Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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Convirtieron una vieja estación de servicio en una Biblioteca al paso

Fue por impulso de la escritora dorreguense Laura Forchetti con el apoyo de un grupo de la comunidad. Quienes pasan por allí pueden llevarse un libro, devolverlo y compartir otro. El fin es fomentar la lectura y valorar el espacio público como lugar de encuentro.

Convirtieron una vieja estación de servicio en una Biblioteca al paso Convirtieron una vieja estación de servicio en una Biblioteca al paso
Los libros infantiles son los más requeridos en la esquina de El Árbol del Cielo.
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Audionota: Romina Farías 

Anahí González Pau
agonzalez@lanueva.com

   Que nadie se quede sin leer, por no poder comprar un libro. Que cada quién explore gustos e intereses y aprenda a compartir, a cuidar, a fortalecer lazos comunitarios y a inventar o conocer nuevos mundos, otras miradas.

    Son algunas de las motivaciones de la Biblioteca al Paso, El Árbol del Cielo, de Coronel Dorrego, una propuesta que busca fomentar la lectura y promover el espacio público, en este caso al aire libre, como lugar de encuentro, de conversación, de intercambio de poesías, cuentos, canciones, títeres y, sobre todo, libros.

   La idea de la escritora dorreguense Laura Forchetti (quien se asesoró sobre experiencias que se estaban desarrollando en Buenos Aires en este sentido), prendió muy rápido en los vecinos y vecinas y pronto se formó un grupo dispuesto a hacerla realidad.

   Gracias a ello, en el lugar donde hasta hace menos de un año había una estación de servicio abandonada hoy lucen varios muebles  -bibliotecas y bancos- con libros para todos los gustos y edades, además de cartelería que alude a los beneficios de leer.

   “La idea de las Bibliotecas al Paso es que sean un espacio público y así podés pasar, mirar y si hay un libro que te interesa, te lo llevás, comentó Forchetti.

   “Lo que  pedimos es que después de que lo leíste lo devuelvas o compartas algún otro libro que te haya interesado, así todos tienen la misma oportunidad”, dijo.

   El espacio tiene mucho público infantil, sobre todo lo visitan muchas familias que se quedan leyendo allí un rato, se llevan libros y luego los devuelven. 

   “No tuvimos problema en relación al vandalismo, nadie rompió los muebles, como nos decían que podía pasar. La gente respeta el espacio, lo cuida. Hay quienes pasan y nos mandan información sobre si hay libros o si faltan”, comentó.

   Aseguró que los libros infantiles son los que más circulan.

  Lo cierto es que esta antigua esquina céntrica, hace unos meses, apenas un rincón deslucido y desprolijo, hoy se ha poblado de voces, de gente y de lectores asiduos y otros incipientes, que valoran la posibilidad de contar con un espacio tan acogedor.

   “La idea surgió porque una amiga mía participó en la creación de una Biblioteca al Paso en Buenos Aires, en el barrio de La Paternal y me encantó el proyecto”, dijo la escritora y promotora de la iniciativa.

   La Pandemia fue el motivo para retomar esta idea, para volver a pensarlo. 

   En febrero de 2021, después de hablar con varias personas amigas, Forchetti armó la idea básica del proyecto e invitó a un grupo de gente de Dorrego, amantes de los libros y la literatura, a participar de esta movida a través de reuniones virtuales.

   “La idea prendió enseguida y se armó un grupo de entre 10 y 12 personas, un grupo amplio y consecuente”, sostuvo.

   Enseguida pensaron dónde podrían instalarla y coincidieron que, en un pueblo como Dorrego, lo ideal era que fuese en una zona bien céntrica con mucha circulación de gente.   

   Finalmente, tras presentar una propuesta al intendente y al Concejo Deliberante, obtuvieron el préstamo del inmueble mencionado, que está frente a la plaza principal. 

