Más de 3.000 niños y niñas celebraron el Día de las Infancias

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   Con la organización general de la Juventud Sindical de la UOCRA Bahía Blanca y el SUPA, el domingo pasado se celebró el Día de las Infancias, nuevo nombre con el que se conoce al popular festejo del Día del Niño, una efeméride que busca un enfoque de derechos más amplio y con perspectivas de género.

   A la actividad, desarrollada en el Anfiteatro de Ingeniero White, acudieron más de 6.000 personas, que le dieron vida y color a una esperada celebración.

   Con mucho entusiasmo, desde antes del mediodía, las familias fueron llenando las muy bien acondicionadas instalaciones del predio.

   “La idea surgió en conjunto entre la agrupación Felipe Osores del SUPA y nuestra Juventud Sindical, que se encargaron de la organización en general. Y se sumó el bloque de Unidad Sindical, del que tomamos parte más de 40 gremios de la ciudad”, contó Carlos Boer, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina, delegación Bahía Blanca.

   Todos los sindicatos que conforman dicho bloque aportaron recursos para desarrollar las actividades, de la cual participaron distintos artistas locales para amenizarla.

   “Son iniciativas muy positivas, porque todos aportaron un granito de arena para que todo saliera perfecto. No es fácil organizar un evento multitudinario, pero todo salió bastante bien. Se alquilaron juegos infantiles, se montaron stands y hasta hubo peluqueros que trabajaron gratuitamente, para que los niños disfruten su día a pleno”, añadió el gremialista.

   Obviamente hubo regalos para los niños y niñas asistentes.

   “Entregamos más de 3.000 juguetes. Y nos quedamos cortos, porque la afluencia superó todas las expectativas, ya que también se abrió a la comunidad de White”.

   Fue impresionante la cantidad de gente reunida alrededor de los sorteos y premios entre los que había juguetes y bicicletas para todas las edades, que daban lugar al cierre del evento. 

   “Fue increíble que sean las 19 y aunque ya hacía mucho frío, la gente seguía en el lugar”, manifestó De Boer.  

   Se sortearon, además, alrededor de 150 bicicletas.

   “Fue el festejo de los hijos de los trabajadores. En algunos lados hubo críticas porque aparecieron banderas de distintos gremios, pero no había motivos para impedirlo, porque realmente todos los gremios participaron de la actividad y se pusieron la organización al hombro y se hizo con recursos de los sindicatos que conforman el Bloque de Unidad Sindical”, cerró el líder de los trabajadores de la construcción.