Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Escenario político: el peligroso tironeo por la seguridad

En las últimas horas se cruzaron con dureza funcionarios de Juntos y el Frente de Todos. Se espera que esta semana el Municipio anuncie al nuevo responsable del área, tras la renuncia de Emiliano Alvarez Porte.

Foto: Archivo La Nueva.

Maximiliano Allica / mallica@lanueva.com

   Luego de más de dos meses con el cargo vacante, el Municipio designará esta semana a un nuevo responsable del área de Seguridad. Al secretario de Gobierno, Marcos Streitenberger, le confiaron la tarea de definir al reemplazante de Emiliano Alvarez Porte, quien renunció de manera sorpresiva el 4 de enero. 

   Por lo pronto, solo está confirmado que el área dejará de ser secretaría para convertirse en Subsecretaría de Protección Ciudadana dentro de la cartera que conduce Streitenberger, una de las figuras jóvenes que el Pro bahiense pretende impulsar.

   Los nombres de los candidatos se mantienen en secreto, aunque es evidente que se busca un perfil más bajo que el que mantenía el dirigente radical. La idea es ofrecer un respaldo técnico a las fuerzas de seguridad (con el aporte de combustible y repuestos, más la mejora en el sistema de cámaras urbanas) pero disminuir el acompañamiento en la calle o en la planificación de operativos. Si se quiere, un rol bien secundario para el Municipio, con el mensaje de que la responsabilidad primaria por la seguridad es de la Provincia y que el gobierno de Axel Kicillof le quitó protagonismo a los intendentes en la lucha contra el delito.

   Sin embargo, se trata de un puesto que por definición concentra las miradas, ya que la seguridad es uno de los dos temas que más preocupa a la población desde hace décadas, junto con la inflación. La nueva cara de la gestión de Héctor Gay en la materia estará sometida a permanente examen, en una ciudad donde los atentados políticos y el vandalismo en los espacios públicos crecieron de manera inimaginable en los últimos tiempos.

   La cúpula policial está mirando con mucha atención esta designación. Desde la salida del gabinete de Alvarez Porte, la interlocutora de oficio fue Gisela Caputo, que se desempeñaba en el área de Seguridad municipal pero en diciembre asumió una banca en el Concejo. Caputo trabajó de manera provisoria para mantener los vínculos y coordinar acciones, aunque no parece probable que se mantenga en ese rol ni hay indicios de que le vayan a ofrecer la subsecretaría. Ni a ella ni a nadie de la UCR. Se verá.

   Lo cierto es que el nombramiento del flamante subsecretario llegará en un momento caliente. El fin de semana quedaron expuestos los cortocircuitos entre la Municipalidad y el delegado del Ministerio de Seguridad de la Provincia, Federico Montero. La denuncia por el enésimo acto vandálico en el Parque de Mayo motivó un duro cruce entre uno de los dirigentes más explosivos de la comuna, Tomás Marisco, y el hombre de Sergio Berni en la zona.

   Marisco acusó a Montero de minimizar lo ocurrido en el parque. "Según el encargado de la seguridad de toda la sexta sección bonaerense, @FedesMontero, en La Isla del Parque de Mayo anoche no pasó nada. Debe venir de la escuela de 'la sensación' de inseguridad", disparó.

   Días antes Montero, titular de la Guardia Urbana durante la administración de Gustavo Bevilacqua, había criticado decisiones de incumbencia directa de Marisco, como la reformulación del tránsito en el centro. Ante el inicio de clases y la recuperación del ritmo normal de la ciudad, tuiteó: "Cuidado, comenzó la dinámica real de la ciudad, ahora se van a ver aciertos y pifias. Hoy es más fácil escalar el cerro del amor en Sierra de la Ventana con un Fiat 600, que circular en el micro y macro centro de la ciudad de Bahía Blanca".

   Más allá de lo apropiado o no de discutir en redes sociales, que en definitiva es un nuevo campo de batalla, el recelo entre las partes está en la superficie. En Alsina 65 sostienen que durante la gestión de María Eugenia Vidal se les daba mayor participación en temas clave como la designación de comisarios y que el cambio de gobierno en la Provincia trajo un estilo más centralizado, donde el ministro Berni dispone y su delegado Montero ejecuta, sin preguntar demasiado.

   "Ni siquiera es un crítica. Es descriptivo", dicen desde la Municipalidad. Incluso aseguran que la cúpula policial venía ofreciendo reportes periódicos al intendente sobre la situación a nivel local, pero que ese vínculo se fue discontinuando. 

   Montero desmintió la falta de comunicación: "La relación hasta diciembre era excelente, nosotros interactuábamos diariamente con Emiliano Álvarez Porte. Es más, disiento con los que dicen que no les dan injerencia en las designaciones. Primero, no es una potestad de los intendentes elegir a los comisarios; pero sí se le otorgó la posibilidad de elegir al Jefe de Estación de Bahía Blanca, que lo eligió el intendente y es Gonzalo Bezos".

