 6 mil votantes que pusieron blanco en las primarias pero que siempre terminan escogiendo alguna opción electiva y otros 5 o 6 mil que sufragaron por algún partido que no superó el corte de las PASO y ahora tendrán que elegir entre lo que quedó. Total aproximado: 25 mil votos sueltos.

Desde 2015 para acá, el espacio que más creció entre agosto y octubre, por mucha diferencia, siempre fue Juntos por el Cambio, con lo cual se podría caracterizar a la mayoría de esos votantes como no peronistas. El tema es que hoy las opciones no peronistas son dos. 

Una buena parte de la expectativa de los amarillos está puesta en que los electores "exclusivos de octubre" normalmente son gente mayor, más bien conservadora, a la cual tal vez le resulte demasiado agresivo un personaje como Milei y entonces prefiera a Bullrich. Cuantas más adhesiones reciba la exministra de Seguridad, por efecto derrame mejorarán las posibilidades de Moirano.

En cuanto a Susbielles, hace dos meses ganó con holgura la interna de Unión por la Patria contra Sebastián Mas y Leandro Nievas. El titular portuario obtuvo el 24,8% de las adhesiones mientras que el sello, en total, alcanzó el 31,2%.

En el comparativo de las puntas de boleta, los precandidatos presidenciales Sergio Massa y Juan Grabois apenas consiguieron en nuestra ciudad 36.650 votos, muy por debajo de los postulantes a intendente, ya que entre los tres lograron 49.069 sufragios, siendo el único espacio que tiene mejores números en el segmento local que en el nacional.

De hecho, buena parte de la campaña estuvo basada en la idea de "Elegí intendente", con Susbielles apareciendo solo en los afiches, sin Massa ni Axel Kicillof, dos figuras de baja popularidad en Bahía. Es más, ninguno de los dos vino a la ciudad en este tramo de la campaña y solo lo había hecho el gobernador antes del 13 de agosto.

Tomando un par de puntos que necesita el dirigente de UxP para ganar este domingo, lo primero a resaltar es que debe conservar todos los votos de Mas y Nievas, para lo cual viene caminando la ciudad con ambos desde que se conoció el resultado de las primarias.

Lo siguiente, si se llega repetir el dato de que la mayor parte de los votantes que se agregan en la general no elige al peronismo, es que el crecimiento del bullrichismo y el mileísmo se neutralice. Léase, que sea lo más parejo posible para que ninguno se despegue. A su vez, que el pequeño resto que no rechaza al justicialismo apoye al presidente del Puerto, redondeándose un nuevo escenario de tercios, donde puede ganar cualquier por un suspiro.

En las unidades básicas hay quienes sostienen que esta elección en Bahía depende bastante de la performance de Javier Milei, por su capacidad de arrastre; y un poco de lo que pueda seguir trajinando Susbielles, único postulante local con voto propio. A Moirano se atreven a dejarla afuera.

Dos detalles más. En las PASO 2023 se produjo la menor participación histórica en Bahía en una elección para cargos ejecutivos. Solo votó el 68,6% del padrón, cuando el promedio en primarias para presidente, gobernador e intendente es de 6 puntos más.

A su vez, en las generales ejecutivas suele sufragar casi el 80%. 

Una de las grandes dudas es si este año se dará el aumento tradicional de unos 4 puntos entre un turno electoral y otro, o si el domingo la cifra se acercará al 78 o 79%, con lo cual la cantidad de votantes nuevos será mucho más significativa.

En la teoría, al peronismo bahiense le conviene poco crecimiento en la cantidad de votantes, porque el núcleo duro militante asiste en todas las circunstancias y, en cambio, los que van a las urnas dependiendo del humor del día suelen escoger otras opciones. En el caso de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza, no está claro quién podría verse más beneficiado.

El segundo detalle, el dato más importante de todos, es que en esta elección es tan significativo saber quién gana como quién pierde.

El triunfador importa por razones obvias, debido a que comandará la Municipalidad por cuatro años. El perdedor, o los perdedores, porque obligadamente habrá un cambio fuerte en el tablero político de Bahía Blanca.

Si no gana Moirano se romperá la hegemonía Pro poniendo fin a un ciclo de 8 años, con el agravante de que su principal espada, Héctor Gay, parece más dispuesto a bajar los decibeles que a deslomarse por una eventual reconstrucción del partido.

Y, si pierde Susbielles, es muy probable que el PJ se empiece a plantear la posibilidad de nuevos liderazgos, luego de dos intentos consecutivos por la intendencia del exbasquetbolista.

Por lo pronto, solo hay una cosa segura: el 23 de octubre comenzará un proceso tanto o más interesante que el previo a este domingo 22.