Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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“Acá vienen chicos que la pasan mal; encuentran un lugar de contención”, dijo Guillermo Ocampo

Desde 2015, Guillermo está a cargo del Club Deportivo y Cultural Leones, al que asisten más de 170 niños.

Los chicos del barrio Noroeste están contenidos en el club Deportivo y Cultural Leones. Fotos: Manuel Brianne-La Nueva.

Por Javier Oscar Schwab / [email protected]

   Las instituciones de barrio representan, para un gran número de la población, un segundo hogar. Para muchos chicos, en cambio, es el hogar. Desamparados y con necesidades, cientos de niños y niñas encuentran, en estos sitios, un lugar de contención.

   "Acá vienen chicos que la pasan mal, que tienen hambre y les duele la panza. A veces no pueden entrenar, por eso les damos una merienda, tratamos de cuidarlos", dijo Guillermo Ocampo, quien desde el 22 de enero de 2015 está a cargo del Club Deportivo y Cultural Leones.

   “Llegan chicos con problemas de todo tipo, de familia, mal trato, algunos casos que me tocó afrontar fueron muy tristes. Acá encuentra un lugar de contención; vienen a las 5 de la tarde y se quedan hasta el final. Me ha tocado llevar a algunos a comer a mi casa porque los padres no los buscan o, simplemente, porque ellos mismos te dice que no quieren volver a sus casas", contó el "Puma", quien arribó  al predio de Colón, Chaco, Moreno y Pampa Central. 

 

   -¿Qué te lleva a hacer este trabajo?

   -Lo venía haciendo en Mundial Fútbol Club. En ese momento Adrián (Macre) era el delegado de Noroeste y me preguntó si quería ayudar, armar una escuelita de fútbol.

   -¿Qué había en el predio?

   -El lugar estaba quemado, la sede abandonada, tenía las puertas rotas, el inodoro del baño partido y la cancha era una montaña de tierra y yuyos.

   "Me siguió un grupo de Mundial y otros se fueron sumando. Con la ayuda de Macre se pasó la máquina para armar la cancha".

   -Antes, ahí, funcionaba la escuelita Barrio Colón.

   -Pero dejó porque se robaron todo. En el lugar se juntaban para drogarse, era terrible. Había gente del barrio  metidos y si bien todavía se dan una vuelta cada tanto, ya cambió el panorama, porque tenemos chicos jugando, padres haciendo de profes y pudimos reconstruir el lugar. Hoy tenemos baños y un merendero pequeño  para asistir a los chicos.

   "Todo esto con el apoyo de mi familia, fue una locura, una realidad distinta a lo vivido anteriormente. Enfrente´a gente que estaba acostumbrada a llevar sus vicios a ese lugar, estaba jugado y todavía tengo algunos problemas", apuntó.

   -¿Pediste ayuda?

   -Me cuesta hacerlo... Por ser un predio municipal vienen a cortar la gramilla, pero hemos arbolado, pintado, pusimos faroles para jugar con luz en invierno.

   "Ignacio Caspe, cuando era delegado, me ayudaba, me daba leche, consiguió zapatillas, siempre dispuesto", señaló.

   "Ahora volví a tener trato con la subsecretaría de Deportes, porque Nico Arroyo conoce la realidad, jugábamos juntos en la Liga Municipal. Hablé con él y con Marco Streitemberger. Necesito un comodato para no dejar entrar a cualquiera. El club está ordenado, con comisión y personería jurídica", expresó.

   -¿Se puede hacer?

   -Falta una decisión política. Me dijeron que los papeles están trabados en Nación, porque las tierras son de Vialidad Nacional. No podemos edificar, necesitamos permiso del Concejo Deliberante. Tengo proyectos, le ofrecí al municipio trabajar juntos. Tenemos custodia, pero necesitamos el comodato para crecer, incorporar otros deportes.

   -¿Cuántos chicos tenés a cargo?

   -110 en el fútbol mixto entrenan y participa en la liga municipal; 32 jugando en la Liga del Sur; 38 nenas en fútbol femenino formativo y 40 en futsal (primera y reserva).

   -¿Cómo se costean los viajes y partidos?

   -Con rifas, venta de pizza o algún encuentro de escuelitas amigas, donde armamos un kiosco humilde. Son montos chicos para poder viajar, como el Mundialito en Dorrego.

 

12 equipos. “Soy secretario de la unión de clubes de barrio de Bahía Blanca, que está conformada por unos 12 clubes.

   -¿Por qué el nombre Leones?

   -Por un significado bíblico.  El león, en la religión evangélica, es el animal preferido de Dios. Y el color celeste es por la garra uruguaya.

   -¿Tienen indumentaria?

   -Fuimos comprando camisetas en la salada. Los padres que pueden colaboran.  Estaríamos necesitando zapatillas.

   -¿Cuántos profesores trabajan con vos?

   -Nueve. Todos de corazón. La mayoría son papás que traen los nenes y luego acompañan en los partidos. Me gusta que se acerquen, les doy consejos y destaco la voluntad.

   -¿Sos el presidente?

   -No. La presidenta del club de Leones es mi señora, Florencia Peña, y yo ahora ocupo el cargo de secretario, porque ya cumplí mis dos mandatos como presidente.

   -¿Qué días entrenan?

   -Todos los días de 18 a 20,  y después se sirve la merienda gracia a  un grupo de chicos que se denomina Rama de Liberados (MTE) y sus familiares. Están a cargo de María Cantero. En los partidos también llevamos comida para los chicos con la ayuda de los padres.