   Una vez aprobado el permiso, empezaron a reunirse en esta esquina y aparecieron los primeros muebles viejos para restaurar y los primeros libros donados.

   "En abril de 2021 nos reuníamos allí, con cuidados, porque ya había una incipiente apertura con respecto a la pandemia”, dijo.


El sueño dela Biblio comenzó a tomar forma en carbonilla.

   “El primer día dibujamos en la pared donde pondríamos los muebles. Hicimos un dibujo en carbonilla, limpiamos el lugar, llenamos los canteros abandonados con plantas de nuestros patios”, señaló.

   La reunión semanal se fijó para cada viernes, después del mediodía.

   Pronto la gente que por allí pasaba empezó a preguntar, a interesarse e involucrarse. Y más tarde, a apropiarse.

   El 19 de junio de 2021, casi en solsticio de invierno, inauguraron el lugar.

   “Requiere una cierta curaduría: reordenar los muebles, cuidar el lugar. Hay gente que deja la caja con los libros ahí, para donar y nosotros nos preocupamos en clasificar si son libros para la biblioteca o no. A veces son revistas, manuales de estudio o diccionarios y le damos otro destino”, indicó.

   La idea es que la Biblioteca al paso tenga material de literatura o algún ensayo. El objetivo primordial es generar un movimiento de libros, que haya intercambio, propiciar la lectura.  

   “Por otra parte, los libros están muy caros, hay mucha gente que no puede comprarlos especialmente los infantiles. Queremos que la gente tenga libros a disposición, que no suceda que alguien no lea porque no tiene un libro”, añadió.

   A esto se suma el objetivo del espacio público como lugar de encuentro, algo vital para quienes forman el grupo de la Biblioteca El Árbol del Cielo. 


Laura Forchetti, con su libro Libro de horas (Bajo la luna) recibió el primer Premio del Fondo Nacional de las Artes 2016 en Poesía.

  “Es central reunirnos a conversar, a leernos cosas, a contar cuentos o escuchar música. Esto pudimos verlo en los más jóvenes, a inicios de la pandemia, la revalorización del espacio público como lugar de encuentro. Se reunían a tomar mate en la plaza. a escuchar y bailar”, observó.

   La semana pasada les llegó un mensaje de una familia bahiense que se sentó a leer en el espacio, de paso por Dorrego. Les agradecieron por el momento que compartieron en familia, leyendo. Y dejaron allí un libro que llevaban en el auto y enviaron fotos.

   Está abierta las 24 horas, en la esquina de las calles San Martín y Avenida Fuertes.

   Otra anécdota: una mamá se iba a encontrar con un hijito que hacía tiempo que no veía y pasó por la biblioteca para llevarle un libro de regalo. 

   “Pasan cosas muy emocionantes, familias que nos cuentan que salen a caminar con sus hijos e hijas y ellos les dicen de pasar por la biblioteca”, comentó.

    Los miércoles hay lectura de cuentos para chicos y público en general, con títeres. También hicieron una muestra de literatura en cordel, una tradición antigua, en que se dejan textos o pequeños libritos artesanales en cordeles para ocasiones especiales. Lo hicieron para fin de año, Día del Niño, Día de la Independencia y Día de la Poesía (homenajearon a Roberto Juarroz).

   También se hicieron presentaciones de libros y hasta Inspección de Educación presentó libros de editoriales de la provincia de Buenos Aires con textos de alumnos.


La Biblioteca está abierta las 24 horas.

   “Todas las actividades contaron con muy buen público. El Día del Niño fue una fiesta”; dijo.

   Forchetti siempre tiene entre manos proyectos de escritura, su principal interés. Actualmente trabaja en dos libros (uno de ellos de literatura infantil) Además, brinda talleres literarios desde hace años y trabajó mucho con infancias y adolescencias. 

   Participa desde hace años del Festival de Poesía en la Escuela, coordinado por las poetas Alejandra Correa y Marisa Negri, a nivel federal.