Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Una dieta poco saludable favorece el desarrollo del cáncer de colón

En estadios tempranos de detección, 9 de cada 10 casos pueden llegar a curarse, según el Observatorio Global del Cáncer.

   En 2020, el cáncer colorrectal (CCR) fue el segundo de mayor incidencia en nuestro país, causando 15.895 casos, según indican las estadísticas elaboradas por el Observatorio Global del Cáncer de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer.

   En estadios tempranos de detección, 9 de cada 10 casos pueden llegar a curarse y en caso de ser detectado en etapas avanzadas, hay nuevas terapias y el pronóstico es más alentador. 

   No obstante, son tratamientos caros y, para el sistema de salud, termina siendo más costoso tratar el cáncer de colon que prevenirlo.

   Si bien se da con más frecuencia en mujeres y varones mayores de 60 años, los expertos se alarman por el aumento de casos en adultos jóvenes. Eso se debe a que han cambiado los hábitos de alimentación y hoy se está estudiando el impacto de los alimentos industrializados en el organismo y en el desarrollo del CCR. 

   Es muy difícil entablar una relación causal, de forma directa, ya que son muchos los factores que intervienen, pero hay un aumento de casos en pacientes jóvenes, incluso en aquellos que no tienen antecedentes genéticos. 

   La ingesta de productos que no son saludables modifica la microbiota intestinal y hay cierto tipo de bacterias que le dan una impronta más agresiva al cáncer de colon. Hoy sabemos que una microbiota inadecuada lo favorece.

   La ingesta de alcohol también es un factor de impacto y, como es sabido, los jóvenes consumen cada vez más. Al metabolizarlo, el alcohol produce acetaldehído, un producto químico tóxico que sería un carcinógeno humano sobre todo el tubo digestivo, actuando particularmente sobre el intestino.

   El alimento vehiculiza nutrientes y sustancias que no son nutrientes, pero sí son biológicamente activas. Todas tienen efecto tanto en la salud como en la enfermedad. Entonces, tenemos que hablar de un perfil de alimentación saludable. 

   Es importante tener una mirada amplia y comprender que una alimentación saludable tiene que estar enmarcada en un estilo de vida saludable.

   La identificación de casos en poblaciones más jóvenes instaló un nuevo debate en las comunidades científicas de todo el mundo. La Sociedad Americana Contra 

   El Cáncer recomienda que las personas que tienen un riesgo promedio consulten periódicamente al médico y comiencen las pruebas de detección a los 45 años. 

   En Argentina, la indicación para pacientes sin antecedentes es a partir de los 50 años. No obstante, en pacientes con antecedentes de la enfermedad en parientes de primer grado, hay que estudiarse a partir de los 40 años o 10 años antes de la edad del familiar al momento del desarrollo de la enfermedad.

   Afecta a ambos sexos casi por igual, ya que no hay una diferencia significativa en el número de casos.

Algunas claves 

   Entre los hábitos para prevenir la enfermedad se debe consumir una dieta rica en fibras (vegetales y frutas); disminuir el consumo de carnes rojas y grasas de origen animal e ingerir productos ricos en calcio.

   También realizar ejercicio físico regularmente y evitar el sobrepeso; disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco; limitar el consumo de bebidas azucaradas; limitar el consumo de comidas procesadas y revalorizar el consumo de alimentos fermentados seguros y probióticos estudiados.

   La aparición de los síntomas (cambio en la frecuencia evacuatoria, sangrado al defecar, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia o pérdida de peso) puede significar que el estadio de la enfermedad es avanzado.