Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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¿Hay posibilidades de que la viruela del mono llegue a Bahía Blanca?

Ante el incremento a nivel nacional, en nuestra ciudad no descartan que se produzcan contagios.

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.
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Audionota: Gino Mondino

Por Pablo Andrés Alvarez / [email protected]

   Hace cuatro meses se confirmaba en la Argentina el primer caso de una persona diagnosticada con la viruela del mono o viruela símica. Hasta ese momento la infección causada por el virus Monkeypox nunca antes había sido reportada en el país.

   El Ministerio de Salud confirmó un total 396 casos de viruela del mono hasta el 27 de septiembre en el país, lo que representa un aumento del 21% con respecto al último reporte epidemiológico (326). El Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) notificó casos sospechosos en 14 jurisdicciones y confirmados en 10.

   Sin embargo, más del 70% de los casos confirmados se registraron en residentes de la ciudad de Buenos Aires (CABA), 24,2% en la provincia de Buenos Aires, y junto con Córdoba, las tres concentran el 96,2% de los casos. El 57% de los casos confirmados fueron diagnosticados en las últimas 4 semanas.

   Pero uno de los datos más relevantes del informe emitido por la cartera sanitaria nacional da cuenta que el 86% de los contagios no registran antecedentes de viajes, lo que ratifica que ya existe circulación comunitaria.

   Hasta el momento, la población más afectada es la compuesta por hombres que tienen sexo con otros hombres (225 de los 396 casos registrados hasta ahora lo refieren y para el resto de los casos no se cuenta con el dato).

   De acuerdo al Boletín, el 99,5% de los casos corresponden a personas de sexo legal masculino y solo dos tienen registrado sexo legal femenino (ambas mujeres de género trans).

   “Es evidente que la enfermedad está circulando, pero no debe generar una situación de alarma extrema ya que todos los casos han tenido un curso benigno y sólo representa un riesgo mayor para las personas inmunodeprimidas”, señaló la infectóloga bahiense Laura Spadaro. 

   La profesional señaló que en nuestra ciudad hubo varias consultas, pero en ninguno  se confirmó el contagio de la enfermedad. 

   “Muchos acudieron por haber viajado en el último tiempo, pero no hubo casos positivos”.

   Spadaro manifestó que, tras haberse cursado una pandemia, es “esperable” que comiencen a circular con mayor fuerza distintos virus.

   “Ocurrió con los respiratorios; con las eruptivas como la varicela y con el virus Coxsackie, que causa la enfermedad de pie-mano-boca. La mayoría se observó en la población pediátrica, cuando se reactivaron las actividades escolares y deportivas”. 

   Respecto a la viruela del mono, es un poco diferente porque se trata de una zoonosis, es decir una enfermedad que normalmente afecta un animal y en la cual el hombre actúa como un huésped accidental o transitorio. 

   “En este caso se trata de una enfermedad que existía en Africa con casos esporádicos pero que se expandió generando casos en aumento sobre todo en algunos países de Europa”.

   Precisamente, la tendencia de casos es creciente en América, sobre todo en Estados Unidos y Brasil, aunque países como Perú, México, Chile, Colombia y Argentina también poseen un número importante de infectados. 

   Los casos confirmados en Argentina son, en principio, de personas que han salido al exterior, pero también por contactos estrechos de los casos iniciales.

   “La vía principal de contagio es el contacto directo piel con piel. La enfermedad tiene un período inicial de síntomas inespecíficos que pueden ser fiebre, decaímiento, aumento del tamaño de los ganglios. En esta etapa es posible la transmisión respiratoria pero no es la mas importante”, comentó Spadaro. 

   Posteriormente aparecen las lesiones cutáneas que suelen predominar en la región genital, rostro, manos y pies pero que pueden estar en cualquier lugar del cuerpo. 

   “El aspecto de las lesiones son al principio pápulas (similar a picaduras de mosquito) que suelen doler y luego evolucionar a una ampolla que termina generando costras o cascaritas. El contacto con estas lesiones produce la mayor vía de transmisión. Por eso, si bien no es una enfermedad netamente de transmisión sexual, se está observando una relación entre el contacto sexual y la aparición de síntomas”.

   Cabe recordar que no existe una vacuna específica para este virus, porque si bien la vacuna de la viruela humana puede generar una protección cruzada, es una vacuna que ya no está en los planes de vacunación porque la enfermedad se considera erradicada.

   “La mejor prevención disponible en este momento es evitar el contacto con casos sospechosos o confirmados, observación estricta de las personas que han tenido contacto directo con casos positivos y evitar el contacto físico con personas que presenten lesiones sospechosas”, manifestó la especialista.

   --¿Es posible que aparezca algún caso en Bahía?

   --Siempre hay riesgos, pero en este momento no deberíamos sospechar esta enfermedad en una persona que no ha salido de Bahía Blanca y que no ha tenido contacto con viajeros. De todos modos, si aparecieran algunos de los síntomas descriptos y la persona presenta nexo epidemiológico debe realizarse estudios diagnóstico, que consisten en análisis de sangre y que en este momento sólo se están procesando en centros de referencia.