Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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¿A qué nivel crecerán las exportaciones agroindustriales argentinas en 2022?

Se prevé una salida de 60.000 millones de dólares, casi U$S 5.000 M más respecto de 2021. De todos modos, en las perspectivas, en términos de demanda internacional y precios son neutrales; y en competitividad cambiaria y oferta exportable, negativas. Informe de la FADA.

Operatoria en Ingeniero White, en el ámbito del CGPBB. / Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   Si bien se espera un segundo semestre de 2022 menos positivo que la primera parte del año, aunque similar al segundo semestre del año 2021, las estimaciones de las exportaciones de las cadenas agroindustriales rondarán los 60.000 millones de dólares; esto es, unos U$S 5.000 M que el año anterior.

   La evolución de las exportaciones agroindustriales en el mediano plazo depende de variables locales e internacionales, ligadas a aspectos macroeconómicos, sectoriales, climáticos, geopolíticos y de políticas públicas.

   Mientras tanto, en el largo plazo también impactan aspectos más estructurales como, por ejemplo, en los hábitos de consumo.

   Respecto a 2021, las perspectivas en términos de demanda internacional y precios son neutrales; y en competitividad cambiaria y oferta exportable, negativas.

   Estas son algunas de las conclusiones que surgen del último informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA).

   En tal sentido, son cinco las razones que explican las perspectivas de las exportaciones agroindustriales. Veamos:

—La demanda internacional: Para este cálculo se utilizan las proyecciones de PIB del World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional, actualizado a abril del corriente año.

   “Se proyecta un 2022 con crecimiento en gran parte del mundo, aunque relativamente moderado y marcado por la suba de tasas, que lleva a una política monetaria más restrictiva luego del salto inflacionario”, sostuvo David Miazzo, economista jefe de la FADA.

   “El FMI proyecta un incremento del 3,6 % del PIB mundial, del 3,3 % de los países desarrollados y del 3,8 % de las naciones en vías de desarrollo”, añadió.

   “China, que solía ser la locomotora del crecimiento de los países en desarrollo, tendría un crecimiento de sólo el 4,4 %. Una de las razones es que todavía está complicada por los cierres de actividades en el marco de rebrotes de COVID-19”, sostuvo.

   También dijo que, en tanto, India sigue con tasas sólidas de crecimiento, con una estimación de 8,2 %. Y que los países del sudeste asiático prevén una expansión del 5,1 %.

   Para Brasil, por su parte, el FMI proyecta una suba de apenas 0,8 % del PBI.

   “Una actividad económica que crece a nivel mundial significa mayor demanda agregada del mundo, lo que aumenta los requerimientos de importación del resto del mundo”, dijo Natalia Ariño, también economista de la FADA.

   “De todos modos, para el caso de las exportaciones argentinas preocupa el bajo nivel de crecimiento de Brasil”, agregó.

—Competitividad cambiaria: Con el fin de aproximar la competitividad cambiaria de la Argentina se utiliza el ITCRM31 que elabora el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

   “Este indicador ha mostrado una baja sustancial durante el último año a raíz de que el tipo de cambio oficial ha evolucionado por debajo de la inflación”, aclaró Nicolle Pisani Claro, integrante del equipo de economistas de la FADA.

   “Está cercano a los niveles de febrero de 2018, anterior a las devaluaciones de 2018 y de 2019, por lo que nuevamente se acerca a mínimos de la década”, añadió.

   También dijo que el deterioro del tipo de cambio real afecta, en forma negativa, las actividades exportadoras, porque los costos crecen al ritmo de la inflación y los ingresos al ritmo del dólar oficial.

   Entre julio de 2021 y julio de 2022 la inflación fue del 70,5 % y el tipo de cambio oficial sólo subió 33,5 %.

   “Hacia adelante se espera que, desde una óptica local, el tipo de cambio evolucione al menos al ritmo de la inflación tanto por la imposibilidad de mantener este nivel de atraso cambiario, ya que esta política estaba comprometida en el acuerdo con el FMI”, aseguró Pisani Claro.

—La oferta: La disposición para la exportación tiene dos partes, sea por la producción o para el consumo local.

   “En términos de producción las perspectivas son negativas tanto para granos como para carne y otros productos como la uva”, dijo Miazzo.

   “De todos modos, la crisis económica local genera menores consumos de productos como carne y leche, generando alguna ampliación de la oferta exportable”, añadió.

   La producción de grano de la campaña actual se estima en 123 millones de toneladas respecto de los 130 M/T en la campaña 20/21, un 5,2 % inferior.

   La producción de soja terminó con una mejora del 0,5 %; el maíz se redujo 6,7 % y el trigo podría caer hasta un 18 % en la campaña 22/23.

   La sequía es el principal factor que ha afectado las estimaciones de cosecha, aunque hacia adelante también afecta la suba de costos y la disponibilidad de fertilizantes.

   La producción de carne bovina mostraba una tendencia negativa que se extendió hasta el primer trimestre del corriente año, cuando encontró un piso. En este junio, la producción anual —acumulada— fue 62.000 toneladas menor a los 12 meses previos a junio de 2021. En términos de faena, en los últimos 12 meses se faenaron 475.000 animales menos que un año atrás.

