Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Condena a 6 años de cárcel por el violento asalto a un comerciante

Los delincuentes ingresaron en la propiedad simulando ser policías. Golpearon al dueño y redujeron a su hija y yerno.

Fotos: Pablo Presti y archivo-La Nueva.

   Una patada a la puerta, mucho ruido y el grito de “policía, policía, todos al suelo”.

   Ese fue el comienzo de la pesadilla que a fines de 2019 vivieron un comerciante del barrio Spurr y su familia, cuando un grupo de delincuentes ingresó de forma violenta en su casa y los asaltaron.

   Golpes, insultos y amenazas con armas soportaron las víctimas esa noche, antes de que los ladrones escaparan llevándose dinero en efectivo, un televisor y hasta carne del negocio, entre otras cosas.

   En las últimas horas, y a partir de los elementos recolectados durante el debate oral, los jueces del Tribunal en lo Criminal N° 2, Mercedes Rico, Eugenio Casas y Claudia Fortunatti, sentenciaron a 6 años de prisión a Hermes Miguel Marcos por el robo y lo declararon reincidente.

   Para los magistrados quedó probado que el 26 de septiembre de 2019, poco después de las 23, al menos tres hombres ingresaron en un domicilio de Paunero al 2.900, y golpearon en la cabeza, con la culata del arma, a Sergio Arce, exigiéndole la entrega de dinero.

   Uno de los asaltantes llegó a una de las habitaciones, arrojó una botella de cerveza contra la pared y le apuntó con un arma a la hija de Arce, quien se encontraba acompañada por su pareja e hijo, preguntándole por la ubicación de una supuesta caja fuerte.

   En esas circunstancias se apoderaron de 7.300 pesos, un teléfono celular, un televisor de 32 pulgadas, dos cuchillas y varios cortes de carne.

Sorpresa y agresión

   El comerciante declaró que esa noche estaba acostado cuando repentinamente lo sorprendieron los golpes y gritos.

   Dijo que se levantó y apareció un sujeto que le apuntó a la cabeza con un arma, por lo que comenzó a forcejear, aunque en esas circunstancias le aplicaron un culatazo y lo hicieron caer al piso, donde siguió recibiendo golpes.

   Afirmó que los ladrones buscaban dinero que no tenía y que posteriormente también redujeron a su yerno, quien les entregó plata que tenían para el pago de distintos proveedores del negocio.

   Al día siguiente -mencionó-, unos vecinos le indicaron dónde podían estar las cosas robadas, por lo que concurrió al sector de Tierra del Fuego y Esmeralda junto a personal policial.

   Indicó que cuando llegaron ya había uniformados en el sitio, personas demoradas y encontraron algunos de los objetos sustraídos.

   La hija del comerciante también relató cómo se produjo el ingreso de los desconocidos al domicilio.

   Señaló que uno de ellos irrumpió en su habitación y lanzó una botella contra la pared.

   Agregó que el envase se rompió y milagrosamente los vidrios no lastimaron a su hijo.

   En el mismo sentido declaró el yerno de Arce.

   “Me levanto y me encuentro con uno alto que me apunta con un revólver, y me dice que me quede quieto. Con mi suegro había dos más, también con armas. Nos decían que no los miremos y nos pedían plata”, describió la víctima.

Valoración

   Los jueces consideraron probada la responsabilidad del acusado y destacaron que dos de los damnificados lo reconocieron fotográficamente y también en la sala de audiencias.

   Valoraron, además, el hallazgo de elementos relacionados con el hecho (un televisor, una mochila, carne y prendas de vestir reconocidas por las víctimas) y la presencia del procesado en el lugar del operativo.

   Sobre los testimonios, indicaron que fueron “absolutamente espontáneos, sinceros y desprovistos de todo ánimo de perjudicar al procesado”.

   “Todos ellos hicieron un relato detallado, preciso y a través de un lenguaje simple, explicaron la secuencia de la situación vivida", agregó en el fallo el tribunal actuante.

   También descartó la posición de la defensa, que manifestó que Marcos fue apuntado por los vecinos y por la Policía, llevando todo esto a que los damnificados “se convencieran” y lo reconocieran.

   “Entiendo que ninguna de estas afirmaciones tiene correlato con la prueba producida”, sostuvieron en la resolución.

   Por todo ello, entendieron que los elementos recolectados vinculan al imputado con los hechos investigados.