Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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El pene: tamaños y teorías

El cuerpo del hombre implica un acto de esperanza y de fe, pues se sabe que al momento de quitarse la ropa pueden decepcionar como también dar una gran sorpresa, y las teorías en torno a la relación con determinadas características físicas y tamaño del pene, abundan.

   Tamaño y erección son los temas más consultados y también los que provocan desvelo. Hay muchas fantasías en torno al tema, y hay que aclarar que en el caso de las mujeres, las partes están casi a la vista y salvo un corpiño engañoso, se saben las características de un cuerpo.

   El cuerpo del hombre implica un acto de esperanza y de fe, pues se sabe que al momento de quitarse la ropa pueden decepcionar como también dar una gran sorpresa, y las teorías en torno a la relación con determinadas características físicas y tamaño del pene, abundan.

   Todo tiene sus ventajas y desventajas. El hombre de elevada estatura se destaca entre las multitudes, generalmente cualquier vestimenta o estampados le quedan bien pero también tiene que lidiar con el tamaño de las camas, los asientos en los transportes públicos y la famosa teoría de la L que estipula que quien es alto tiene un pene pequeño.

   Esta teoría incorrecta sostiene que las dimensiones del pene se explican por la estatura. La “L” indicaría que como es horizontalmente pequeña y verticalmente larga, esta lógica es aplicable a los hombres altos. 

   Hasta el momento no hay estudios científicos que avalen esta teoría, si puede ser que por una cuestión de percepción, quién tenga un cuerpo muy grande, parezca tener un pene pequeño, pero hasta el momento el postulado que los altos tienen pene corto no es veraz.

   Otra teoría “popular” y tal vez para reivindicar a los hombres de baja estatura hace referencia a la “L” inversa indicando que los hombres bajos serían los más favorecidos respecto de las dimensiones de su pene.

   Obviamente y no se puede negar que los hombres entre ellos se miran de reojo y deliberadamente, que las comparaciones son ingratas pero existen. Tampoco tiene rigor científico la teoría que asevera que los hombres bajos tienen penes grandes.

   Y si, las teorías disparatadas abundan. Una de ellas establece que el tamaño del pene estaría en relación con el tamaño de los pies, por ende si un hombre calza 39 o 40 tendría un pene diminuto y aquellos que llegan a usar calzado número 47 o 48 calzarían también penes sin precedentes.

   Las manos, especialmente los dedos, también sirven de basamento para formular teorías. Pocas mujeres y hombres pueden negar que han mirado manos y han imaginado la relación con el pene. 

   Se ha extendido que cuanto más se parezca la dimensión entre el dedo índice y anular mayor será el tamaño del falo. Luego, dedos cortos y regordetes indicarían un pene similar. 

   Sigue vigente la letra “L” pero aplicada a los dedos de la mano, es decir, ubicar el pulgar y el índice emulando una pistola permitiría calcular la distancia diagonal entre ambas yemas de los dedos y esa medida indicaría la longitud del pene. También una teoría falaz.

   En el siglo XIX tuvo difusión el postulado que establecía una relación directa entre la nariz y el pene, quien tenía nariz pequeña tenía un miembro diminuto y viceversa.

   Sin dudas hay una cuestión genética y el hecho de que el pene no esté a la vista lleva a que se esgriman teorías y postulados para poder deducir e imaginar tamaños y formas.  Se sabe de superdotados que ni saben cómo emplearlo y otros “más humildes” que hacen verdaderas maravillas. Como sucede muchas veces, esto también es cuestión de actitud.

   Hasta el próximo encuentro. Lic. Magda.