   La leche, por su lado, muestra una producción que ha moderado la suba, pero continúa mostrando una variación positiva respecto a 2021. La producción de los 12 meses previo a junio de 2022 fue de 11.607 millones de litros, 2,6 % superior a la del año anterior.

   “Un potencial salto cambiario en el horizonte próximo puede dificultar la rentabilidad de los tambos con algún impacto en la producción, pero la producción 2022 terminará en terreno positivo”, sostuvo Miazzo.

   Con el objetivo de sumar al análisis otros productos importantes, desde la FADA se analizaron vinos, peras y manzanas.

   “Por el lado del vino, la cosecha 2022 mostró una caída del 17,9 % respecto de 2021, lo que reducirá la producción y oferta exportable de vinos. En peras y manzanas también se plantea un escenario negativo, con caídas del 1,1 % en manzanas y del 4,5 % en peras respecto a la campaña anterior”, explicó.

—Precios: Los granos han eliminado una parte importante de la mejora de precios que generó la guerra entre Rusia y Ucrania, aunque se mantienen por encima de los niveles de agosto de 2021, especialmente el trigo.

   En el caso de la soja, el precio es 13 % superior; en maíz, del 15 %; y en trigo, del 44 %, lo que asegurará un mayor nivel de exportaciones pese a la caída del nivel de producción.

   Respecto de los precios de la carne bovina, también se visualiza la pérdida de la ganancia generada por la guerra.

   “En el caso de la cuota Hilton, los precios están en valores similares a los de julio de 2021, aunque un 30 % debajo de los máximos de abril-mayo de este año”, indicó Ariño.

   “En el caso de los cortes exportados a China, los precios también se ubican en valores similares a los de un año atrás, aunque un 15 %-20 % por debajo de los máximos de abril-mayo. Así, se puede esperar un escenario estable respecto al segundo semestre de 2021”, agregó.

   “En leche también se ven menores precios respecto a los máximos alcanzados por la guerra. El precio de agosto de 2022 es 1,5 % inferior al mismo mes de 2021. Así, para el segundo semestre de 2022 se puede esperar una situación similar a 2021”, comentó.

   “En el caso del vino, los precios se han mantenido más estables, por lo que la menor producción se trasladará a un menor ingreso de divisas por exportaciones”, aseveró la economista.

   Peras y manzanas presentan un nivel de precios relativamente similar al del año anterior, por lo que, unido a la producción estabilizada, pueden aportar una cantidad de dólares semejante a 2021.

—Políticas públicas: De acuerdo con Pisani Claro, ya están en marcha restricciones a la exportación de carne, maíz y trigo, hecho que le coloca un techo a los volúmenes de exportación.

   “Por otro lado, los fideicomisos de trigo y de aceite, y la eliminación de los diferenciales en soja, generan un menor precio percibido por el productor”, sostuvo.

   “La brecha cambiaria y el atraso del tipo de cambio oficial generan claros desincentivos a la exportación, que se ha comenzado a ver con un menor ritmo de comercialización de soja”, amplió.

¿Qué pasó en este primer semestre?

   Entre los meses de enero y junio, inclusive, del presente año la Argentina exportó por 44.337 millones de dólares.

   En el período citado, las cadenas agroindustriales (CAI) generaron un total de U$S 30.944 millones en concepto de exportaciones, un 21 % más al mismo período del año 2021, siendo récord histórico de exportaciones semestrales para las cadenas del agro.

   Es así que 7 de cada 10 dólares por exportación provienen de las cadenas agro, explicando el 70 % de las exportaciones argentinas para del año.

   Del total de exportaciones de las CAI se generaron:

—75 % en las cadenas granarias.

—10 % en las economías regionales.

—8,2 % en carnes.

—2,2 % en lácteos.

—4,6 % en otros.

   En materia de derechos de exportación, durante enero-junio de 2022 la AFIP recaudó un total de U$S 5.683 millones, de los cuales el 94 % lo explican las cadenas agroindustriales; esto es, U$S 5.335 millones.

   Si se agrupan por cadenas, los cereales y oleaginosas explicaron el 91 %, seguido por las economías regionales 2 %; cadenas cárnicas con un 4 %; lácteos, 1 % y el resto un 2 %.

   En base a los 20 complejos seleccionados, que explican el 93 % de las exportaciones agroindustriales, se puede destacar estos resultados en cuanto a la concentración de origen durante 2021:

—Región Pampeana: Cobran relevancia los complejos de granos, carnes y lácteos, con el 96 % de las exportaciones agro-pampeanas, en conjunto.

—NEA y NOA: Se encuentran principalmente economías regionales como limón, poroto (del complejo legumbres), forestal, té y yerba.

—Región Cuyo: El complejo de la uva representa el 42 % de las exportaciones que provienen de la región.

—Región Patagónica: También se encuentran actividades como peras y manzanas y el complejo pesquero, que representan el 95 % de las exportaciones agropatagónicas.