Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Mauro Polla, el sueño de selección nacional y qué pasa con los menores en Bahía Blanca

El entrenador admitió el deseo que tenía de esta oportunidad y también habló de lo que observa en la ciudad.

Mauro Polla está disfrutando el momento. Fotos: Emmanuel Briane y archivo-La Nueva.

 

Por Fernando Rodríguez

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

(Nota publicada en la edición impresa)

 

   Mientras atraviesa una de las oportunidades que más deseaba, Mauro Polla trae a la memoria a un amigo que ya no está.

   “Mil noches hablamos de esta posibilidad con Facu (Durand) y siempre me decía: 'Ya va a llegar MP, ya va a llegar...'”, recuerda el entrenador.

   Facu -fallecido el 29 de octubre de 2021- fue durante muchos años jefe de equipo de Bahía Basket, donde el entrenador se consolidó en su función, respaldado por un trabajo con varios -por entonces chicos- que hoy trascienden a nivel nacional e internacional.

   Hoy, seguramente Facu celebraría la nominación de su amigo, designado para trabajar en el staff de formativas de la Confederación Argentina de Básquetbol, y que ya tuvo su primera experiencia.

   Esta última semana, en Buenos Aires, trabajó junto con el coordinador Mariano Marcos y las entrenadoras Paula Budini y Rocío García, con el plantel femenino argentino que jugará el Sudamericano U15 femenino en Chile.

   “La idea era que pudiera darle una mano a las chicas con el equipo, ya que era la primera experiencia. Trabajé en cancha y pasamos muchas horas de oficina con las entrenadoras, intercambiando opiniones, aunque, obviamente ellas son las que deciden”, contó Mauro.

   Este fue el primer paso.

   “El próximo año, además de seguir haciendo esto, probablemente tenga algún equipo a cargo. Después -amplió-, me sumaré esporádicamente a distintos procesos, ya sean masculinos o femeninos”.

   —¿Habías trabajado alguna vez con un plantel femenino?

   —Nunca con un grupo, sí en distintos campus o postemporadas. Me gustó muchísimo. Les terminé agradeciendo a ellas por haber vivido esta primera experiencia después de 30 años dirigiendo, ojalá que no haya sido la única.

   —¿Qué cambia para el entrenador dirigir masculino o femenino?

   —Como no era un equipo que yo estaba preparando para competir, tenía una mirada más abarcativa. Estuve cerca, conteniendo y acompañando a las que se ponían mal por una práctica o algo que no les salía. En eso fue una experiencia diferente, nunca me había pasado.

   —¿Te sentís más cómodo dirigiendo menores o mayores?

   —Con los menores quizás uno ejecuta mucho más los recursos didácticos, me parece que se enseña mucho más. En cambio con mayores, el objetivo pasa más por jugar e intentar ganar con lo que tenés. En menores la idea siempre es que aprendan y, paralelamente, compitan. En esta experiencia de Selección no se compitió. El rol que me dieron, lo titulan entrenador formador.

   —Desde tu experiencia con Bahía Basket, ¿te parece que se te encasilla en entrenador formador?

   —Yo creo que más allá del rol, uno ejerce como entrenador de básquet. Yo fui nueve años asistente de Liga Nacional, cinco estuve como entrenador de Liga de Desarrollo y anteriormente en Independiente, Pacífico y El Nacional, siempre en distintos roles, pero como entrenador de básquet.

   —Hace tiempo que decidiste no moverte de Bahía, ¿no?

   —Sí. Después de la salida de Bahía Basket, tuve tres o cuatro posibilidades de Liga y mi decisión ya había sido no alejarme de la ciudad. Inclusive, tuve una chance con Sepo (Ginóbili) para ir a México durante la pandemia. Pero esta oportunidad de la Selección para mí siempre fue un sueño, mi familia lo sabe y todos estábamos convencidos de que no la desecharía si alguna vez se daba.

   —¿Cómo ves el básquetbol formativo de la ciudad?

   —En U13 hay que volver a blanquear las reglas, porque es muy confuso para los chicos, los entrenadores y los árbitros. Y la competencia bahiense es muy fuerte, lo cual muchas veces puede jugar en contra para la formación del jugador.

   —¿Existe en Bahía un trabajo homogéneo con los menores?

   —No. Según hablo con los entrenadores y por cómo actúan, cada uno tiene sus formas, inclusive, algunas que pensé no iban a volver a verse a esta altura.

   —¿La urgencia de resultados está cada vez más a la orden del día y eso también puede influir en la actitud de algunos o muchos entrenadores?

   —Yo lo atribuyo a la inseguridad del entrenador.

   —¿Por qué?

   —Porque el aplauso llega muy rápido cuando ganás y si te creíste el aplauso del padre cuando ganaste, también va a dolerte el día que el padre no te salude porque perdiste. Y en realidad, lo que pasa es que vos no estás seguro del laburo que querés desarrollar, lo que buscás es el aplauso. Tomando otro camino, el premio no llega en forma de aplauso o con un contrato con dos ceros más, sino con tu tranquilidad de haber hecho lo que creías que debías hacer después de tantos años.

   —¿Cómo está Bahía a nivel nacional?

   —El tema que se está perdiendo la referencia, por la desaparición de los seleccionados. Creo que deberían volver los provinciales y argentinos para poder evaluar. Para mí es parte de la formación del jugador lo que vive en una selección, bahiense o de provincia, y esto lo hago extensivo a todos los estamentos. Hay un montón de situaciones que forjan al jugador. Hay muchos jugadores, empezando por Manu o Lucio Redivo, que declararon mil veces que hicieron el clic cuando fueron cortados de una Selección. Hasta de una situación negativa, ellos rescataron algo positivo. Ni hablar que entrenan juntos los mejores y ahí aprenden, se enfrentan, más allá de lo sentimental y del carácter que genera vestir una determinada camiseta, jugar una final en otra ciudad o juntarte con los mejores. Hoy son pocas las situaciones de tensión que el chico tiene posibilidades de experimentar.

   Acaso con su incursión a nivel nacional, ahora la voz de Mauro Polla se escuche un poco más y así su opinión pueda sumarse a la de tantos otros que intentan aportar para el crecimiento de todos y, fundamentalmente, de los más chicos.