Continúan los aumentos de precios en el comercio de Bahía, pero a menor ritmo que en julio
Si bien la remarcación de precios no mantiene la frecuencia del mes anterior, todavía se experimentan problemas con los insumos importados y la incertidumbre no parece cesar.
Tras un mes cargado de incertidumbre, que se caracterizó por la remarcación constante de precios, hoy la situación entre los comercios de Bahía Blanca se estabiliza, aunque algunos aumentos continúan.
Durante el mes de julio se registraron importantes incrementos en diferentes rubros. Según el CREEBBA, la canasta básica total en nuestra ciudad aumentó un 7,5 %. En tanto, el IPC (Índice de Precios al Consumidor) que mide esa misma institución registró la suba más alta de los últimos 12 años, con un incremento del 6,2 % respecto del mes anterior.
“Aumentó mucho todo, pero siempre aumenta mucho”, dijo Franco mientras atendía un comercio de ropa masculina en Sarmiento al 200.
En julio los precios llegaron a remarcarse cada tres días, contó. Si bien a partir de ahora el alza continuará, no será con la misma frecuencia, sino que se va a mantener en las subas habituales de cada temporada, pronosticó el joven.
Sin embargo, “no sabemos si vamos a traer productos importados –agregó–. El mayor problema es cuando no te quieren vender y ha pasado eso en este último tiempo”. Luego del Día del Padre, no pudieron reponer la mercadería que habían vendido en esas fechas.
En otro local del mismo rubro, ubicado en Alsina y Soler, manifestaron que agosto comenzó con un ritmo más tranquilo que el mes anterior. “Esperemos que siga así”, expresó Gustavo, que atendía en la casa principal del comercio, de ropa masculina, que cuenta con otro local de indumentaria femenina a media cuadra.
A diferencia del caso anterior, recordó que en julio los proveedores actualizaron la lista de precios dos o tres veces en el mes. “A mi me bajan lista de precios. Si yo no vendo al precio que están pidiendo ellos, después no se puede reponer”, explicó.
Por su parte, Betiana, la vendedora en una juguetería de Alsina y Lamadrid, manifestó que todavía mantienen el acelerado ritmo de remarcación en los valores de los productos que comenzó en julio. “Todos los días tenemos cambios de precios”.
“En algunos productos son modificaciones importantes. En los artículos caros, como butacas o coches, es donde más se nota: por ahí cambian 4 mil o 5 mil pesos de un día para el otro”, comentó.
Betiana.
Además, mencionó el problema con las importaciones: “Lo que es de afuera se está consiguiendo poco”, lo que complica aún más el panorama para las ventas del Día del Niño, el próximo 21 de agosto.
“Si bien hubo algún incremento, la verdad es que se calmó a comparación a julio”, evaluó Natalia, sentada detrás del mostrador de un negocio de insumos tecnológicos ubicado en Rodríguez al 100.
En los primeros días del mes pasado “se remarcó mucho”. La mujer recordó que luego de la renuncia de Guzmán, “estuvimos casi una semana entera sin saber qué pasaba. Que vendíamos, que no vendíamos, que no sabíamos el precio…”.
En contraste, “ahora viene calmo, está volviendo a la normalidad”, concluyó.
En un comercio de bebidas en Sarmiento al 400, Lorena explicó que el negocio de las bodegas se maneja de manera diferente a otros rubros.
“El tema del vino es muy particular, porque hay bodegas formadoras de precios. Cuando una formadora varía el precio, los vinos de la competencia se ven obligados a subir el precio para mantenerse en esa categoría”, precisó.
En julio, una de las bodegas formadoras envió tres nuevas listas de costos. “Una, una semana antes de la renuncia; después, dos listas más. Entonces, eso hace que a muchísimas bodegas no les quede otra que aumentar”. Sin embargo, algunas pequeñas bodegas, como las de vinos de autor o boutique, intentaron mantenerse con los mismos valores durante todo julio.
“En julio hubo tres aumentos”, contó Angie, que se encontraba atendiendo una panadería ubicada en la primera cuadra de Zelarrayán. Y agregó que “han habido aumentos importantes, del 15 o 20 %, que antes se daban en un mes”.
“En agosto está más tranquilo, en estos diez días no hubo aumentos”, contó.
Por su parte, en una pollería ubicada en la primera cuadra de Zapiola, Fernando comentó que “el ritmo continúa ya que es como una balanza que sube y baja”.
“Tratamos de llevar un equilibrio y no aumentar mucho de golpe, sino un porcentaje pequeño, cosa de no asustar a la gente --explicó--. En julio aumentó mucho el pollo, pero por lo general siempre sube cada dos o tres semanas”.
A diferencia de los anteriores, el rubro de la carnicería fue la excepción: no pasó por grandes incrementos. “Si bien la carne bajó, como subió el gasoil se mantuvo el precio”, comentó Javier, en un comercio de Zelarrayán al 200.
“Acá no subió nada. Después de los cambios en Economía, tampoco. Hace un mes y medio que no se mueve el precio”, concluyó diciendo.