   El protagonismo de los municipios en términos de seguridad es un fenómeno bastante reciente. La verdad es que no tienen potestad para controlar ni mandar a la Policía, aunque en las últimas campañas los candidatos a jefes comunales se empeñaron en prometer que solucionarían el flagelo, lo cual puede tener impacto como mensaje de marketing, pero los termina enredando en un problema que los excede. 

   ¿Cómo se comportará quien asuma como referente municipal del área en las próximas horas? ¿Será la cara del Municipio cuando aparezcan los temas calientes? ¿O le tocará a su jefe político directo, Streitenberger? En definitiva, alguien le va a tener que cubrir las espaldas al intendente.


Al centro, Marcos Streitenberger.

   Por si fuera poco, dentro de la coalición de gobierno municipal y dentro de la conducción policial no faltan las propias internas.

   En el primer caso, dirigentes no-amarillos de Juntos por el Cambio entienden que es un error marcar distancia con la Policía al punto de discutir en público con un hombre como Montero, tan cercano al jefe de la fuerza en la región, el comisario mayor Aldo Caminada. Montero es el primer civil con una oficina en la Jefatura Regional de avenida Alem al 800. El vínculo con el comando es directo.

   Esos mismos dirigentes oficialistas, pero no del Pro, también observan que sería un error dejar de caminar las calles junto con los comisarios, como hacía Alvarez Porte. Transmitir la idea de que la seguridad es una responsabilidad total de la Provincia y que los municipios solo cargan nafta puede generar malestar en la cúpula policial.

   Públicamente, Montero aseguró que ningún funcionario comunal asistió a la reunión para organizar los operativos por el Ultimo Primer Día y algo similar podría suceder en la previa de los corsos de este fin de semana en Noroeste, los cuales lamentablemente tienen antecedentes de desmanes. Si es así, no es una buena noticia.

   En cuanto a las internas dentro de la Policía, más de un comisario sueña con ponerse el traje de Caminada, quien ya está en condiciones de pedir la jubilación. No obstante, en una de las últimas reuniones que mantuvo con Berni, el ministro le habría ordenado no jubilarse al menos mientras él siga en funciones. Nadie sabe cuánto puede durar un personaje con el desparpajo de Berni, pero al menos por ahora no habrá movimientos y los interesados deberán contener la ansiedad.

   En estos días hubo una buena para apaciguar algunos ánimos. Se trata de la designación del comisario mayor Diego Díaz Aguirre como jefe de la delegación de Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado. Entre otras cosas, se espera que mejore el diálogo con otras dependencias ya que, de acuerdo con algunas observadores de primera línea, se estaban notando "problemas de coordinación". Las desavenencias entre comisarios son un problema histórico y para nada privativo de Bahía Blanca.

   A propósito de diálogo y comunicación, una perlita. Operadores judiciales se vienen sorprendiendo porque en diferentes comisarías y subcomisarías, cada vez que cambia el jefe de la dependencia, también cambia la casilla de mail donde se recibe y envía información oficial. En lugar de utilizar los correos oficiales del Ministerio de Seguridad se abren cuentas de Gmail o Hotmail y, cuando el jefe policial se va, no delega la contraseña. Es decir, se "adueña" de la información oficial registrada durante su gestión. ¿Las razones? Quizás temor a que las cuentas ministeriales estén monitoreadas. Quién sabe.


Caminada, Montero y Gay.

   La seguridad no es un tema más sino que pega en la hipersensibilidad social. En este momento no se advierte un pico de actividad delictiva aunque en marzo suele repuntar la estadística. ¿Qué va a pasar cuando, inevitablemente, se dé una sucesión de hechos graves? ¿Entre Juntos y el FdT se van a tirar con la mochila?

   En Bahía Blanca la inseguridad no escapa a la media para ciudades de similares características. En los sectores socioeconómicos medios y altos suele castigar por oleadas, sobre todo con delitos contra la propiedad. Sin embargo, salvo algunos episodios de violencia extrema, Bahía no alcanza los niveles de gravedad de los rincones más críticos del Conurbano.

   En los barrios populares, en cambio, los robos y hurtos están cada vez más extendidos porque la gente se encuentra en un estado de mayor indefensión. Ahí no hay alarmas, cámaras de vigilancia ni medidas de protección sofisticadas. Los robos de celulares, electrodomésticos y motos son cosa de todos los días. Quizás no se note tanto en la estadística porque la mayoría no denuncia, aunque el problema existe, asociado a otro no menos terrible: en esos lugares se va imponiendo la noción de que no queda otra que vivir así.

   Esa resignación se multiplica al ver que a muchos de los que roban y detienen, los sueltan al día siguiente. Ahí es donde la Policía critica la laxitud de la Justicia, que a su vez critica la connivencia policial con ciertos sectores de la delincuencia y ambas critican a la política porque el deterioro de los indicadores sociales (desempleo, pobreza, malos servicios de educación y salud) crea las condiciones para el aumento de la marginalidad.   

   Es un drama estructural. La salida requiere de un esfuerzo conjunto inconmensurable.