Braian Altamirano: "Tener detractores también te marca que las cosas se están haciendo bien"
El Principito volvió al triunfo en la categoría y recuperó la vitalidad al volante.
Por Tomás Arribas / [email protected]
Se sacó la mufa. La brillante victoria conseguida en la undécima fecha del Campeonato Estival de Midget 2021/22, le devolvió a Braian Altamirano esa confianza tan necesaria para desempeñarse al 100% arriba de un auto de carreras.
“No me esperaba ganar. Si bien le pusimos todo lo mejor al auto como para lograrlo, venía muy trabado personalmente en lo conductivo y no me terminaba de sentir bien arriba”, confiesa El Principito, quinto ganador del certamen.
El andar de la máquina Nº13 en el presente ciclo veraniego, previo a la tercera consagración victoriosa en la categoría (no ganaba desde el Estival 2017/18), era por demás satisfactorio, tanto en lo mecánico como en resultados propiamente.
Sin ir más lejos, la estadística numérica ubicaba al piloto muy bien perfilado entre los doce mejores, con un interesante margen de puntos de cara a la recta final del tramo regular (ahora resta una fecha)
Pero el triunfo del viernes representó para Altamirano, hijo de Claudio (chasista histórico del team), mucho más que eso…
“Si bien no veníamos mal en el campeonato, personalmente no estaba del todo confiado arriba del auto. Pero cuando hice esa maniobra en la semifinal (superó brillantemente a Emiliano Urretabiscaya), me solté, gané confianza y ahí pude ir para adelante. A veces necesitás creértela un poco para ser ganador”, apuntó Braian.
“Hasta ayer (por el viernes) no estaba muy seguro de mí mismo—agregó--. El auto sé que está y que tiene todo lo que se necesita para estar adelante, probablemente como nunca antes. Pero me faltaba a mí en lo conductivo. Mi tío siempre me dice que me la crea un poco, que es muy necesario y que ayuda mucho a ir para adelante”.
El Principito ganó y quebró la racha de dos victorias consecutivas de su amigo Luciano Vallejos, a quien logró batir en el plato fuerte de la final, cuando muchos ya visualizaban un final repetido al término de la velada.
Sí, su amigo. A ambos los une una amistad hace tiempo, al punto que el propio Vallejos tiene bastante responsabilidad en el veloz andar del auto villamitrense.
“Con mi equipo nunca se dejó de trabajar, ni en los peores momentos. Y ahora lo hacemos conjuntamente con Lucho Vallejos, quien me hace los amortiguadores y me ayuda con la puesta a punto. Por eso me bajo del auto después de ganar y les doy semejante abrazo. Ellos son los artífices de este auto”, afirma Altamirano.
--¿Creés que en otra circunstancia, Lucho te hubiese corrido de otra manera en la final?
-- Si hablamos objetivamente, seguro que sí. En su momento me ha pasado de elegir el carril interno y que el negocio esté por afuera, decisiones cuestan carreras. Obviamente que Lucho debió abrirse y buscar el colchón para intentar estar cerca, pero volvemos a la misma historia, ¿por dónde me pasa si vamos los dos por el mismo lugar?
“Habiendo ganado cinco veces y asegurando otro podio, no tenía necesidad de hacerlo tampoco. Eso me daba tranquilidad, porque seguramente no vaya a hacer nada alocado para intentar pasarme”, explicó.
Aunque siendo francos, intentar correr a Braian Altamirano hubiese sido una dura empresa. Como se puede apreciar en las imágenes a continuación, su andar por el radio externo durante las ocho vueltas fue demoledor.
“En la final decidí abrirle bien por afuera y a fondo, y realmente me sentí muy cómodo. Cuando terminó la carrera no lo podía creer. La victoria es lo que todos vamos a buscar, y que se dé justo ahora cerca del playoff y con un auto tan contundente, me llena de ilusión”, afirmó.
“Siempre habrá reconocimiento del bueno y del malo”
La portación de apellido implica, en la mayoría de los casos, heredar la reputación histórica familiar. Es por eso que, casi por decantación, y amén de los roces o las grandes carreras, la labor de los Altamirano despierta aplausos y silbidos.
Muestra de ello el momento de elección de cajón de Braian para la final, con el aplausómetro dividido entre la parcialidad propia y los detractores; aunque concluida la prueba central, todo el estadio se fundió en aplausos para reconocer la brillante actuación del Principito.
“Estaba muy emocionado cuando me bajé del auto, no veía nada ni sabía para dónde ir. Y cuando me bajó la adrenalina sentí el cansancio y estrés de esas ocho vueltas a fondo pero después pude ver los aplausos y el reconocimiento de la gente, como también a los muchos que se acercaron después en boxes a sacarse fotos y pedirme autógrafos”, contó Braian.
“En esto del Midget siempre habrá reconocimiento del bueno y del malo. Creo que provocar cosas negativas y tener detractores también te marca que las cosas se están haciendo bien, porque significa que lo estás dando todo y yendo al frente por un objetivo. Mucho tiene que ver el pasado de mi tío y las cosas buenas que también hacen Kevin y Roy. Pero es muy lindo devolverles a la gente que sí nos apoya todo el cariño de esta forma”, cerró Braian, 6º en el campeonato.